El Centro de Asistencia a la Víctima y al Testigo del Delito (C.A.V.) de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Santa Fe, atiende desde este viernes en la planta baja de la sede que la institución posee en la capital provincial con ingreso en Eva Perón 2726, donde se hará un acto a las 11 horas, para dejar habilitado oficialmente su funcionamiento.
Ese acto estará presidido por el Defensor del Pueblo a/c, Jorge Henn y el Director del CAV, Carlos Nallin, el personal del Centro y de las restantes áreas como así invitados especiales que trabajan en ámbitos públicos o privados con víctimas de toda clase de violencias.
El CAV fue el primero en su tipo creado en la provincia de Santa Fe en el año 1994, mediante la ley N° 11.202 y aunque inicialmente sólo atendía en esta ciudad y en Rosario actualmente lo hace también en las delegaciones de la Defensoría de Reconquista, Rafaela, Vera y Venado Tuerto.
Esa condición de pionera en trabajar interdisciplinariamente situaciones de violencia y enfocarse en las víctimas, sujetos invisibilizadas durante mucho tiempo por los sistemas institucionales, sociales y jurídicos, convirtió a esta dependencia de la Defensoría en una de las de mayor trascendencia.
“Los especialistas en derecho, psicología y asistencia y trabajo social que conforman el plantel profesional de CAV, no sólo son parte de uno de los equipos más calificados, por haber dado contención y acompañamiento a cientos de miles de santafesinos, mujeres, niños, ancianos vulnerados en sus derechos a lo largo de sus 28 años de asistencia sino por la labor docente que han realizado con sus pares que se despeñan ya sea en otras áreas del Estado santafesino, instituciones privadas e incluso Defensoría del Pueblo de otras jurisdicciones”, señaló Jorge Henn.
El Defensor a cargo, quien dispuso que se refuncionalizara la atención del CAV transfiriendo sus oficinas desde el segundo piso a la planta baja, especialmente reacondicionada ahora para este espacio, considera al hecho como “un merecido reconocimiento a esa labor y por partida doble. En primer término porque el espacio físico permitirá a los integrantes del Centro cumplir sus tareas con una mayor y merecida comodidad. Que, también, debe decirse, es necesaria dada la extrema sensibilidad de las problemáticas que se atienden por lo que, significa para las víctimas que acuden a diario mayor accesibilidad”.