La última medición arrojó 0 mts en el puerto local, valor en los que se mantendría en los próximos días pero bajaría a valores negativos para el 22 de febrero. Tres escenarios para las semanas que siguen.
La bajante histórica del Río Paraná no sólo lo es por los niveles de altura registrados en Santa Fe y la región, sino además por la extensión en el tiempo del fenómeno.
El último registro en el hidrómetro del puerto santafesino arrojó que el río se mantiene en cero (0 mts). Lo más alto que llegó a medir en este mes y medio de 2022 fue el 5 de febrero, cuando alcanzó los 22 cm. Mientras que los bajo fue -0,23 mts (23 centímetros por debajo del cero) el 16 de enero.
Con esa marca, se marcó un récord histórico de altura mínima, sólo visto en la primera mitad del siglo XX, cuando se comenzaron a tomar (y guardar) los niveles del río. Por ejemplo, en 1949, el nivel fue 20 cm por debajo del cero; al tiempo que en 1945 fue - 0,28 mts. También se recuerda la bajante de 1925, cuando el Paraná midió 30 cm por debajo del cero, mientras que el año anterior (1924) llegó a también a - 0,22 mts.
La peor bajante que se tenga registro ocurrió en 1944, cuando el nivel en el puerto local fue de 1.04 por debajo del cero. En 1916 hubo otro estiaje importante: la mínima fue de -0.76 cm. Al año siguiente, el río volvió a mostrar su lado más flaco: -0.44 mts.
Este viernes el Instituto Nacional del Agua (INA) actualizó su reporte semanal en relación a las alturas previstas para las próximas semanas en la región.
En Santa Fe, para el 15 de febrero se espera un nivel de 0,02 mts en el puerto local; mientras que para el 22 de este bajaría a - 0,05 mts.
En el mismo informe, el INA reafirma: “No se espera una recuperación en las próximas semanas. Prevalece una condición general de niveles en aguas bajas en el tramo argentino del río Paraná”.
El miércoles 9 de febrero, el citado organismo también renovó el reporte de escenarios a mediano plazo, con perspectivas a finales de marzo. Como es habitual, se definen tres escenarios, de máxima, de intermedia y de mínima.
En el mejor de los casos, el río comenzaría a repuntar considerablemente a principios de marzo, a tal punto que incluso podría superar el metro.
El segundo de los escenarios plantea un panorama menos alentador: para fines de marzo el río repuntaría pero no llegaría a tocar el metro.
Por último, el tercero de los panoramas es el más preocupante. El repunte sería más lento y la altura en el puerto local apenas pasaría el medio metro.