El "famoso" el Tren Urbano está en Wikipedia desde el año pasado; fue aquel otrora proyecto para conectar por vía ferroviaria un tramo de la ciudad desde Pedro Vittori y Castellanos hasta Don Bosco. Y hoy yace en su derrota de hierros herrumbrados en un galpón detrás de la Belgrano, supo este diario.
Hubo decenas de proyectos -pedidos de informes, sobre todo- y horas de discusión política en el Concejo, desde poco después de su inauguración, el 12 de enero de 2016. Y ahora, una nueva resolución -ingresada en comisiones- dispone que el Ejecutivo declare como "inútiles, innecesarias e inconvenientes económicamente para la Municipalidad" a las dos carrocerías ferroviarias (la formación consta de coche y vagón).
Pero no sólo eso: una vez cumplimentado ese acto administrativo, Jorgelina Mudallel y Juan J. Saleme (del bloque PJ, que impulsan esta iniciativa) piden que se proceda a una subasta pública de las carrocerías del Tren Urbano. Y que el total de los fondos dinerarios que el municipio (propietario de ese bien mueble) recaude en esa subasta, se destine en forma exclusiva a la compra de lotes de bicicletas para el fortalecimiento del Programa Subite a la Bici, "en pos de la habilitación de nuevos puntos en los diferentes distritos municipales".
"Consideramos que estas carrocerías ferroviarias no cumplen ninguna función es pos de la ciudadanía, ya que el proyecto de Tren Urbano en nuestra ciudad nunca resultó plenamente efectivo, encontrándose sin uso y en depósito desde tiempo. A su vez, es importante destacar que los fondos que resulten de su venta en subasta pública, serán destinados de manera exclusiva a la compra de bicicletas en el marco del programa Subite a la Bici", sostienen los ediles en los fundamentos.
Más transporte sustentable
¿Por qué bicis? "Porque la bicicleta ya es una nueva 'militancia' en la ciudad. Y las costumbres cambiaron: muchísima gente se moviliza sobre dos ruedas. Así como el Tren Urbano fue un fracaso de la gestión municipal anterior, fue un acierto el Programa Subite a la Bici. Y creemos que éste debe potenciarse; de hecho habíamos pedido que se descentralice, que no sólo funcione en el centro, entre bulevares y un sector del norte, sino que llegue a los barrios a través de los centros de distrito", le dice a El Litoral Jorgelina Mudallel.
Además, la edila justicialista consideró que hay una "política fuerte por parte del Ejecutivo actual sobre la movilidad sustentable, lo mismo que en la agenda del propio Concejo". Entonces, todo cierra: "Subastar el tren que no sirve, generar un ingreso con lo que se recaude y con eso, fortalecer el parque de bicis públicas, además de la descentralización del programa", amplió.
Y justificó la propuesta. "Si hay tantos problemas económicos en el Municipio (más aún con la pandemia), algo en lo cual coincido porque la actual gestión asumió con muchas deudas arrastradas de la anterior gestión, bueno: subástenlo (al tren) y apuntalen un programa que promueve la utilización de la bicicleta como medio sustentable, amigable con la salud y el medio ambiente".
Mudallel asumió hace apenas un año, y aunque no estuvo en los tantos debates políticos sobre el Tren Urbano que se desarrollaron en el Legislativo local, dio su opinión sobre qué representó y representa ese proyecto para la ciudad: "El tren no cumplió ninguna función para beneficio de la ciudadanía. Siempre fue un proyecto muy truncado que nunca fue efectivo en los hechos para la movilidad de la gente".
"Es algo ya anecdótico (el Tren Urbano), pero ahí está, es un bien municipal que está en desuso y algo hay que hacer. Fue algo que nunca resultó, siempre había algún inconveniente técnico en los coches, y fue plata del Estado tirada a la basura, lamentablemente. Por eso, planteamos esta manera de salir de una vez por todas de esta situación, fortaleciendo el Subite a la Bici que sí es una política viable y sostenible en el tiempo", insistió Mudallel.
-Todo empezó en 2011, cuando la formación ferroviaria fue adquirida durante la intendencia de Mario Barletta. Inicialmente el proyecto iba a ser metropolitano y conectaría a la capital con Laguna Paiva. Por las dos unidades ferroviarias el gobierno local pagó en ese entonces $ 2.400.000. Se comenzaron con las obras (reparación de vías, apederos, etcétera), pero muchos trámites administrativos eran demorados por Nación
-En noviembre de 2015 se llegó a un acuerdo entre ambas jurisdicciones (Nación y municipio) para empezar con las pruebas. El Tren Urbano comenzó a funcionar en forma promocional y gratuita un 12 de enero de 2016. Contemplaba un recorrido de 3,7 km que, en unos 15 minutos uniría la zona de El Molino con Don Bosco: el centro con el norte. Los dos coches fueron adquiridos a Tecnotren y el operador del servicio fue Autobuses.
-Pero ya al poco tiempo empezaron los problemas. El 19 de septiembre de 2016, el tren chocó con un automóvil en Maipú y Pedro Vittori; atropelló a un peatón a la altura del Puente Negro el 7 de marzo de ese año. Y el 24 de marzo de 2017, varias personas "coparon" una parada del Tren Urbano porque éste no funciona, cuentan las crónicas de El Litoral. Los pedidos de informes se acumulaban en el Concejo.
-Lo último que se supo sobre la formación ferroviaria fue el 28 de junio de 2019: "Por el aumento de frecuencias del Belgrano Cargas, guardaron el Tren Urbano", tituló este diario. "Fue alojado en un galpón en donde funcionan talleres y se realizan reparaciones de los vagones del transporte de carga". Este diario supo que hoy está guardado en un galpón detrás de la Belgrano.