Gastón Neffen
El municipio ejecutará tres desagües troncales en calle San Francisco, en el tramo Las Diamelas-Los Claveles-Los Urunday y en Los Zorzales.
Gastón Neffen
Cuando la crecida en la cuenca del Paraná termine de replegarse, este domingo el río descendió por debajo del nivel de alerta (5,30 metros) en el puerto, la Municipalidad de Santa Fe tiene previsto realizar tres desagües troncales en Colastiné Norte para mejorar el escurrimiento del agua de lluvia en una zona de la Costa que quedó casi aislada durante la mayor parte de abril por el efecto combinado de las intensas lluvias (más de 230 milímetros) y la elevada altura de la napa freática, que llegó a nivel de superficie en muchas zonas (cota 14,80 IGM, según el INA) como consecuencia de la altura del río.
Se lo confirmaron a El Litoral dos funcionarios del municipio: Felipe Franco, secretario de Recursos Hídricos, y Andrea Valsagna, secretaria de Comunicación y Desarrollo Estratégico, en una entrevista en la que se analizó a fondo los problemas hídricos que complicaron al barrio durante la emergencia hídrica.
Los tres desagües que se van a ejecutar durante el segundo semestre —siempre de acuerdo a cómo evolucione el río— van por calle San Francisco, por Las Diamelas (en Las Paltas) - Los Claveles y Los Urunday y por Los Zorzales (ver mapa). Forman parte de la segunda etapa del Plan Director de Desagües de la Costa que elaboró el Instituto Nacional del Agua (INA).
Van a ser canales a cielo abierto, como se recomienda en La Costa —porque hay mucha arena y restos de poda que complican la limpieza cuando se “entuban”— y revestidos con cemento, al estilo de los que se hicieron en Los Jazmines y en Las Moras. Los troncales van a ser realizados con recursos del municipio, con la excepción de los tubos para el ingreso de cada vivienda que serán financiados por contribución por mejoras.
Estos tres canales son importantes para tres zonas que acumularon mucha agua durante las precipitaciones de abril. El troncal que va a ir por San Francisco “alivia” una zona densamente poblada, a la altura del kilómetro 1,5 (se ingresa por la esquina del comedor Mía Pasta). El “combo” Las Diamelas, Los Claveles y Los Urunday es central para sacar el agua de Las Paltas, una zona en la que los vecinos quedaron prácticamente aislados durante 20 días y tuvieron que improvisar zanjas y rellenar con bolsas y arena para poder salir y entrar al barrio, con muchas dificultades.
Con estas obras, Colastiné Norte va a contar con ocho canales troncales ya ejecutados. Los cinco que están hechos o a punto de terminarse (Los Jazmines, Los Algarrobos, Callejón Los Canillitas, el que va desde El Lele hacia el río Colastiné y Las Moras) y los tres que se sumarán este año.
Más adelante el municipio tiene previsto realizar trabajos en los futuros troncales que recorrerán las calles Timboes y Los Alisos. Y una vez que se realice la tercera etapa del Plan Director de Desagües de la Costa —que está a punto de firmarse— se definirá la red de desagües secundarios que también deberá realizarse, conectarse a los troncales y avanzar con la delimitación de las zonas de seguridad hídrica cerca de la defensa y el mejoramiento de los reservorios —también hay que ampliar algunos y hacer otros nuevos— para que el agua que se conduce hacia las estaciones pueda bombearse a la laguna Setúbal y al río Colastiné.
“También estamos elaborando dos proyectos para mejorar las estaciones de bombeo El Bañado y La Toma”, adelantó Franco. Valsagna contó que se van a realizar reuniones con los vecinos para reforzar el conocimiento de las vulnerabilidades hídricas que tiene la zona y recordar los ejes del Plan de Contingencia.
Es un punto clave. Es que los vecinos deben saber que los nuevos canales van a mejorar el escurrimiento del agua, pero si se acumulan 300 milímetros en una semana o no deja de llover durante 20 días —y el río está alto— los barrios de la Costa van a enfrentar dificultades y es fundamental estar preparados para saber qué hacer.
Además, los técnicos del municipio están analizando una idea para consolidar y mejorar la transitabilidad de algunas calles de arena, quizás el tema que más preocupó a los vecinos durante la emergencia hídrica porque quedaron aislados.
Lazos de solidaridad
La compleja situación que vivió la Costa durante las constantes lluvias de abril hizo crecer los lazos de solidaridad entre los vecinos y también profundizó el conocimiento de la dinámica hídrica en los barrios costeros, sobre todo entre las nuevas familias que nunca habían vivido una emergencia hídrica en Colastiné Norte o Villa California.
Cuando hay problemas, se conoce de verdad a la gente, aflora lo mejor y lo peor. Así como hubo vecinos que solo se preocuparon por “tirarle” al otro el agua que tenían en el patio —suelen ser los mismo que arrojan basura en los canales—, hubo muchos más que se organizaron para hacer zanjas (bajo la lluvia), comprar bombas y bolsas de arena para rellenar las calles, ayudar a los que se quedaban con sus autos y debatir entre todos —consultando a ingenieros, funcionarios y estudiando el plan del INA— qué obras se necesitan para mejorar la transitabilidad de las calles y el escurrimiento del agua.
Siempre va a haber tensiones y no suele ser fácil ponerse de acuerdo, pero este puede ser un punto de partida para “construir” barrios en la Costa que puedan enfrentar mejor los escenarios de precipitaciones intensas. Es cierto que si llueve veinte días seguidos (abril de 2016) o caen 300 milímetros en una semana (marzo de 2007 y febrero de 2015) va a haber dificultades —y eso hay que asumirlo—, sobre todo si se combina con una crecida en cuenca del Paraná como acaba de suceder.
Pero con planificación, obras hídricas —bien mantenidas— y vecinos activos e informados, el barrio puede mitigar mejor el riesgo hídrico y tiene un horizonte mucho más viable.
¿Un terraplén en Callejón Laborié?
De acuerdo a la planificación del INA, también queda pendiente ejecutar un terraplén y un canal troncal en Callejón Laborié, que marca el límite jurisdiccional entre Santa Fe y la ciudad de Rincón. En esta calle, que termina en la estación de bombeo Los Naranjales —que es clave para sacar el agua de Las Paltas y la zona suroeste de Villa California—, el INA planificó un terraplén para sectorizar el riesgo hídrico en caso de que falle algún sector de la defensa.
La idea es que tenga la misma cota que la Ruta 1 (16,5 IGM) y que recorra transversalmente desde la defensa sobre la Setúbal hasta el terraplén sobre el río Colastiné. La obra dividiría el anillo de la Costa en cuatro partes —la ruta también funciona como un terraplén—.
La ventaja es que en el caso de que se rompa o se derrumbe una parte de la defensa, lo que se inundaría es la zona cercana a ese terraplén y no todos los barrios de la Costa. Pero es fundamental hacer muy buenos canales troncales en Callejón Laborie y mejorar el reservorio de la estación Los Naranjales porque cuando se haga la nueva defensa va a cambiar la dinámica del escurrimiento del agua.
Como la obra va a tener impacto en dos jurisdicciones, desde el municipio santafesino van a conversar con la provincia para analizar la posibilidad de que se financie la obra.