¿Puede ocurrir en Santa Fe el fenómeno climatológico extremo DANA, que lleva más de 200 muertos en España?
Expertos explican qué condiciones se precisan para recibir abundantes lluvias. Autoridades de Gestión de Riesgo responden acerca de cómo está preparada la ciudad para amortiguar su impacto. El aprendizaje de 2007 y lo que todavía falta. Alta preocupación por un radar de alerta temprana fuera de servicio.
La imagen es de 2020 y muestra el agua de lluvia acumulada en la ciudad durante un temporal. Flavio Raina.
¿Puede acontecer en Santa Fe un fenómeno de abundantes lluvias como el DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), ocurrido días atrás en Valencia, España? Lo que puede ocurrir es “otro fenómeno similar pero con otras particularidades, llamado Baja Segregada o Baja en Altura”, dice la meteoróloga Cindy Fernández, del equipo de Prensa y Comunicación Ciudadana del Servicio Meteorológico Nacional, ante la consulta de El Litoral.
El fenómeno DANA, también llamado “Gota Fría” consiste en una suerte de hueco en el cielo con una presión baja. Esto atrae el aire de su alrededor, tanto el frío como el caliente. El choque de estas temperaturas provoca la formación de muchas nubes llenas de agua. A su vez, la diferencia térmica genera una inestabilidad atmosférica que facilita las precipitaciones. Cuando éstas suceden, la cantidad de litros que se acumulan por metro cuadrado puede llegar a ser inasumible, produciendo inundaciones severas, como ocurrió desde el miércoles pasado en Valencia, España.
Una postal de Valencia, España, hoy. Reuters.
“En un fluido como el aire, si se calienta en la parte inferior y se enfría en la parte superior, lo que ocurre es que el aire frio tiende a bajar y el cálido, a subir, es decir este tipo de estratificación es inestable y por lo tanto cualquier perturbación que ocurra y genere un movimiento vertical se verá potenciado”, dice la doctora en Ciencias de la Atmósfera, Gabriela Müller, desde el Centro de Estudios de Variabilidad y Cambio Climático (CEVARCAM), que funciona en la Facultad de Ingeniería y Cs. Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
“Esto fue lo que sucedió con este evento DANA, al que se le sumaron otros factores como el de una localización estática de la depresión, el aporte de humedad por los vientos de Levante que se caracteriza por vientos sostenidos de 50 km/h y ráfagas de más de 100 km/h, un Mediterráneo más cálido de lo normal aportando calor además de humedad, que combinado con la orografía de esa región de España, dio como resultado este fenómeno DANA excepcional”, agrega la investigadora de CONICET, que dirige el CEVARCAM en Santa Fe.
En 2007 Santa Fe sufrió una gran inundación por lluvias. Archivo.
“Esta excepcionalidad no sólo fue por las características de DANA sino también la combinación de lo que se conoce como tiempo severo, producto de un sistema muy bien organizado de tormentas que incluso genero tornados, como fueron reportados en varios lugares -apunta Müller-. Una de las particularidades de esta tormenta fue la intensidad de la lluvia, provocando acumulados en algunas regiones equivalente a lo que llover en un año, en tan solo 8 horas”.
La gran cantidad de agua caída en tan poco tiempo en Valencia, sobre una topografía completamente llana, provocó la gran inundación ante la imposibilidad de drenaje y absorción del suelo de semejante volumen de agua. El saldo es catastrófico. Hasta este sábado se registraban más de 200 muertes y pérdidas millonarias por el desastre.
Volver a empezar. Dos personas desconsoladas en las calles de Valencia. Reuters.
“Nosotros vivimos en un departamento en altura en el centro de Valencia y estamos bien”, cuenta Inti, un santafesino que reside en esa ciudad española. “Para que entiendan, el desastre ocurrió en las afueras de la ciudad, como si en Santa Fe hubiese ocurrido en la zona de la Costa”, ejemplifica. “Así que por estos días voy a trabajar y cuando salgo voy a estas zonas a retirar escombros y ayudar a la gente afectada”, narra.
En Santa Fe
Como antecedentes se puede mencionar que “un fenómeno similar a DANA fue el que ocurrió, por ejemplo, en 2013 en La Plata. Aquella situación fue causada por una de esas Bajas Segregadas”, apunta Fernández, desde el SMN. Mientras que Müller dice, en cambio, que en Argentina “no son frecuentes las Gotas Frías y de ocurrir, no evolucionan para transformarse en algo equivalente a DANA”.
En Santa Fe el antecedente con características de grandes lluvias en corto plazo más reciente fue el ocurrido en 2007. Aquella vez cayeron entre el 26 de marzo y el 4 de abril de ese año 437 milímetros de agua sobre la ciudad, inundando a los barrios del cordón oeste con un saldo de 26 mil evacuados y provocando serios problemas en la zona de la Costa; la que ya habían sufrido cuatro años antes la peor catástrofe de su historia, cuando en 2003 el río Salado inundó un tercio de esta capital, provocando al menos 27 muertes por causas directas y pérdidas millonarias.
La casabomba 2, en la inundación de Santa Fe en 2007. Archivo El Litoral
En aquel 2007 se sumó a las abundantes lluvias en un corto período de tiempo, que las casabombas para extraer los excedentes pluviales no funcionaban correctamente.
Factores desencadenantes
En cuanto al fenómeno ocurrido en Valencia, “para que descargue tanta cantidad de lluvia, se necesita que coincida con un muchos otros factores”, explica la meteoróloga del SMN y “principalmente, con una circulación de vientos en superficie que aporten mucha humedad”, agrega. España “tiene DANAs todo el tiempo y no todas generan ese tipo de inundaciones”, aclara luego Fernández. Se trata de un fenómeno habitual en el otoño en el Mediterráneo. Aunque no todas las veces crean condiciones climáticas extremas como la de estos días.
Los expertos aseguran que la crisis climática y el calentamiento global provocan que este tipo de fenómenos extremos puedan ocurrir cada vez con mayor frecuencia en distintas partes del mundo. Y ello puede suceder en Santa Fe. Si bien no sería un DANA bien podría ocurrir la caída de abundantes lluvias en pocas horas. “Si nos preguntamos si el cambio climático tiene influencia en este tipo de fenómenos, la respuesta es que es probable, sin embargo, es necesario realizar un estudio llamado de atribución para poder tener la respuesta a esa pregunta”, afirma Müller.
El agua acumulada en las calles de Santa Fe. Archivo El Litoral
“Este tipo de tormentas son lo que más preocupados nos tiene hoy”, dice el encargado de Gestión de Riesgo Hídrico de la Municipalidad, Luis Mariano Cabal. Y ante la consulta respecto de si la ciudad está preparada para un fenómeno extremo de estas características, el funcionario responde con énfasis y con la intensión de transmitir la mayor tranquilidad posible a la población: “Sí, estamos preparados”. Pero, ¿qué quiere decir esto?
Gestión de Riesgo
Quiere decir que Santa Fe “cuenta hoy con un sistema de drenaje de excedentes pluviales hacia los reservorios, un sistema de bombeo hacia afuera de los anillos de defensa y terraplenes que reciben un mantenimiento constante”, enumera Cabal. “Lo que no quita que si cae tanta cantidad de agua no hay ciudad en el mundo que pueda evitar una emergencia”, aclara. “Por ello contamos también con un Manual de Procedimientos por lluvias y otro por crecida de los ríos, tenemos un Plan de Contingencia y de Evacuación con diferentes protocolos y niveles de alerta que se activan en cada situación bien delimitada”.
-¿Cómo sabe el vecino qué hacer ante una emergencia?
-Nosotros comunicamos, vamos avisando a la gente a través de los medios de comunicación y otras vías, para que le llegue a todo el mundo -explica Cabal-. Es nuestra responsabilidad tener bien aceitados los canales para que la información llegue. Para ello también capacitamos a la prensa. Y los coordinadores de distrito cumplen su función en contacto con los vecinos. No hemos techado la ciudad por si llueve -exagera el funcionario- pero estamos preparados para que si llueve de forma abundante el vecino tenga el menor percance posible y sepa qué hacer, para dar una respuesta rápida.
Sin alertas
Lo que les preocupa hoy a los responsables de Gestión de Riesgo de la Municipalidad es que hace varios meses dejó de funcionar un radar a través del cual recibían la información precisa al minuto para determinar las alertas tempranas por presencia de tormentas fuertes en la ciudad. “Ese radar está en el predio del INTA de la ciudad de Paraná y hace meses que no funciona, estamos muy preocupados”, insiste Cabal.
Las estaciones de bombeo son clave para extraer los excedentes pluviales en Santa Fe. El Litoral
El radar es parte del sistema dependiente del Servicio Meteorológico Nacional, cuya responsabilidad recae sobre el Gobierno Nacional. “Hicimos los reclamos necesarios, nos dicen que les faltan insumos y fondos, pero hasta el momento no tuvimos respuesta concreta”, dice el funcionario municipal, que resalta la importancia que tiene ese servicio para la ciudad de Santa Fe “porque nos da una gran precisión sobre el comportamiento de las tormentas. Desde el Gobierno Nacional no han tomado dimensión del problema, de lo que nos perjudica”.
“En el mientras tanto nos manejamos con nuestras estaciones meteorológicas propias, que cuando funciona ese radar del SMN nos brindan una información que es complementaria. Tenemos dos anillos de cinco estaciones en la zona para intentar determinar en cada caso qué es lo que sucede con el clima”, dice Cabal. Se trata de dispositivos electrónicos complejos implementados tras las emergencias de 2003 y 2007, que permiten emitir alertas tempranas ante eventos meteorológicos, como lluvias y vientos de intensidad.
Vandalismo y robos en casabombas
Otra preocupación que tienen los responsables de Gestión de Riesgo es el vandalismo y robo de cables y artefactos que sufren de forma reiterada las estaciones de bombeo o casabombas y el sistema de drenaje. “Estamos trabajando con la GSI (Guardia de Seguridad Institucional) y la Policía para tratar de evitar que ocurran estos hechos y podamos tener así el sistema listo ante cualquier eventualidad”, dice Cabal.
“Hay lugares en los que tenemos que sacar las bombas para que no se las roben y tener todo listos para instalarlas en caso de que sea necesario. En cambio hay otros lugares que por sus características no podemos dejarlos sin las bombas listas porque si empieza a llover hay que activarlas, entonces hay que controlar para que no se las roben”, describe el funcionario.
Por último, cabe mencionar que desde la segunda mitad del año pasado el Gobierno Provincial -la gestión anterior y la actual- vienen realizando obras de mantenimiento de los anillos de defensa de toda la Costa santafesina. Además, se está reparando un gran desmoronamiento ocurrido hace algunos años en la zona del Terraplén Garello, en la zona entre Colastiné Norte y Rincón.
-Tras las inundaciones de 2003 y 2007 se hicieron obras millonarias y se aprendió mucho sobre cómo actuar ante una emergencia hídrica. Los habitantes de esta ciudad son resilientes. Ahora bien, ¿qué obra de infraestructura todavía falta realizar en Santa Fe? -consultó El Litoral al responsable de Gestión de Riesgo.
-Tenemos un ambicioso plan director de obras elaborado por el Instituto Nacional del Agua (INA), del cual tenemos concretado más del 50 por ciento. Las obras fundamentales se hicieron o se están haciendo (como por ejemplo los desagües troncales). Sabemos lo que sufrió la gente en aquellas inundaciones y no queremos que se repita. Y si ello ocurre, estar preparados para que la gente retorne a sus hogares lo antes posible con nuestro apoyo -finalizó Cabal.
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