El Litoral
Ganaba el "Pincha" por 1-0 y a minutos del final comenzó una batalla campal entre los propios protagonistas. El árbitro suspendió el partido.
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DyN
El clásico platense entre Estudiantes y Gimnasia terminó con una batalla campal entre los dos equipos a minutos del final en el Estadio José María Minella, cuando los dirigidos por Nelson Vivas ganaban 1-0. El gol lo hizo Carlos Auzqui a los 16 minutos del primer tiempo.
Estudiantes había jugado casi la mitad del partido en inferioridad numérica, ya que a los 10 minutos del segundo tiempo fue expulsado el uruguayo Alvaro Pereira, y sobre la hora también recibieron la tarjeta roja Enrique Bologna y Santiago Ascacíbar, arquero de Gimnasia y mediocampista del Pincharrata.
La última tarjeta roja fue el detonante de la ira contenida en el Minella, que a lo largo de la noche fue un escenario demasiado violento para el desarrollo normal de un espectáculo deportivo.
En la previa, se esperaba nada más que un encuentro interesante. Estudiantes, invicto en lo que va del año, venía de imponerse a Boca Juniors y Racing Club en un triangular.
Gimnasia, en cambio, estaba en búsqueda de la recuperación, luego de haber sido goleado por Aldosivi 3-0. No obstante, recibió un duro golpe anímico a los 16 minutos de juego, cuando un lateral ofensivo ejecutado por Facundo Sánchez deparó tantos errores defensivos que a Auzqui le resultó fácil acomodarla junto al palo izquierdo, solo frente al arquero.
Luego, el entretiempo se hizo eterno, ya que los hinchas de Gimnasia sacaron a relucir cual trofeos de guerra una decena de banderas de Estudiantes robadas en la playa, bajo una lluvia de fuegos artificiales. Los ruidos molestos persistieron a pesar del pedido de calma de los protagonistas, pero momentáneamente se guardaron los trapos y después de varios minutos pudo reanudarse el cotejo.
Esto calentó el ambiente de todas maneras, y a los 10 minutos del segundo período Pereira se excedió en la disputa de una pelota dividida al pegarle en la cabeza a Facundo Oreja, provocándole un corte.
El árbitro Silvio Trucco le mostró de inmediato la roja; Oreja, conmocionado, tuvo que ser sustituido por Ezequiel Bonifacio y el Pincharrata se veía obligado a defender la mínima ventaja.
Las banderas albirojas no tardaron en reaparecer en la tribuna del Lobo y a la larga, con constantes interrupciones y agresiones, llegó el punto cúlmine de un clásico dificilísimo. Sobre la hora, dos contraataques, uno para cada lado, depararon las expulsiones de Bologna y Ascacíbar, esta última por una peligrosa falta desde atrás contra Antonio Medina.
El mismo Medina le dio el primer golpe de puño a Israel Damonte en medio de los reclamos. Ambos bandos dieron rienda suelta a su agresividad y Mariano Andújar, quien boxeaba contra Nicolás Mazzola como si estuviera en un ring, se llevó la peor parte al caer de pronto a manos de varios contrarios para recibir patadas en el suelo desde diversos ángulos.
Trucco suspendió el encuentro en cuanto pudo, pero no conformes con lo ocurrido, los jugadores de Estudiantes regresaron a la cancha para festejar quien sabe qué frente a su hinchada, que acompañaba desde las gradas haciendo flamear sus banderas.