Tal como ocurriera a principios del mes de abril con la torre 18, y dándole continuidad al proyecto para la transformación urbana del barrio, Acería nuevamente se vio movilizada este jueves. En esta oportunidad se llevó a cabo la demolición del monoblock número 20.
Diego Leone, Secretario de Estado del Hábitat, fue la autoridad provincial que encabezó la intervención. “Seguimos transformando Acería. Un barrio cuyos edificios tenían deficiencias estructurales desde hace mucho tiempo, y que en su momento tuvimos que debatir y discutir cómo seguíamos. Hubo que tomar una definición lamentable, en términos de que el Estado debe demoler lo que el propio Estado ejecutó, pero era la única solución. Los problemas que había nos preocupaban por la integridad de toda las familias”, comenzó diciendo el funcionario ante los medios presentes.
Parte del proyecto es, primero, construir nuevas viviendas y después demoler los edificios. De esta manera se ingresa en un proceso para que todas las familias que se tengan que reubicar, lo hagan con algo fundamental: no perder el arraigo al barrio, es decir, seguir viviendo en el mismo lugar, pero en mejores condiciones.
“Tuvimos una licitación de 100 viviendas que están en marcha, y 18 de las cuales ya fueron entregadas a las familias correspondientes, hace aproximadamente unos 20 días atrás. La idea es seguir con este proceso, que concluirá con la construcción de 450 viviendas”, describió Leone que estuvo acompañado por los concejales electos, Julio Garibaldi y Lucas Simoniello.
Cuatro torres ya fueron demolidas en los últimos dos años. Y todavía quedan 18 monoblocks más por derribar, cada uno de ellos tiene 18 departamentos de distinta tipología.
“El proyecto empezó con el “Alero Sportivo Cultural Acería”, que ya es una realidad. Es un proceso que presentamos para ejecutarlo a lo largo del tiempo, en muchos años. Este barrio tenía una deficiencia con los espacios públicos, y creíamos que era lo primero en intervenir.
En paralelo, las viviendas que es lo más importante para que las familias no corran más riesgos en sus casas”, aseguró el funcionario.
Respecto a si absolutamente todas las torres van a ser demolidas, Leone aclaró que “todavía tenemos que terminar de evaluar los primeros monoblocks (1, 2 y 3), que son los que están en mejores condiciones estructurales para ver si se pueden readecuar sin sus habitantes. Tienen una gran faltante de infraestructura interior, por ejemplo, paredes con corriente eléctrica”.
Una vez que las viviendas están construidas, recién ahí las familias se mudan y después se procede a la demolición. Por ende, no se necesitan alquileres intermedios. “Esperemos que este proyecto pueda tener su continuidad, porque necesita estructuralmente que se tengan que demoler estos edificios, no se puede seguir viviendo así”, concluyó Leone.
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Los sentimientos que se aprecian en los rostros de los habitantes de Acería, hablan por sí solos. Así lo reflejó Mónica, una vecina de muchos años, que ya disfruta de su nueva locación.
“Estoy muy feliz y conforme con la casa. Mi esposo está muy enfermo, pero este cambio le está haciendo muy bien. Estamos en la vivienda 23 y me encanta la casa nueva, es hermosa”.
“Se estaba volviendo muy feo vivir en la casa anterior, se nos caía de a poco, no se podía estar más, nos vivíamos enfermando, el agua estaba en mal estado. Esto le cambia la cara al barrio, todos los vecinos estamos muy contentos”, aseveró Mónica, mientras observaba cómo las máquinas derrumbaban el monoblock 20.
La transformación integral surgió como respuesta al relevamiento realizado en noviembre de 2016 por la Secretaría de Estado del Hábitat, que arrojó como resultado diferentes niveles de deterioro en las unidades habitacionales y la necesidad de reparación integral o demolición de los edificios que presentan deficiencias estructurales. Con este diagnóstico, se delineó un máster plan para poner en valor al barrio, con la construcción de 436 unidades habitacionales (en su mayoría de dos dormitorios), la ejecución de obras de infraestructura en el predio, la recuperación de espacios públicos, puesta en valor de los existentes y la construcción del ‘Alero Sportivo Cultural Acería‘.
Así, el proyecto avanza en las manzanas donde están los monoblocks que ya empezaron a demolerse, luego de reubicar a los habitantes que esperan la finalización de las nuevas casas. Este sector está delimitado por las calles Matheu, Cafferata, Azcuénaga, Edmundo Rosas y Viñas, y suma cuatro manzanas comprendidas entre Azcuénaga, Edmundo Rosas, Ayacucho, Grandoli y Cafferata.
La inversión total es de 455 millones de pesos, con un plazo de ejecución de cinco años.