Gustavo Peretti (*)
Gustavo Peretti (*)
(*) Profesor de titular de la asignatura “Geografía Argentina” del Departamento de Geografía. Facultad de Humanidades y Ciencias. Universidad Nacional del Litoral. Ha utilizado distintas fuentes de información que cita en su trabajo.
La descomposición económica, política y social de Venezuela y la violación de derechos humanos genera un éxodo que ha obligado a emigrar a millones de sus habitantes. Lo que empezó como un goteo es ahora una corriente potente sin visos de reducirse. Según diferentes fuentes de información, Argentina es el cuarto país latinoamericano en cuanto a la magnitud de la comunidad venezolana luego de Colombia, Perú y Ecuador.
Flujo migratorio
Según Naciones Unidas el éxodo de ciudadanos venezolanos ha generado la mayor crisis migratoria de este tipo en la historia reciente de América Latina. Si bien se calcula que 2.3 millones se han ido del país entre 2014 y 2017, “Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela” ha contabilizado un flujo de más de 3 millones de refugiados y migrantes fuera del país.
Venezuela experimenta desde hace dos años la mayor salida de personas de su historia censal. En los inicios del presente siglo en coincidencia con los primeros años del chavismo, emigraron venezolanos profesionales o empresarios que tenían como destino en mayor medida a los Estados Unidos, Colombia, España y otros países europeos; pero en los últimos años ha cambiado el perfil y el destino.
Decenas de miles de venezolanos pobres y de clase media emigran a través de las fronteras terrestres con Colombia y Brasil con destino en esos países y otros de Sudamérica como Ecuador, Perú, Chile y Argentina.
De acuerdo con datos de setiembre de 2018 de la “Organización Internacional para las Migraciones (OIM)”, la cifra de venezolanos viviendo fuera su país asciende a 2.6 millones, la cual se cuadriplicó en comparación con la registrada en el año 2015. Se debe tener en cuenta que la población radicada en Venezuela apenas supera los 31 millones de habitantes, por lo cual casi una de cada diez personas se encuentra viviendo fuera de su territorio. Colombia es el principal país de destino dado seguramente por su proximidad geográfica al concentrar 935 mil venezolanos, cuando tres años antes no alcanzaban los 50 mil. Perú pasó de 2.300 personas a 414 mil, multiplicándose por 176, lo que lo ubica luego de Colombia en el segundo país receptor. En Ecuador la comunidad venezolana pasó en dicho lapso, entre 2015 y 2018, de 8 mil a 209, es decir 26 veces más. También migran muchos venezolanos hacia destinos donde ya había una gran comunidad de ese país, como son los casos de Estados Unidos y España.
En Argentina
Argentina es luego de Colombia, Perú y Ecuador el cuarto país latinoamericano en cuanto a la magnitud de la comunidad venezolana residente. De acuerdo con los datos arrojados por la “Dirección Nacional de Migraciones (DNM)” de Argentina, 99.435 venezolanos se radicaron (en forma temporaria o permanente) en nuestro país desde 2006 hasta agosto de 2018. Los cálculos para inicios del presente año se ubican en aproximadamente 130.000.
En término de radicaciones, se otorgaron 1.900 en 2012, superando las 31.000 cinco años después. Durante el primer semestre de 2018 las personas venezolanas se ubican en el tope del ranking de nacionalidades con 25.445 residencias, relegando en un segundo y tercer lugar a paraguayos y bolivianos. Un 86% de las radicaciones venezolanas son temporarias, mientras que el resto son permanentes.
Más allá de las residencias otorgadas por criterios ordinarios (relación laboral, reunificación familiar, etc), estipuladas en la Ley de Migraciones Nro. 25.871 del año 2004, Argentina aplica a los ciudadanos venezolanos el “Acuerdo de Residencia para las Naciones de los Estados Partes y Asociados del Mercosur”. Mediante la disposición DNM 594/2018, se extienden los plazos para la presentación de documentación requerida, como por ejemplo el certificado de antecedentes penales. En febrero de 2018, el Ministerio de Educación resolvió simplificar los trámites para convalidar los estudios universitarios cursados en instituciones venezolanas.
Trayectorias
Buenos Aires es la principal puerta de ingreso de los migrantes venezolanos a través de vuelos que tienen su origen desde Caracas o bien desde Panamá. Se dan casos también de viajes terrestres pasando por los países andinos donde el ingreso al territorio se produce por Mendoza. En otras situaciones, en mayor medida, para los ingresos que se dan por Puerto Iguazú se combinan los medios terrestres y aéreos. Miguel Angel, residente de Valencia estado de Carabobo ubicado cerca de la zona costera de Venezuela, quien fue contactado a través de la red social Facebook el 29 de enero del presente año, aclara que piensa migrar a Argentina a inicios de febrero para lo cual“ tengo que trasladarme en bus desde Valencia hasta la frontera de Brasil (Roraima) cruzar legalmente y dirigirme hasta Boa Vista para agarrar el vuelo hasta Iguazú y luego en bus me traslado hasta Argentina al sitio donde voy a residir”.
Julio al recordar la forma en que llego a Argentina comenta que “à tengo una tía acá en Argentina ya hace 35 años , ella me ayudó a completar el pasaje para venir, pero salí por Brasil a dedos (en cola) hasta Boa Vista, de allí reuní el restante del dinero y compré el pasaje de avión. . .”.
Motivos
Los venezolanos esgrimen diferentes motivos por los cuales dejan su país. Debido a la escasez severa de medicamentos, insumos médicos y alimentos; para muchas familias es sumamente difícil acceder incluso a la atención médica más elemental y alimentar a sus hijos. La represión del gobierno ha tenido como resultado miles de detenciones arbitrarias, cientos de civiles procesados en tribunales militares, así como torturas y otros abusos contra personas detenidas. Julio nació hace 33 años en la ciudad de Guyana de la región de Bolivar, es licenciado en enfermería y se desempeñaba como enfermero instrumentista, migró sólo hace dos años. Comenta que: “Emigré por falta de alimentos, medicinas, la inseguridad, falta de transporte. Por más que tenía tres empleos no lograba hacer suficiente para mantener a mi madre, hermanas y sobrinas. Mi madre es una persona dependiente de muchas medicinas, es cardiópata, hipertensa, tiene Epoc, posee marcapaso y una hermana tiene Lupus Eritematoso Sistémico. Ellas fueron mi principal razón por las que migrar”.
Según el Informe 2017/18 de Amnistía Internacional plantea que “Venezuela siguió en estado de excepción, prorrogado varias veces desde enero de 2016. Se eligió una Asamblea Nacional Constituyente sin la participación de la oposición. La fiscal general fue destituida en circunstancias irregulares. Las fuerzas de seguridad continuaron empleando fuerza excesiva e indebida para dispersar protestas.
Cientos de personas fueron detenidas arbitrariamente. Se recibieron numerosas denuncias de tortura y otros malos tratos, incluida violencia sexual contra manifestantes. Se siguió utilizando el sistema judicial para acallar la disidencia, incluso se empleaba la jurisdicción militar para procesar a civiles. Los defensores y defensoras de los derechos humanos fueron objeto de hostigamiento, intimidación y redadas. Las condiciones de reclusión eran extremadamente duras. La crisis alimentaria y en el acceso al derecho a la salud siguió empeorando y afectaba especialmente a niños y niñas, personas con enfermedades crónicas y mujeres embarazadas. Aumentó el número de personas venezolanas que solicitaban asilo en otros países”.
La inserción laboral
Según el “Informe anual sobre la situación de los migrantes internacionales en el sistema de riesgos de trabajo 2017” de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo, Gerencia Técnica, Departamento de Estudios y Estadísticas, da cuenta que los migrantes venezolanos registrados tienen mayoritariamente entre 20 y 34 años, siendo varones en un 57%. En cuanto a la distribución territorial de las personas trabajadoras migrantes venezolanas con cobertura de riesgo de trabajo, aproximadamente tres de cuatro se asientan en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un 18% en la provincia de Buenos Aires, un 2% en la provincia de Córdoba, un 1% en Santa Fe y en Mendoza y un 2% en el resto de las provincias. Gonzalo, publica en la red social Facebook “Venezolanos unidos en Argentina!!” que “quería recomendarles que en Argentina hay otras opciones más allá de Buenos aires que podrían resultar mucho mejor para establecerse. Una es Mendoza. Si alguno opta por llegar a Mendoza, les recomiendo que, al llegar a la terminal de ómnibus, pregunten donde queda ‘la casa del inmigrante’. Allí se les dará alojamiento y comida sin cargo hasta que consigan trabajo”.
En cuanto a las actividades desarrolladas por los venezolanos registrados con cobertura de riesgos de trabajo, en un 39% se desempeñan en actividades comerciales, un 26% en servicios financieros, 13% en servicios sociales, 10% en manufacturas y un 12% en otras.
Una entrevista realizada a Carlos -venezolano residente en Argentina, licenciado en Física que en Venezuela se desempeñaba como operador de centrales termoeléctricas- comenta que migró en el año 2012 a San Carlos de Bariloche con su esposa embarazada para realizar una carrera de posgrado y al finalizarla decidieron quedarse ya que en su país “había escasez de alimentos y además varias aerolíneas dejaron de volar”, Cuenta que decidieron migrar porque accedió a una beca del estado argentino, por el mismo idioma y por la facilidad para conseguir la residencia. Actualmente se desempeña como responsable de radioprotección en Buenos Aires. Al igual que la mayor parte de las personas entrevistadas manifiestan su voluntad de volver algún día a Venezuela. Carlos plantea que lo harían cuando “existan vuelos directos, cambio de gobierno por uno progresista con instituciones estatales no políticas y con poderes independientes, cuando exista seguridad y se consigan alimentos y medicamentos, y cuando el sueldo alcance para llevar una vida normal y exista paz en las calles”. Para acercarse al perfil del migrante venezolano en Argentina, Carlos argumenta que “gran parte son profesionales y vienen a trabajar para tener calidad de vida, ayudar a su familia en Venezuela a través del envío de remesas (dinero) o con un pasaje sacarlos de Venezuela”.
La mayor parte de los venezolanos contactados comentaron que antes de migrar tenían algún conocido en Argentina, dado por familiares o por algún compatriota que había llegado con anterioridad. Previo al viaje o al llegar a Argentina se incorporan a las redes sociales de venezolanos residentes en Argentina donde socializan diferente tipo de información, como ser: facilidades de alojamiento, oportunidades de trabajo, formas para desplazarse. La red social más utilizada es Facebook. Existen varios grupos, entre los que se destaca: “Venezolanos unidos en Argentina!!” con unos 100.000 integrantes, “Venezolanos Emigrantes en Argentina”, “Venezolanos en Argentina- Inmigrantes”. Hay otros que refieren a profesiones como ser: “Asociación de Médicos Venezolanos en Argentina” y “Enfermeros Venezolanos en Argentina” o bien a lugares específicos como: “Venezolanos en Buenos Aires!!” “Venezolanos en Rosario”, “Venezolanos en Arroyito - Córdoba Argentina”.