El Litoral
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La iniciativa es de alumnos y profesores de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNL. Buscan generar conciencia ciudadana para evitar enfermedades y contaminación. Una Ordenanza municipal lo regula, pero no se cumple ni se controla.
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Caminar por las veredas de la ciudad y llegar con la suela limpia al final del día es un desafío cotidiano, porque permanentemente hay que esquivar excrementos de perros, ya que muchos dueños no recogen lo que deja su mascota.
Para generar conciencia ciudadana y que los espacios públicos estén limpios, los alumnos y profesores de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) impulsaron la campaña denominada: “Si el perro es tuyo, lo que deja también”.
Esta iniciativa se enmarca entre las propuestas de extensión universitaria, que promueven la educación para la salud. El tema es abordado en torno a la contaminación del espacio público como consecuencia de las heces que provienen de mascotas, fundamentalmente en plazas, parques, playas, veredas.
“Los alumnos están motivados y comprometidos con ayudar a la salud pública”, comentó la veterinaria Betina Mariño, quien también es docente de la facultad. “Es una cuestión de hábitos de conducta, que cualquier vecino puede adoptar y no es algo que dependa del nivel económico o educativo que tenga la persona, sólo de conciencia y conocer los riesgos que genera el excremento en contacto con el humano”, expresó en diálogo con El Litoral.
Muchas veces el tema de las mascotas y las personas genera inconvenientes, porque hay gente que tiene empatía hacia los animales, pero otras no. Por ello, tener la costumbre de recoger la materia fecal ayuda a la sana convivencia. “Si no se hace se crea una tensión entre los que les gustan las mascotas y a quienes no le simpatizan del todo”, sostuvo Mariño.
Para facilitar esta acción, los alumnos y docentes involucrados, diseñaron una calcomanía, para que el vecino la pueda pegar en una botella de plástico invertida, para colocar dentro bolsas de residuos, y luego la botella puede ser colgada en un árbol.
Insalubre
Los más expuestos a la caca de las mascotas son los niños, debido a que como una de las vías de transmisión es fecal-oral (a través del contacto con las heces en las plazas), pueden ocasionar lesiones oculares graves, ya que su curiosidad los expone a un mayor riesgo en comparación con los adolescentes y adultos. También los ancianos, las embarazadas y quienes padecen enfermedades inmunodepresoras, son propensos a padecer algún tipo de enfermedad.
Por esto, juntar la caca del perro reduce al mínimo las posibilidades de exposición a los huevos y larvas de gusanos, lombrices y otros parásitos que pueden provocar infecciones en el sistema intestinal humano.
Además si no se limpia, el excremento puede ser arrastrado por las lluvias y dirigirse hacia las alcantarillas, y en consecuencia, contaminar el agua.
“No podemos dejar de pensar que hay niños en estado de vulnerabilidad alimentaria, que no tienen acceso a una alimentación saludable y, encima de esto, en los espacios donde deberían jugar, divertirse y recrearse, los contaminamos con excrementos”, dijo la veterinaria.
Ordenanza
En Santa Fe la Ordenanza N° 11187 expresa: “Los propietarios o poseedores de perros, gatos y otras mascotas domésticas no podrán dejar depositadas las eyecciones de dichos animales en la vía pública, veredas, parques infantiles, jardines de uso frecuente y, en general, en cualquier lugar destinado al tránsito de personas”. Además establece que los dueños son responsables y deben proveerse de los elementos necesarios para recogerlas y colocarlas de manera higiénicamente aceptable en bolsas de residuos domiciliarios.
Sin embargo no está fijada en la ordenanza la penalidad que le corresponde a aquellos dueños que incumplen con esta normativa.
Otras ciudades
En Buenos Aires la ordenanza el decreto 1972 fija una multa monetaria para quién no lo haga. En uno de sus incisos, expresa: “Los propietarios o tenedores, deberán proveerse de una escobilla y una bolsa de residuos para recoger las deyecciones de sus animales, en oportunidad de su traslado durante los paseos que realicen en áreas de dominio público”.
En La Plata, desde 2013 rige la norma que obliga a los dueños a recoger las heces de los caninos, pero casi nadie la cumple.
Otro caso en el país se da en Corrientes, donde la Secretaría de Ambiente Municipal es la encargada de controlar e infraccionar, las multas superan los .000.
En la mayoría de las ciudades europeas también se pena al dueño de la mascota por no juntar los desechos. Por ejemplo, en la ciudad española de Alicante la multa monetaria puede alcanzar los 750 euros.