Dos situaciones pusieron en alerta máxima a los pescadores de la región: el aislamiento obligatorio y la bajante histórica del río Paraná. Este cóctel explosivo genera severas caídas en la venta de pescado para Semana Santa.
El Paraná se encuentra en plena bajante con registros históricos. Este martes el hidrómetro en el puerto local marcó 1,30 mts.
Dos situaciones pusieron en alerta máxima a los pescadores de la región: el aislamiento obligatorio y la bajante histórica del río Paraná. Este cóctel explosivo genera severas caídas en la venta de pescado para Semana Santa.
Así lo dio a conocer Jesús Pérez, de la Asociación de Pescadores de Alto Verde en diálogo con CyD Litoral. “Venimos complicados. Es impresionante cómo se está secando el río”, dijo.
“Respecto al trabajo para Semana Santa, las ventas han caído un 100 por ciento. El Ministerio de Producción nos pidió los datos de nuestros asociados que no tengan beneficios sociales oficiales para que puedan recibir alguna ayuda pero todavía no obtuvimos respuestas”, remarcó.
En este sentido, Pérez agregó: “Sacamos permisos, algunos se pueden obtener y otros no. Como somos trabajadores informales y no cumplimos con algunos requisitos, como inscripción a la AFIP. Antes sí lo teníamos con el monotributo social agropecuario pero ya no”.
Sobre la situación de la actividad, el entrevistado dijo: “Esta bajante ya de por sí la zona norte la está sufriendo mucho porque hace dos semanas que los frigoríficos no están comprando porque han cerrado las exportaciones. En ese sector trabajan casi exclusivamente para los frigoríficos y ahora no lo están haciendo”. “Hay pescadores de río que no tienen ayuda social”, cerró.