Cantidad de chicos baleados que ingresaron al Alassia
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Un nuevo caso conmociona a barrio Las Lomas, donde hace murió un chico de 11 años en un tiroteo. Al hospital de Niños ingresa un herido de bala cada cuatro días.
El Litoral
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Una nena de tres años lucha por su vida en el hospital de Niños O. Alassia tras recibir un balazo en la sien, ayer a plena luz del día, en barrio Cabal.
Este lunes por la mañana, El Litoral recorrió Las Lomas -pegado al lugar del hecho y de donde es oriunda la familia de la pequeña- y conversó con trabajadores de distintas instituciones, que denunciaron una cruda realidad, atravesada por la miseria, las drogas y la violencia. “Esta situación nos desborda a todos. Hace una semana que enterramos a Iván (Albarengo) y ahora prácticamente matan a una beba. La mayoría de los que trabajamos acá quedamos atrapados en algún tiroteo cuando recorremos las calles o visitamos las casas. Esto no es nuevo; pasa hace rato, pero ahora nos están matando a los niños”, aseguró una trabajadora que conoce Las Lomas hace 8 años.
“Acá todos tenemos miedo; y ellos se fortalecen y se hacen dueños y señores de los lugares”, resumió otra trabajadora que conoce el barrio hace 12 años y que también prefirió mantenerse en el anonimato.
— ¿Quiénes son ellos?, preguntó El Litoral.
— Algunas familias que tienen conflictos y los resuelven a los tiros.
— ¿Saben quiénes son?
Todos los conocen perfectamente, hasta la policía - respondió la mujer.
Problemas de fondo
Tras el tiroteo que terminó con la vida de Iván Albarengo (11 años) hace 10 días, se reforzaron las medidas de seguridad en el centro de salud de Las Lomas y un patrullero recorre la zona. Sin embargo, la violencia que se vive en el barrio no se resuelve con medidas sintomáticas. “Quienes viven y quienes trabajamos acá somos personas abandonadas. Estamos atrapados. Más que adjudicárselo a un problema de seguridad, se trata de las terribles condiciones de vida, con una infraestructura inexistente o que se cae a pedazos y la droga”, aseguró otra trabajadora barrial.
Todos apuntan al peligro que tienen para entrar y salir del barrio por calle Estanislao Zeballos. A cada lado de la calle viven familias enfrentadas que no escatiman en balas para resolver los conflictos. “El caso de Iván y el de esta nena llegó a los medios, pero acá tenemos muchos más casos que no salen a la luz. Hay un pibe que quedó cuadripléjico por un balazo. A otro nene le pegaron un balazo para sacarle las zapatillas. A otro lo mataron, descuartizaron y publicaron su foto en facebook en represalia contra el padre”, contó un referente barrial.
“¿Cómo crecen esos chicos cuando ven que les matan los hermanos o los vecinos en frente de ellos? Con dolor, resentimiento y odio. Por más que uno intente contenerlos, el odio es más grande”, concluyó una de las trabajadoras.