De la Redacción de El Litoral
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Porque supieron lo que pasó en el plan de viviendas de Santa Rita II resolvieron hacer lo mismo en Las Delicias. Ese es uno de los argumentos que esgrimen los ocupantes del Plan Federal que se está construyendo en Aristóbulo del Valle al 9700, al que se le sumó la necesidad de mejorar su condiciones de vida.
Las 80 familias proceden de barrios de la periferia como Guadalupe Oeste, Yapeyú o La Nueva Tablada, de ranchos de chapa y bolsas, de casas prestadas o de convivir en una misma vivienda con otras familias.
Hoy a las 10, en el complejo tomado entre el miércoles y el sábado de la semana pasada parecía un día corriente como en cualquier otro barrio pero con las condiciones de vida un tanto improvisadas. Los pastos están altos o quemados por sectores, las casitas no tienen vidrios, sólo aberturas, y a otras les falta el techo. No hay energía eléctrica ni agua. La ropa recién lavada colgaba de alambres enclenques colocados para delimitar las “propiedades”. Las mujeres barrían o mateaban en la vereda y los chicos (hay muchos, muchos niños) jugaban por todos lados.
Como en todo barrio ya hay una despensa que se advierte con un pizarrón puesto en la vereda de una vivienda ubicada al fondo de la calle central. Hay perros y gatos, aunque también víboras, alacranes, ratas y mosquitos, cuentan los vecinos.
Por la buena predisposición de un vecino de la zona, los ocupantes del plan consiguen agua y energía eléctrica para cargar linternas y celulares aunque la convivencia no es la mejor.
Vanesa y Natalia no se conocían pero en la toma de Las Delicias son vecinas y en las charlas de vereda se dieron cuenta de todo lo que tienen en común. Ambas pasaron 15 y 10 años respectivamente esperando que les toque una vivienda de un plan hasta que un día de la semana pasada se les agotó la paciencia. “Yo no soy una piquetera, siento que el gobierno nos ve así. Le pido disculpas a la gente que sigue esperando para tener su casita pero ya no podía más”, reflexionó Natalia notablemente afligida y justificó varias veces su actitud con la necesidad de darle un mejor hogar a sus cuatro hijos.