Desde hace semanas que en la ciudad de Santa Fe y la región las temperaturas, acorde a la época del año, registran picos superiores a los 35°.
Desde hace semanas que en la ciudad de Santa Fe y la región las temperaturas, acorde a la época del año, registran picos superiores a los 35°.
En simultáneo, la bajante histórica del Río Paraná, hace que las lagunas y arroyos locales luzcan con poca agua. Este combo se convierte en el ambiente perfecto para el ataque de palometas.
En las últimas semanas, El Litoral dio cuenta de diversos hechos que tuvieron el mismo saldo: personas lastimadas, algunas de carácter grave, por mordedura de este espécimen.
La Laguna Setúbal no es el único lugar donde ocurrieron. También se registraron mordidas en Coronda y otras localidades de la “bota”.
Cabe recordar que las lesiones que producen las palometas con un bocado de sus filosos dientes son profundas.
Según especialistas, las más comunes en nuestra zona son la spilopleura, conocida como piraña, palometa brava o palometa brillante; y la nattereri, llamada palometa mora o palometa pacusa.
Mientras que aquellos que viven del río y conocen sus secretos, repiten hasta el hartazgo que la palometa percibe la sangre, por eso cuando una de ellas muerde a alguien es muy probable que las otras se acerquen para atacar a otros.
Setúbal prohibida para baño
En reiteradas oportunidades, desde el municipio santafesino se avisó a la población que no está permitido el ingreso a la Laguna Setúbal para bañarse. Las playas de su entorno, Este, Oeste, Espigones, etc, sólo fueron habilitadas como solariums.