Gastón Neffen
Colocan macetones, sombrillas y bancos para crear pequeños espacios verdes en los canteros de las calles.
Gastón Neffen
En la plaza más importante de la Ciudad de México, el municipio armó una “microplaza” entre el antiguo Palacio del Ayuntamiento, que ordenó construir Hernán Cortés (y que fue reconstruido en el siglo XVIII) y la explanada central de “El Zócalo”. Al igual que en calle Mendoza, hay macetones con plantas y también colocaron bancos y sombrillas.
La gente las usa para leer los diarios y descansar. Y también la aprovechan los turistas para mirar sus fotos y chequear sus teléfonos porque hay wifi. Es parte de una política general del gobierno local, que se preocupó por crear micro espacios verdes en una ciudad en la que cada metro vale oro, por la alta densidad: casi 6.000 habitantes por kilómetro cuadrado, con una población de casi 9 millones de personas, que se incrementa a 21 millones de habitantes si se considera la gente que vive en la zona metropolitana del valle de México.
Desde esta microplaza, la vista es impresionante: en frente está la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, que se construyó en el lugar que ocupaba uno de los principales templos de los “mexicas” —los aztecas— y a la derecha está el Palacio Nacional, sede del gobierno y un edificio famoso por los murales que pintó Diego Rivera.