Las imágenes de tortugas marinas, delfines, ballenas u otra especie que habita en el mar, con residuos que se enredan en distintas partes de su cuerpo y que los afectan hasta matarlos, generan conmoción y preocupación. Sin embargo, para observar a la fauna perjudicada por los residuos que las personas dispersan a granel no hay que irse muy lejos, ya que en el río Paraná, sus afluentes y en sus ambientes cercanos las situaciones son infinitas.
"En total documentamos y analizamos 90 casos diferentes de todo tipo de interacciones entre residuos plásticos y fauna. En 44 especies de agua dulce y terrestres. En este estudio, proporcionamos por primera vez evidencia irrefutable (documentada fotográficamente) de las consecuencias negativas para la fauna de los desechos plásticos que llegan a los ambientes terrestres y de agua dulce", destacó Martín Blettler, Dr. en Ciencias Biológicas e investigador independiente del Conicet (INALI-UNL), en una entrevista con El Litoral.
Blettler trabajó en este estudio junto a Clara Mitchell, ingeniera Industrial e investigadora en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), quienes contaron los detalles de su investigación que fue publicada por "Science of the Total Environment", una revista internacional multidisciplinaria para la publicación de investigaciones novedosas, impulsadas por hipótesis y de alto impacto sobre el medio ambiente.
-¿Cómo surgió la idea de investigar la presencia de los plásticos en los ambientes acuáticos y su interrelación con la fauna?
-Clara Mitchell (CM): La idea surgió como el paso posterior y necesario al estudio y cuantificación de los residuos plásticos en el río Paraná y sus ambientes circundantes. En este punto creímos imperioso determinar científicamente algunos de los impactos directos sobre la fauna de los residuos plásticos, hoy tan abundantes y dispersos por los ambientes naturales.
Bajo el concepto que a veces una imagen vale más que mil palabras, nos pareció interesante desarrollar esta línea de trabajo en conjunto e involucrando la ciudadanía en su conjunto. Mucho se sabe sobre la contaminación plástica en ambientes marinos, pero muy poco sobre qué pasa territorio adentro. La idea fue achicar esta brecha y demostrar lo que está pasando aquí y con la fauna de nuestra región. La ciencia ciudadana nos permitió "multiplicar nuestros ojos" en el campo, dándole también la rigurosidad científica que se requiere para este tipo de publicaciones en revistas internacionales.
-Hicieron una convocatoria para que distintas personas compartieran fotos para evidenciar estas situaciones ¿Qué respuesta obtuvieron?
-CM: Si bien siempre habíamos mencionado en las charlas que si alguien tenía alguna imagen no dudara en mandárnosla, y algunas habíamos recibido, no habíamos logrado las suficientes como para entender qué era lo que estaba pasando. Entonces, armamos la convocatoria específica para esta iniciativa y debemos admitir que nos sorprendió la cantidad de registros que nos llegaron. Hay muchas personas conscientes de que la problemática es seria y a través de esta iniciativa encontraron una manera de contribuir al entendimiento de la misma.
Desde ya queremos agradecer enormemente a todas aquellas personas que se tomaron el trabajo y el tiempo de enviarnos las imágenes, algunas muy duras, por cierto, porque sin ellos este trabajo no hubiera sido posible. Seguimos recibiendo imágenes de interacciones entre la contaminación plástica y nuestra fauna: 343-4-806895, 341-6-207756 o al email [email protected].
-Al observar las imágenes ¿A qué conclusión llegaron?
-Martín Blettler (MB): Algunas de las conclusiones fueron evidentes e inmediatas. Muchas de las fotos hablaron por sí mismas, nos contaron una "historia", una historia sobre la "relación-toxica" que hemos creado con los plásticos y cuya consecuencia, lamentablemente, es asumida por la fauna y el ambiente natural. Muchas de las fotografías reflejaron el claro e inequívoco momento en que un individuo de una determinada especie entra en contacto con un residuo plástico, es decir "se encuentra" con un elemento completamente ajeno a su ambiente y para el cual ninguna adaptación o comportamiento evolutivo ha sido desarrollado.
Los encuentros de la fauna con los residuos plásticos fueron clasificados básicamente en: 1) ingestión, algunas fotos captan el momento preciso cuando una especie pretende ingerir un residuo plástico (por ejemplo, un biguá intentando tragar una bolsa plástica, probablemente confundiéndola con alimento); 2) enredos con los plásticos, muy común entre aves y peces, particularmente con elementos de pesca en desuso como pedazos de redes viejas o tanzas (por ejemplo, caranchos atrapados en mendrugos de redes enmarañadas en árboles y ramas); 3) el uso de plástico como material de nidificación, la mayoría de los casos fueron aves (por ejemplo, numerosos espineros grandes y benteveos) y mamíferos (como la comadreja común) y hasta invertebrados (como una especie de abeja solitaria); 4) el uso de plásticos como vector para el asentamiento o transporte de biota. Este es un fenómeno muy observado en la especie invasora asiática Limnoperna fortunei (mejillón dorado). Es decir, botellas y otros objetos plásticos son colonizadas por esta especie invasiva, favoreciendo aún más su establecimiento y dispersión.
La mayoría de los enredos con aves, mamíferos, reptiles y peces tuvieron consecuencias letales para los organismos involucrados (casi el 60%). El enredo en aparejos de pesca abandonados y con anillos (de seguridad) de las botellas fueron particularmente peligrosos y relativamente frecuentes en este estudio. Por ejemplo, biguás, caranchos, calandrias, caraús, lagartos overos, y otras especies fueron registrados atrapados en estos objetos sin posibilidad de escape ni de supervivencia. En este sentido, este tipo de objetos plásticos, así como muchos otros, tristemente funcionan como "trampas a la deriva" aprisionando, estrangulando o asfixiando muchas especies que se topan con éstos.
-¿Qué consecuencias puede traer que las aves hagan uso de los residuos?
-MB: Las aves fueron, con mucho, el grupo más afectado por los residuos plásticos y, penosamente, el que más interactúa con éstos (más de un 70% de los encuentros registrados en este estudio fueron entre aves y plásticos, siendo directamente afectadas al menos 30 especies diferentes). Muchas de las aves usan los residuos plásticos como material para la nidificación, con consecuencias negativas como quedar atrapadas hasta la muerte con los mismos residuos que utilizaron (por ejemplo, algunos individuos de hornero fueron registrados en estas circunstancias), la ingesta de los mismos, así como cambios en la temperatura y humedad natural dentro del nido.
-¿Qué casos les llamaron más la atención?
-MB: Un caso fue muy llamativo fue el registro de un nido del género Sporophila construido 100% de tanzas de pesca plásticas. Hasta dónde sabemos, se trataría del primer registro a nivel mundial de una situación como esta. Sin bien las consecuencias directas de esto están aún bajo estudio, presuponemos que el anclaje del nido a los arbustos donde habitualmente lo hace es significativamente menos efectivo dada las características flexibles de las tanzas y la alta complejidad y esfuerzo que exige su manipulación y amarre entre sí y a otros objetos. Apoya esta conjetura el hecho de que dicho nido fue registrado caído en el suelo.
Otro caso particular fue un nido del género Furnariidae que fue construido utilizando cuantiosas cantidades de cubiertos plásticos descartables, decenas de ellos, particularmente tenedores y cuchillos. El peligro potencial de que los progenitores y pichones acaben lesionados o lastimados por estos objetos es claramente alto.
En síntesis, en estudios previos visibilizamos y cuantificamos las colosales cantidades de residuos plásticos que se encuentran dispersos en el río Paraná, sus lagunas, playas y ambientes circundantes. Ahora demostramos algunos de sus impactos directos sobre la fauna. La necesidad de reducir el empleo de plásticos descartables, así como de mejorar los sistemas municipales de recolección y tratamiento de los mismos es imperiosa.