Gastón Neffen
El agua comenzó a llegar a las viviendas el viernes. Hay familias que construyeron ranchos sobre la calle y otras que se refugiaron en el ex frigorífico.
Gastón Neffen
La crecida del Salado llegó al barrio La Vieja Tablada, en el extremo noroeste del ciudad. Un grupo de familias levantaron ranchos en la calle porque sus viviendas tienen unos 30 centímetros de agua desde el viernes.
“Necesitamos botas porque hay muchas víboras y también nylon para colocar en el techo de los ranchos que hicimos porque está lloviendo mucho”, pidió Angel Duarte, que improvisó una vivienda provisoria en la calle y también corrales para las chanchos que cría. A las gallinas no le quedó más remedio que dejarlas en el techo del rancho inundado.
Ricardo Gómez también levantó como pudo un rancho al lado de la calle. “Me falta nylon para el techo, puse unos pedazos que encontramos pero no va a aguantar si llueve mucho”, reconoció. En frente tienen un baño químico que colocó el municipio.
En frente del rancho “La Esperanza”, el de Enrique Ríos —uno de los referentes del barrio— está el tanque de agua potable que dejó Aguas Santafesinas y también hay más baños químicos.
“La verdad es que necesitamos más y no sabemos hasta dónde va a crecer el agua. Por suerte desde el viernes está en el mismo nivel”, contó Alejandra Fregonese, la mujer de Ríos (el río está oscilando cerca de los 6 metros en el puente sobre la ruta 70 en Recreo).
Ya hay algunas familias que se “autoevacuaron” en las ruinas del ex frigorífico municipal. El polideportivo La Tablada es el centro de evacuados que tiene previsto el municipio, pero la gente del barrio —sobre todo los hombres— suelen preferir quedarse en los ranchos que improvisan en la calle para poder cuidar sus animales y sus cosas.
Desde el punto de vista sanitario, la situación es complicada. El agua llega casi hasta la calle, hay animales sueltos por todos lados y mucha basura, en una de los barrios más pobres de la ciudad y que está fuera del anillo de defensas.
“Vamos a necesitar alimentos porque, además, esto va a durar varias semanas. En el otoño estuvimos más de tres semanas viviendo en estas condiciones”, planteó Fregonese.
Con fondos nacionales está previsto construir el barrio Los Jesuitas para reubicar a estas familias.