Desde hace algunos días, se percibe en la ciudad y el área metropolitana un incremento en la población de grillos. Sin embargo, la directora del Programa de Vectores del Ministerio de Salud, Mariana Maglianese, aseguró a El Litoral que es un proceso biológico natural, “por la temperatura y las lluvias intermitentes” y adelantó que la invasión es temporal y durará apenas un par de semanas.
La población de grillos empieza a nacer en agosto, con una determinada cantidad de crías en forma escalonada y poblaciones pequeñas, pero con condiciones climáticas apropiadas se incrementa: los grillos hembra ponen sus huevos en tierra, ahí nacen las ninfas que empiezan a comer y criarse, pero los huevos solo eclosionan cuando hay lluvias suficientes para humedecer la tierra. Por eso, la especialista consideró que “es habitual que esto pase en esta época del año”.
Además, Maglianese recordó que el grillo “no pica, no transmite enfermedades, no se mete a una casa para destruirla, sino que buscan tierra para poner huevos, parejas para reproducirse y accidentalmente ingresan a las viviendas”. Por eso, recomendó no matarlos, sino “generar barreras”, como instalar burletes en las puertas o tela metálica en las ventanas, porque “una vez que ingresan, les resulta difícil salir y -como tienen que comer y son omnívoros- se comen el papel, la tela o verduras”. “Pero su hábitat natural es afuera”, insistió.