El Río Paraná volvió a bajar en Santa Fe. Este martes al mediodía se registró un descenso de dos centímetros con respecto al día anterior. 37 cm midió el hidrómetro de la Prefectura Naval Argentina ubicado en el puerto de la ciudad capital.
Este martes al mediodía se registró nuevamente una altura récord en el puerto local: 37 cm. Es la marca más baja en cinco décadas. Tratativas con Paraguay y Brasil para que se puedan abrir las compuertas y atenuar la falta de agua.
El Río Paraná volvió a bajar en Santa Fe. Este martes al mediodía se registró un descenso de dos centímetros con respecto al día anterior. 37 cm midió el hidrómetro de la Prefectura Naval Argentina ubicado en el puerto de la ciudad capital.
De esta manera, el cauce continúa decreciendo y se aproxima a niveles que se vieron en la región hace más de 50 años. En 1970, la altura fue de 20 cm, según los datos aportados por el Instituto Nacional del Agua.
Como contó El Litoral, la bajante con rasgos históricos afecta notoriamente el paisaje ribereño y en la ciudad capital se puede apreciar la Laguna Setúbal con poca agua. A raíz de este fenómeno, especialistas de la UNL advirtieron por la peligrosidad de transitar sobre el suelo lagunar, sea en algún vehículo o a pie.
Por la bajante, el Gobierno argentino inició negociaciones con Paraguay y Brasil para que sus represas liberen volúmenes de agua que permitan paliar la situación.
Así lo indicó el presidente del Instituto Nacional del Agua, Juan Carlos Bertoni, quien señaló que el Ministerio de Obras Públicas de la Nación mantiene permanente contacto con autoridades brasileñas para seguir la coyuntura.
En cuanto a las represas sostuvo que tienen la capacidad de morigerar la grave situación.
"Una represa es como el tanque de agua de una casa, es decir, cuando en algún momento hay una falta provisión se puede aprovechar el volumen del tanque; de la misma manera, las represas contribuyeron a lo largo de muchos años a que algunas bajantes de los ríos no se hayan sentido", explicó.