Agustina Mai
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La muerte de Gaspar Tassara (11 años), atropellado el 6 de agosto en la avenida Mar Argentino, puso en evidencia la peligrosidad a la que están expuestos, a diario, los habitantes de Varadero Sarsotti. Para entrar o salir del barrio, esta avenida se convierte en un cruce obligado y sumamente peligroso.
“Acá hay muy pocos negocios, así que para hacer las compras necesitan cruzarla. Muchos viven del cirujeo, o sea que para ir al centro también es un paso obligado. Los chicos que van a la escuela en el Centenario sí o sí tienen que cruzar la avenida. Es permanente porque es la única manera de salir del barrio y el único acceso para el Centenario”, explicó Melisa Alberti, docente de la Escuela Nuestra Señora de Itatí.
“Los chicos la cruzan solos todo el tiempo. Todos los días veo chicos de 3 años cruzando con los hermanitos de 5, 6 y 8 años”, comentó Cecilia Aguiar, empleada del centro de salud.
“El pedido de un puente peatonal es bastante antiguo. Se remonta a cuando estaba el padre Atilio Espinoza, que fue el fundador de este anexo de la escuela (en Varadero Sarsotti) porque vio la cantidad de chicos que pasaban al otro lado (Centenario). Entonces se abrió esta escuelita justamente para que no tengan que cruzar”, contó Fabián Krenz, otro docente del establecimiento.
El problema es que el anexo de Varadero sólo tiene hasta 6º. Entonces, quienes asisten a 7º y a la secundaria tienen que concurrir a la sede de Centenario y, para eso, cruzar la avenida Mar Argentino. “Hay alumnos que van y vienen continuamente”, indicó Krenz.
Los vecinos dijeron que se realizan operativos de tránsito a la hora de entrada y salida de la escuela, pero que no son suficientes. “En algunas oportunidades no están. Y en invierno, cuando todavía está oscuro y con la niebla, no se ve nada para traspasarla”, denunció Aguiar.
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