El desastre provocado por la inundación de 2003 en barrio Centenario dejó marcas imborrables en la vida de sus habitantes. A pesar de los trabajos de reparación, los vecinos aún sienten que no han recibido toda la ayuda necesaria y las imágenes de la catástrofe siguen presentes en la memoria de quienes vivieron este terrible evento.
“Era la nochecita cuando todo comenzó, el agua empezó inundar las calles de forma repentina. No podíamos creer lo que estaba sucediendo…’San Lorenzo, Chalet y Centenario no se inundaba’ dijo el Sr. Álvarez”, recuerda Rosa Díaz, vecina torre 11 del fonavi Centenario, aún conmocionada por la tragedia. “Los habitantes lucharon contra la fuerza del agua, tratando de proteger sus hogares con arena de las plazas y ayudándose entre sí, pero la situación se volvía cada vez más crítica”, agregó.
Hasta el día de hoy, hay barrios que no han recibido suficiente ayuda, y las consecuencias del desastre siguen siendo visibles. “La gente recuerda cómo tuvieron que refugiarse en lugares elevados como el tercer piso y en el hospital de niños, mientras el agua inundaba la cancha y amenazaba con derribar murallones”, manifestó Díaz.
A pesar de los esfuerzos por reconstruir y reparar lo perdido, la imagen de la inundación sigue siendo imborrable en la memoria. "Fue duro, fue muy duro", confiesa Rosa, quien asegura que aún se siente el impacto de la tragedia. “Con el 29 de abril acercándose, las personas agradecen estar vivas y buscan la manera de superar esta difícil situación”, añadió.
“Es fundamental que las autoridades presten atención a los barrios que aún no han recibido la ayuda necesaria y continúen con los esfuerzos de reconstrucción, para que los habitantes de Centenario puedan recuperar la normalidad en sus vidas y enfrentar el futuro con esperanza”, culminó.
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