"La pandemia no terminó", repiten una y otra vez los sanitaristas de todo el mundo. La propia ministra de Salud provincial, Sonia Martorano, le dijo a este medio el mes pasado que no descarta un rebrote de contagios para mayo en la bota santafesina, por las aperturas y la presencialidad escolar. Pero, ¿cuándo terminará esta insufrible pandemia, y el Covid-19 -la enfermedad que produce el virus SARS-CoV-2 y que se cobró la vida de más de 6,2 millones de personas en el mundo-, será endémica?
La respuesta a esta pregunta tiene varias aristas, pero debe aclararse qué es una enfermedad endémica. Esto es: el Covid-19 continuaría circulando entre la población de manera más predecible y, con el tiempo, podría volverse similar a enfermedades "de rutina" o frecuentes, como la Influenza o los resfríos.
De momento, la aparición de rebrotes -Shanghái está confinada por una decena de decesos en pocos días; Alemania tuvo un nuevo pico de contagios; Reino Unido terminó marzo con récord de "positivos"; Italia y Francia también han experimentado una escalada de infecciones- y de nuevas subvariantes y mutaciones híbridas (ver Relacionada) dan un contexto impredecible sobre el curso que tomará la pandemia.
"Tenemos por delante una decisión política, por ejemplo cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) decida que esta enfermedad pasó a ser endémica. Pero para que una enfermedad como el Covid se considere una endemia, ésta debe tener un curso predecible y estable. Y en estos últimos dos años el coronavirus nos demostró ser cualquier cosa menos una enfermedad predecible", le dice a El Litoral la Dra. Carolina Subirá, médica infectóloga e integrante del comité de expertos que asesora al gobierno provincial.
Es que cada vez que se cree que se llega a una "inmunidad del rebaño" (o umbral de inmunidad), aparece una nueva mutación del virus -agrega la experta-, que presenta fenómenos de escape inmunológico, que hacen que, por ejemplo, disminuye la efectividad de las vacunas anti Covid o de los tratamientos actuales.
"Las nuevas mutaciones conllevan cambios en la contagiosidad de la enfermedad. Hasta que no aparece una suficiente cantidad de casos para poder ser analizados y descritos, tampoco sabemos si el virus (y la enfermedad que produce) puede manifestar una conducta clínica diferente" añade la especialista; es decir, si es capaz de generar cuadros más graves.
Tenés que leerLa provincia de Santa Fe sólo reportó un caso de coronavirus: no pasaba desde julio de 2020Con todo, los dos principales criterios epidemiológicos de una enfermedad para que se considere endémica dentro de un territorio son la predictibilidad y la estabilidad, y éstos no se han cumplido a la fecha: no a nivel global", advierte Subirá. Por lo cual, la incógnita inicial planteada en esta nota aún no tiene una respuesta cierta y absoluta.
"Sí podría ocurrir (algo parecido a una instancia endémica) en algunos países o ciudades que tienen elevadísimos niveles de vacunación o de inmunidad natural (por el número de contagiados recuperados). Pero esto se mantiene apenas por un período de tiempo, hasta que aparece una nueva mutación, producto de los contagios repetidos y sostenidos", añade Subirá.
En estos casos y una vez que aparece una nueva mutación, "el status quo de supuesta estabilidad se rompe, porque la nueva variante tiene efecto de escape inmunológico. Por tanto, la vacunación y la inmunidad natural dejan de tener relevancia, y se pierde la estabilidad temporal, la cual será reemplazada por un nuevo episodio de brote", explica la médica infectóloga.
En este sentido, cíclicamente se ven brotes de contagios en comunidades que tienen bajas tasas de vacunación o niveles de escasa exposición natural a la enfermedad. "Tal es el caso de China, particularmente Hong Kong, de regiones de África e incluso de los Estados Unidos; también países y ciudades de Europa", enumera.
"No nos podemos dar el lujo de quitarle el ojo de encima a la situación, y por eso desde la OMS se insiste en sostener la vigilancia genómica intensificada de todas las mutaciones", dice la Dra. Carolina Subirá
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¿En este contexto, qué puede pasar con las nuevas subvariantes del virus? La Dra. Subirá aclara: "Tenemos que hablar variantes del SARS-CoV-2 que ya tenemos en circulación, como Delta y Ómicron. Dentro de Ómicron aparecen las subvariantes o sublinajes BA.1, BA.2 ó BA.3. Ya se han detectado BA.4 y BA.5, y en este momento hay una variación dentro de Ómicron que es la BA.2.12.1, la cual está siendo estudiada y descripta en Estados Unidos, que es un 19% más transmisible que BA.2, y que empieza a desplazarla ( BA.2 tiene dominancia en el país del norte)". Todas estas subvariantes son más transmisibles que Ómicron y Delta.
A la par, aparece subvariantes que son recombinantes híbridas (genéticas) del virus, y que se identifican con la letra X. "Tal es el caso de XD, que fue descripta en Francia, que es una recombinante entre Delta y BA.1 de Ómicron; la XS, de Estados Unidos; XF en el Reino Unido, y en este momento la XE, que es una recombinante híbrida entre BA.1 y BA.2 de Ómicron", precisa.
En este punto Subirá resalta: "Hasta ahora, ninguna de estas nuevas mutaciones de Ómicron ni las variantes híbridas (las antes referidas 'X') han tenido un cambio en la forma clínica de presentación. Es decir, ninguna es más grave. Sí ha habido modificaciones en cuanto su transmisibilidad: son más contagiosas".
La OMS insiste en seguir haciendo vigilancia genómica intensificada de Covid-19 y en continuar con los mecanismos de comunicación científica, los cuales "rápidamente ponen a disposición estos datos sobre subespecies y variantes híbridas para que puedan identificarse y, luego, analizarse para ver si manifiestan algún cambio: por un lado, en el perfil de transmisibilidad, si hay más capacidad de evasión de la respuesta inmune, si evitan o no anticuerpos; y, por último, si hay alguna relevancia clínica en la forma de presentación de la enfermedad", concluye la experta.