El Litoral y CYD Litoral cubrieron de manera exhaustiva el día a día de la inundación de 2003. María José Ramón, cronista por ese entonces de CYD Litoral, nos relató cómo fue ser parte de uno de los momentos más dolorosos e históricos de la ciudad de Santa Fe. "Para nosotros todo arrancó con el llamado de un vecino, que nos dijo que estaba entrando agua por la zona del hipódromo. Y el equipo de producción decidió que fuéramos", recordó. “Al llegar al puente que une Santa Fe con Santo Tomé, cerca del acceso a la autopista y de lo que sería por aquel entonces, la nueva avenida de circunvalación, nos encontramos con una situación crítica. Cuando bajamos del móvil, el agua ya estaba entrando por la calle paralela al hipódromo. En cuestión de minutos, el nivel aumentó rápidamente, y tuvimos que actuar con rapidez para poder cumplir con nuestra labor sin ponernos en riesgo”, contó.
A partir de allí todo cambio. “Fue duro porque eran muchas horas lejos, incluso de mi propia familia que es de Santo Tomé. Hasta que pudimos cruzar a ver cómo estaban, pasaron muchos, pero muchos días", confesó con la voz quebrada.
La responsabilidad de informar
María José consideró que fue todo un desafío equilibrar la preocupación por su familia con la responsabilidad de informar sobre la situación. "Mi mamá que me decía, no te metas en la zona donde está inundada, yo decía vos quédate tranquila que yo voy con alguien. Javier (su compañero de tareas por aquel entonces) era guarda vidas, y yo le decía: ‘voy con Javier que es guardavidas si me caigo él me saca’".
En los centros de evacuados, las personas agradecían la presencia de los medios, ya que les daba la oportunidad de contar sus historias y mostrar la magnitud de la tragedia. "La gente te abrazaba y te decía: “'Yo necesito volver a mi casa'", rememoró. "Aquellos que abrían las puertas después que bajó el agua, te decían 'lo perdí todo'. Eso es duro de recordar”, confesó.
Aunque la periodista reconoce que su labor parecía mínima en comparación con el sufrimiento de quienes lo habían perdido todo, la importancia de visibilizar la situación era crucial. "Ellos te decían: 'Yo agradezco que estén acá. Porque esto a mí me sirve. Yo quiero mostrar, quiero contar'", recordó.
La experiencia de cubrir la inundación dejó una marca imborrable en Ramón, quien afirmó que, sin importar cuántos años pasen, el recuerdo de aquellos días siempre será doloroso. "No importa cuántos años pasen", concluyó.
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