El Espacio Educativo Surgir funciona desde el año 2016 en La Casa del Sur, institución que por estos días celebra su vigésimo aniversario y tiene su sede en San Jerónimo 1133 de la ciudad de Santa Fe.
Esta novedosa propuesta educativa se desarrolla desde hace tres años en las amplias instalaciones de La Casa del Sur. Implica una forma distinta de explorar y abordar la relación entre pares, donde el gesto, la palabra y las imágenes cobran esencial preponderancia. Allí, los talleres interdisciplinarios son la principal herramienta de capacitación y aprendizaje.
El Espacio Educativo Surgir funciona desde el año 2016 en La Casa del Sur, institución que por estos días celebra su vigésimo aniversario y tiene su sede en San Jerónimo 1133 de la ciudad de Santa Fe.
Básicamente, Surgir es una propuesta integral de educación no formal, avalada por el gobierno de la provincia (a través del Ministerio de Educación) y reconocida, incluso, en el orden nacional e internacional, ya que en 2018 fue reconocida como “Proyecto exitoso a nivel global” por el Congreso Mundial de Mediación y Cultura de Paz, mientras que en 2019 recibió la “Bandera de la Paz” de parte de la Asociación de la Casa de la Pax Cultura.
Su metodología de trabajo está fundada en la comunicación no violenta, la búsqueda de la convivencia entre pares y la “provención” de situaciones conflictivas, aspectos que no sólo distinguen a la modalidad de aprendizaje desarrollada por este espacio educativo, sino a toda esta experiencia pedagógica en su conjunto.
Para conocer mayores detalles de esta labor y del propio método de enseñanza, El Litoral dialogó con Lucía Paris y Claudia París, presidenta y secretaria, respectivamente, de la Asociación Pensamientos en Movimiento, la entidad de referencia del Espacio Educativo Surgir. También estuvieron presentes Rita Ceaglio y Nelly Fleytas, facilitadoras de los talleres, el principal formato con el que se lleva adelante esta iniciativa.
Respecto al origen de Surgir y su historia institucional, Lucía aclaró que el inicio de sus actividades está relacionado con un “puntapié inicial”, dado desde la Oficina de Proyectos Institucionales, que tuvo gestación durante la presidencia de Leonardo Simoniello en el Concejo Municipal santafesino. “Allí empezamos con acciones que tienen que ver con la convivencia y la participación, siempre en el marco de actividades con los jóvenes”, remarcó Lucía, sin dejar de aclarar que, no obstante aquel primer enfoque ligado preferencialmente hacia los adolescentes, Surgir fue creciendo como un ámbito de trabajo dedicado a la comunidad en general y a las distintas franjas etarias. “Comenzamos trabajando con jóvenes adolescentes y seguimos con los distintos actores de la sociedad civil, representativos de diversos grupos humanos”, acotó.
Nuevo enfoque, nuevas miradas
Dentro de esas primeras intervenciones surgió la posibilidad de presentar en la provincia de Santa Fe las exposiciones del Centro Ana Frank Argentina. Así fue como el grupo se convirtió en el equipo que gestiona y sirve de enlace del Centro en distintas localidades santafesinas. Además, entre los antecedentes de la labor de Surgir en dicha etapa, están las muestras multitudinarias realizadas en la Estación Belgrano, entre ellas la del Museo para Niños Barrilete de Córdoba (“El mundo según Mafalda”) y la del artista plástico Pablo Bernasconi.
A partir de todo ese esfuerzo grupal, empezaron a ver la necesidad de contar con un lugar específico, donde poder anclar todas esas actividades de forma más estructurada y organizada, contando con ese importante bagaje previo y un equipo ya armado. Entonces, “apareció la posibilidad de alojarse en La Casa del Sur, a la que estamos vinculados de manera muy cercana”, recordó Lucía. En ese espacio físico, Surgir pudo empezar a diseñar y armar los dispositivos, locaciones, representaciones y juegos necesarios para abordar adecuadamente las temáticas y abordajes en los que estaban incursionando.
A ese segundo paso, dado en 2017, le siguió la constitución de la asociación civil, en 2018, bajo el nombre Pensamientos en Movimiento, denominación que hace honor a uno de los lemas de la entidad. “Al pensar en esas palabras, más allá del significado, podemos decir que este es un espacio que nos convoca permanentemente para prestar un servicio a la comunidad, con la impronta fuerte de la multidisciplina, que es la que nos permite mover esos pensamientos y hacer surgir nuevas miradas, siempre trabajando en la construcción de la convivencia, la participación y el ejercicio ciudadano”, explicó a su turno Claudia, que es hermana de Lucía y la acompaña en esta propuesta.
“Si pensamos en nuestro objetivo pedagógico, abordar una problemática como la violencia, necesariamente tienen que surgir nuevas miradas y nuevas acciones, es decir nuevas formas de afrontar los conflictos cotidianos y las conductas violentas que se manifiestan en la sociedad, porque las otras formas, más tradicionales (o clásicas), entendemos que no han dado resultado”, prosiguió Claudia, a la vez que Lucía ofreció su mirada sobre el bullying, al que ellas llaman “acoso entre pares”.
La idea de “provención”
“A esas nuevas formas debemos buscarlas, porque quizás están en la comunidad y hay que descubrirlas, para convertirlas en alternativas pedagógicas”, retomó Claudia. En materia de relaciones humanas, dijo, existen un tejido social y un contexto, en el que muchas veces afloran ciertas riquezas inexploradas, que a veces son dejadas de lado porque se privilegian otras cuestiones y no se hace foco en buscar “esas semillas, esos valores y derechos que están ahí, aunque no se prioricen”.
Rápidamente surgió el ejemplo del que este medio fue testigo: la presentación de una nueva etapa del proyecto “Cortitos y al pie”, publicada en la edición del 19 de septiembre de 2018. En la oportunidad, Surgir trabajó en forma conjunta el deporte, la literatura y la convivencia, con jugadores juveniles que viven en las pensiones de los clubes más populares de Santa Fe, Colón y Unión. Con ellos, describió Claudia, hubo un trabajo importante en temas como la competencia, la cooperación, la necesidad de pensarse como individuos y a la vez partes de un equipo, involucrando en ese recorrido el hábito de la lectura, con la literatura y específicamente la que hay sobre fútbol (muy nutrida y variada por cierto) como nexo.
“Se trabajó mucho a partir de esos relatos, sumando la capacidad de expresión de los chicos, no solo la corporal, sino la de que dan la palabra, el arte o el dibujo”, completó la idea. A continuación, Lucía resaltó el trabajo transversal de la institución, el que se hace desde un paradigma, el de la comunicación no violenta, que da un marco conceptual a todas las actividades que se plantean y realizan. El protagonista es siempre el que viene, dijo, “nosotros lo que hacemos es abordar mediante juegos, actividades lúdicas y una gran variedad de recursos didácticos el tema de los ruidos en la comunicación”. “Nos enfocamos siempre en la convivencia y la participación, desnaturalizando estereotipos y prejuicios, lo que implica que estamos trabajando directamente sobre la violencia”, redondeó Lucía.
Para finalizar, Claudia se refirió al método que utilizan para trabajar, al que llaman “provención”, que no es prevención y que significa “ir un paso más atrás de cuando empezamos a prevenir”. “Significa buscar las causas más profundas del problema, que son las que a futuro van a originar esas situaciones de violencia sobre las que hay que trabajar, haciendo uso de las habilidades sociales adquiridas en el aprendizaje”, concluyó.
Cuatro pasos, cuatro ejes
Respecto al concepto de “provención” y la diferencia de provenir respecto a prevenir, Claudia París manifestó: “La construcción de las habilidades sociales nos permite advertir esos primeros síntomas, para poder generar respuestas creativas y novedosas que no sean siempre lo mismo, porque sabemos a dónde nos llevan. Lo innovador que proponemos, a través del paradigma de la comunicación no violenta, es que nosotros desarrollamos un método propio”.
Ese método propio consiste en cuatro pasos, que son los cuatro ejes de la comunicación no violenta: la observación, la comunicación propiamente dicha, la expresión y la acción. “Se lo planteamos a quienes vienen a hacer nuestros talleres o a quienes ayudamos con nuestros dispositivos”, acotó. Dicha metodología es la base del trayecto educativo no formal que representa Surgir. Incorpora los cuatro ejes, que son los que generan el aprendizaje en habilidades sociales. Se trabaja en formato taller, con herramientas que son lúdicas, como por ejemplo, audiovisuales, juegos, textos.
Sello distintivo y trampolines
Para Lucía Paris, el sello distintivo de Surgir es que se trabaja con formato de taller y mediante el aprendizaje colaborativo. “Todo lo que se ve acá, desde la construcción de cada uno de los dispositivos, hasta el desarrollo de las actividades propuestas están hechas por nuestro equipo, probadas y trabajadas por el grupo”, aclaró. “Intentamos crear un ambiente que no sea áulico, en el sentido más tradicional de la enseñanza en un aula”, siguió.
Todo lo que está en las paredes, en el patio, cada uno de los objetos o disposiciones es para realizar alguna actividad, que tiene que ver con el método de trabajo. Por lo general se trabaja con grupos, no con personas solas. Se encuentra un trayecto de taller y se proponen actividades a las que llaman trampolines (porque sirven para “saltar” las viejas respuestas y buscar otras nuevas), para no usar la palabra que se usaba antes, disparadores. “El que viene se encuentra con facilitadores, no con un docente que se para a enseñar teóricamente”, subrayó.
Para 2020 están proyectados los talleres de verano “Surgir jugando”, para niños de 6 a 12 años, así como “Surgir itinerante”, que implicará instancias de portabilidad de los dispositivos y los recursos del espacio, para que pueden trasladarse a otros ámbitos de la ciudad y de la provincia.
A modo de síntesis, se puede decir que el objeto de Surgir es el abordaje de los fenómenos sociales relacionados con la violencia, mediante la aplicación de la “provención” y el método de los cuatro pasos, que son los ejes que comprende el paradigma de la comunicación no violenta. Lo abordan mediante la realización de talleres interdisciplinarios. Un ejemplo de dicho trabajo puede reflejarse en el tratamiento del bullying. A nosotros no nos gusta utilizar la palabra bullying, dijo Lucía Paris, preferimos la expresión “acoso entre pares”.
“Lo pensamos como algo que sucede en un contexto, un curso o un grado, que no están aislados en el medio de la nada, sino que pertenecen a un barrio, una escuela, una realidad socioeconómica y un país”. “No vemos solamente al agredido y el agresor, que es lo típico. No, intentamos trabajar con todo el grupo, porque también en esta relación hay observadores, que suelen ser pasivos, porque miran y no intervienen, pero porque naturalizaron esas situaciones. Buscamos que tomen otra actitud y puedan formar parte de la posibilidad de cambiar ese proceso que se repite una y otra vez si no se cambian esas conductas que terminan ayudando a que las cosas sean como son”.
Contactos
La Asociación Pensamientos en Movimiento se solventa, en parte, con el aporte solidario de terceros. Como es una institución exenta del impuesto a las ganancias, todo aquel que quiera hacerlo puede donar las deducciones de sus tributos, llamando al número (0342) 155-09885. Otra forma de contactarse con la entidad y de acceder a la información institucional es a través de su web: www.espaciosurgir.com.ar.