Federico Cioni | [email protected]
@fcioni
El 6 de junio de 2018 no será recordado como un día más para la ciudad de Santa Fe. Desde esa fecha, la empresa Avianca comenzó a operar en la aeroestación local, sumando más horarios para que todos los santafesinos puedan unir la capital provincial con Buenos Aires.
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La alarma suena minutos después de las 5.30 de la mañana. Hace frío y pasaron pocas horas desde que cerré los ojos. Igual salto de la cama. 6.30 es la hora indicada para presentarme en el Aeroparque Jorge Newbery de la ciudad de Buenos Aires. El vuelo 7183 de la compañía Avianca hará su vuelo inaugural hacia la ciudad de Santa Fe y tengo la posibilidad de volar en él. No me lo puedo perder…
Me encontraba alojado en el corazón del microcentro porteño, muy cerca de la Asociación del Fútbol Argentino por lo que el traslado hasta el aeropuerto fue rápido. Una vez en la aeroestación me dirigí hacia la Terminal B en donde se encuentra la ventanilla de Avianca (mostrador que pronto se mudará a la Terminal A una vez que finalicen las obras de reforma que encaró el Gobierno nacional para hacer frente a la “revolución de los aviones”).
Ya con la tarjeta de embarque en mano y tras pasar el escaneo de seguridad de la policía aeroportuaria, aguardé los minutos que nos separaban para abordar al avión muy cerca de la puerta 5, donde nos indicaron dirigirnos. Me bastó solo un paneo para darme cuenta la importancia de este vuelo inaugural: periodistas especializados en aviación, agentes de turismo y autoridades de la aerolínea estaban ahí, listos para subir al ATR, aeronave que nos llevaría hasta el remozado aeropuerto de Sauce Viejo.
El despegue
Luego de un breve recorrido en ómnibus llegamos al avión. El ATR-72 600 nos estaba esperando para conectar por primera vez la ciudad de Buenos Aires con la capital de la provincia de Santa Fe.
A la aeronave se asciende por detrás sin importar qué número de asiento posea el pasajero. Este modelo a turbohélice de orígen francés tiene una capacidad de hasta 78 pasajeros, y sus medidas son 27 metros de largo, 2,57 metros de ancho y 7,65 metros de altura total.
Arriba del avión se puede sentir el inigualable “olorcito a nuevo”. Claro, el LV-GUH es una de las 12 unidades cero kilómetro que Avianca adquirió en 2017 para operar en nuestro país.
Los motores se encendieron, las hélices (muy silenciosas) comenzaron a girar y el camino hasta la pista de aterrizaje no se hizo esperar: “el capitán y su tripulación les dan la bienvenida al vuelo 7183 con destino a la ciudad de Santa Fe. El tiempo de vuelo está estimado en una hora, arribando al aeropuerto de Sauce Viejo a las 09.05”. Empezábamos a volar.
En el aire
Nunca había volado en una aeronave propulsada por hélice tan silenciosa. “Son turbohélices, muy eficientes para este tipo de vuelos cortos. Pensá que es un motor cero kilómetro y no de veintipico de años como los de otras compañías aéreas que operaron en el país”, me explica Hugo Díaz, gerente comercial de Avianca Argentina con quien tuve el gusto de intercambiar algunas palabras durante el vuelo.
El viaje continuó sin sobresaltos. El clima ayudó y nos regaló bellas postales de nuestro cielo.
En altura crucero, los sobrecargos comenzaron a repartir el tradicional refrigerio, lo que hizo preguntarse a más de uno: “¿Refrigerio? Pero si es un vuelo low-cost”. Claro, la confusión vino a partir de sendas noticias que daban cuenta que Avianca operaría en nuestro país como tal, con vuelos baratos, pero esto no es así. “Avianca es una aerolínea de servicios, nos preocupamos mucho por el servicio a bordo, como en la puntualidad de todas nuestros partidas y arribos”, me comentó Díaz, visiblemente alegre.
Para quienes piensen en viajar en los próximos días o meses deberán saber entonces que con su ticket y sin costo extra podrán llevar equipaje y disfrutarán de un snack en medio del vuelo. El mismo consta de un jugo de naranja, manzana o agua, acompañado por un alfajor o mix de frutos secos (opté por esta última). Aquellos que viajen desde Santa Fe, podrán elegir también un alfajor santafesino de una reconocidísima firma local; un buen detalle.
La llegada a casa
“Agradecemos especialmente a las autoridades, periodistas, agentes de viaje y pasajeros a bordo. Es para nosotros una alegría compartir con ustedes el crecimiento de nuestra compañía sumando nuevas rutas, y generando más conectividad.” Con este mensaje el comandante daba comienzo a las maniobras de aterrizaje, acción que se llevó a cabo pocos minutos después. Desde adentro, los chorros de agua “bautizaron” la nueva conexión. Afuera, también se notaba el entusiasmo. Cuenta de ello daba la cantidad de funcionarios municipales y provinciales que le dieron la bienvenida al ATR 72-600.
No fue un vuelo más para mí en lo personal, pero sin dudas que tampoco fue un vuelo más para la ciudad de Santa Fe, una ciudad que requiere aún más conexiones como ésta, mayor forma de transportarse de forma segura y rápida que den lugar a más turismo y, por ende, más empleo y oportunidades para todos los santafesinos.
Avianca comenzó a operar en Santa Fe