Lía Masjoan
El fiscal de Estado firmó un convenio de reparación integral con los papás de la joven que falleció en 2007.
Lía Masjoan
Twitter: @lmasjoan
Ocho años después del fallecimiento de Ana María Acevedo, su familia recibió las disculpas y el tan esperado reconocimiento de lo sucedido por parte del gobierno provincial. La joven murió en 2007, cuando tenía 20 años; estaba enferma de cáncer, embarazada y el Comité de Bioética del hospital Iturraspe se negó a practicarle un aborto.
Esta mañana, el fiscal de Estado, Pablo Saccone, recibió a Norma Cuevas y a Aroldo Acevedo, los papás de Ana María, y a sus hijos. En su despacho de Casa de Gobierno firmaron un convenio de reparación integral que incluye, además del pedido de disculpas, un resarcimiento económico para la familia. Se sustenta en un decreto que hoy firmó el gobernador Antonio Bonfatti, atendiendo a las recomendaciones que hizo el fiscal en marzo de este año.
“Transmito las disculpas del Estado por haber tenido que transitar por todo esto”, les manifestó el funcionario.
“Nosotros estimamos que en ese momento el Estado no dio la respuesta que tenía que dar legalmente y por eso se asume la responsabilidad y, más allá de una disculpa a la familia, se trata de reparar, en la medida en que una suma de dinero poco puede reparar los sentimientos de esta profundidad”, afirmó Saccone al fundamentar la decisión.
Por su parte, la mamá expresó que “es un buen reconocimiento a Ana, al menos el gobierno reconoció lo mal que hicieron los doctores, a ella y a toda la familia porque dejó tres chicos. Estoy muy agradecida”. Respecto a sus nietos, que tienen entre 14 y 9 años, contó que “saben todo lo que pasó, por eso están aquí hoy; la mamá no está con ellos pero me tienen a mí y a Aroldo”.
“Quiero decirles a los doctores nuevos que sigan para adelante, que no vuelvan para atrás a hacer lo que hicieron los otros; que hagan bien las cosas. Y nosotros vamos a seguir pidiendo justicia”, destacó.
Qué dice el dictamen
El 17 de marzo de este año, Saccone emitió un dictamen en el que reconoció la responsabilidad del Estado provincial en el caso y le sugirió una propuesta para “tratar de reparar el daño causado”.
“Ana María Acevedo y sus padres confiaron en la provincia y en que el Estado los ayudaría y les brindaría atención. Y esa confianza y esperanza de protección fueron traicionadas. Por eso ahora la provincia, ya que no pudo hacerlo con ella, debe proteger a sus familiares y honrar el recuerdo de su ciudadana, a la que no asistió en su oportunidad quebrantando su compromiso”, expresó el fiscal a través de su dictamen.
Y agregó: “Entiendo que la provincia debe, en consecuencia, asumir su responsabilidad y pedir las disculpas del caso. Junto con la conformidad de la propuesta formulada para tratar de reparar el daño causado como así también asumir el compromiso de evitar que esos hechos se repitan, para así de alguna manera rescatar el legado que Ana María ha dejado”.
De todos modos, en el dictamen queda al margen la responsabilidad penal de los médicos; sólo soslaya la de la provincia, a través de las conductas de sus funcionarios públicos -los médicos-, con lo cual no tiene vinculación con la causa penal que sigue su curso en la Justicia.
“Efecto político”
Esta mañana, la familia estuvo acompañada, como siempre, por las referentes de la Multisectorial de Mujeres, quienes el 10 de diciembre de 2007 iniciaron el reclamo administrativo.
Para Paula Condrac, abogada de la entidad, el dictamen “debería tener un efecto político muy grande y es una gran satisfacción para la familia, porque es el primer reconocimiento que tiene la provincia con ellos, más allá del procesamiento de los médicos que dictó el Dr. Pocoví”. En un comunicado que emitieron hoy destacan: “La provincia de Santa Fe, en un hecho histórico, sin emitir juicio acerca de la responsabilidad penal de los médicos que de un modo u otro habrían intervenido en el resultado final de su muerte, reconoce el carácter de ciudadana de Ana María, pide disculpas y asume el compromiso de adoptar medidas de no repetición”.
Al mediodía, se realizó un acto de homenaje a Ana María Acevedo en la plazoleta del hospital Iturraspe que lleva su nombre.
El caso
En mayo de 2006, a Ana María le extrajeron una muela en el Samco de Vera, pero siguió con dolores y molestias. En octubre, luego de realizar muchas consultas, le confirmaron que padecía un tumor maxilar. En noviembre, la operaron en el hospital Cullen.
Luego de la intervención, fue derivada al hospital Iturraspe porque necesitaba rayos y quimioterapia, pero como estaba embarazada y los rayos están contraindicados para el desarrollo del feto, en el servicio de Oncología se le explicó que se realizaría un ateneo para analizar su caso.
La derivaron al área de Ginecología pero a los pocos días se retiró, según los registros del servicio “con alta voluntaria”. Su madre aseguró que le pidieron que firme un papel y que retorne en marzo. Pero en febrero, con la cara deformada y dolores intensos, volvió al hospital. La familia pidió que se le realice un aborto no punible, por el agravamiento de su estado de salud.
El Comité de Bioética del hospital decidió continuar con el embarazo hasta la semana 24, con cuidados paliativos pero sin realizar rayos o quimioterapia, para inducir el parto en esa fecha. El 27 de abril nació la beba (con 22 semanas de gestación), pero falleció a las pocas horas. Para Ana María ya era tarde: a pesar de que se inició el tratamiento contra el cáncer murió el 17 de mayo de 2007.