El Litoral / area@ellitoral.com
Cada vez que llueve, cambia la rutina a los vecinos de Aguado al 6500. Aseguran que la Municipalidad responde, pero de manera parcial.
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A principios del mes de febrero de este año, El Litoral se acercó hasta barrio Ciudadela Norte a la altura del hipódromo de Las Flores, sobre calle Aguado al 6500. En dicha zona, había reclamos de todo tipo: calles de tierra intransitables cuando llueve, faltante de luminarias, chatarras de vecinos abandonadas e inseguridad, entre otras cosas.
Hoy, tres meses después, el panorama no cambió demasiado. Y más teniendo en cuenta que llovió el fin de semana, lo que produjo que las calles vuelvan a convertirse en un verdadero “pantano” y algo sumamente peligroso cuando todavía hay agua estancada, porque se producen socavones profundos que generan accidentes.
“Lo preocupante es que luego de la lluvia hacen algo que tiene un error conceptual: cuando se seca el piso, pasa una máquina que saca la tierra, cuando en realidad deberían hacer lo contrario, es decir, colocar más tierra y acomodarla para que no queden los caños al descubierto y se rompan luego con el paso de los autos”, comentó Lorena, una vecina cansada de realizar reclamos y que los resultados sean siempre los mismos. “No pedimos asfalto o pavimento articulado. Pero al menos que tiren un ripiado”, sugirió.
Las más complicadas son dos cuadras: Aguado al 6500 y al 6600. En ese tramo, además de la calle de tierra, no hay luz y esto genera una gran inseguridad. “Cada tanto pasa un móvil policial, pero la oscuridad con la que convivimos ayuda a estas cuestiones. No se puede estar más en la vereda, desde hace mucho tiempo”, aseguró preocupada la vecina.
Un dato no menor es que la zona en cuestión se encuentra a una cuadra de la avenida Blas Parera, por donde pasa el Metrofe. Si el tránsito por dicha arteria se corta por algún motivo, se desvía por las calles internas paralelas, que están afectadas. Cuando esto ocurre, una gran cantidad de autos, colectivos y camiones pasan por la cuadra que ya está en mal estado, y queda peor.
Los vecinos dicen que lo más positivo que pasó en los últimos tres meses fue la mudanza de un vecino que generaba chatarra de automóviles sobre la calzada, obstaculizando tránsito.