Este lunes por la mañana, el Dr. Juan Pablo Poletti, director del Hospital “José María Cullen”, brindó un reporte respecto del estado de salud de los dos policías heridos en la explosión ocurrida el pasado viernes en la Jefatura de la Unidad Regional I de la Policía de la Provincia.
El médico informó, que ambos pacientes se encuentran “estables”, transcurriendo el tercer día de internaciòn en terapia intensiva.
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Respecto del hombre de 35 años, “continúa con asistencia respiratoria mecánica, con neumonía espirativa, con control de las quemaduras, con curaciones locales de las heridas de rostro, cuello, miembro superior y genitales. Se encuentra estable con buena función renal con pronóstico reservado, y se le agregó toda la antibioticoterapia para una neumonía bronco aspirativa".
Mientras, el otro paciente, de 43 años, “ está con monitoreo continuo de su oxigenación. Se alimenta por sus propios medios por boca. En tanto, se encuentra con curaciones locales de las quemaduras en rostro, miembro superior, genitales, y todo lo que es torso y abdomen, evolucionando favorablemente, pero su pronóstico continúasiendo reservado”, explicó el director del hospital.
Pirotecnia no judicializada
En la investigación de este delicado asunto, en las últimas horas pudo saberse que la pirotecnia hallada en el lugar de los acontecimientos no se encontraba judicializada ya que fue retenida en procedimientos efectuados de manera conjunta en diciembre del año pasado por personal de la Brigada de Explosivos URI y la Municipalidad de Santa Fe.
Vale decir que la totalidad de la pirotecnia secuestrada (unos 2.800 kilos aproximadamente) no estaba en el marco de ninguna causa judicial (ni federal, ni provincial). Por lo tanto no se requería de la orden de ningún juez, ni de ningún fiscal para que sea destruida.
Tenés que leerVideo: el momento de una de las explosiones en la Jefatura de la URIEn tanto siguen las repercusiones del informe realizado por los peritos de Dirección General de Explosivos y Riesgos Especiales de la Policía Federal Argentina (al que tuvo acceso exclusivo El Litoral), sobre el siniestro ocurrido el viernes en el edificio de la URI.
Los expertos concluyeron que el inmueble ubicado en Urquiza al 700 no reúne las condiciones adecuadas de seguridad para el almacenamiento y/o manipulación de ese tipo de elementos.
Dicho en otras palabras: los investigadores apuntaron que durante años la jefatura de la URI tuvo en sus instalaciones una verdadera bomba de tiempo, lo que supone una amenaza real y concreta no solo para sus trabajadores, sino para toda la barriada.
Tras la inspección en el lugar del desastre, los expertos llegaron a tres conclusiones:
La primera es que a raíz de la explosión y el posterior trabajo de los bomberos en la extinción de las llamas, un gran volumen de pirotecnia se halla mojado y en mal estado de conservación.
La segunda es que existe material sensible que amerita su destrucción inmediata.
Por último ninguna de las fuerzas de seguridad locales cuenta con un polvorín normado para el resguardo del material que se encuentra en buenas condiciones.