El emblema de la ciudad de Santa Fe cumple este jueves 95 años. El Puente Colgante “Ingeniero Marcial Candioti” fue puesto en funcionamiento el 8 de junio de 1928. No tuvo un acto inaugurativo, ni pompas, ni nada. Sólo se dio el permiso de circulación para que los vehículos crucen la Laguna Setúbal.
A lo largo de su casi siglo de vida, la conexión vial fue escenario de distintas historias, encuentros y anécdotas de los ciudadanos y turistas. ¿Quién no se sacó una foto con el puente de fondo? Lo que sigue a continuación, es una perlita, un dato llamativo que no todos conocen.
Para los años ‘60, cuando el viaducto ya contabilizaba 30 años en su haber, las autoridades de Vialidad Nacional tomaron una decisión con respecto al ordenamiento vehícular. Tanto para cuidar la integridad del puente como la de quienes lo usaban a diario. Fue entonces que instalaron un sistema de garitas y semáforos. Sí, el puente Colgante tuvo semáforos.
El Litoral informó de la novedad sobre el puente.
Verano del ‘62
El miércoles 10 de enero de 1962, diario El Litoral informó a los santafesinos de la implementación de un “Nuevo sistema para ordenar el tránsito en el Puente Colgante”, según expresaba el título del artículo.
“Desde hace unos días, funciona a ambos extremos del Puente Colgante, un sistema de semáforos instalado por la Jefatura del VII Distrito de Vialidad Nacional, con el objeto de posibilitar una ordenación más eficaz del tránsito de camiones con acoplado, cargados, por el mencionado puente”, explicó el vespertino.
En ese sentido, El Litoral detalló que “las clásicas luces verdes y rojas que señalan vía libre o la vedan, han sido distribuidas en ambos extremos del puente para indicar que sólo un camión cargado y con acoplado, puede cruzarlo a la vez. Además, carteles bien visibles señalan que es a este tipo de vehículos a quienes se aplica la reglamentación”.
Así lucía el Puente en los años '60.
Por qué
En otro párrafo de la noticia publicada por el diario, se aclaraba que “esta medida, no obedeció al hecho de que el Puente Colgante corriera peligro inminente, como con cierto apresuramiento se dio en señalar, pero como en esta materia es necesario adoptar todas las precauciones necesarias y preservar a la vez la integridad de los caños conductores de agua, librándolos de las excesivas vibraciones”.
Para ese entonces, se estimaba que unos 1.300 vehículos de todo tipo cruzaban en ambos sentidos por el Colgante, sobre todo el tráfico de carga y de pasajeros ya que por aquellos tiempos era la conexión terrestre con la ciudad de Paraná y el corredor del litoral.
Como ilustran las fotos de la época, los semáforos fueron ubicados tanto en la cabecera Oeste como en la Este. Los dispositivos estaban en la estructura de material donde ingresaban los cables tensores. Además, se levantaron unas garitas desde donde se accionaban los aparatos.
A 10 km/h rezaba el cartel. Los vehículos debían circular muy despacio. En la foto, operarios reparando parte del cableado.
Semáforos en Santa Fe
En otro artículo de “memorias” se contó cómo fue la instalación de los primeros semáforos automáticos de la capital provincial.
Fue en abril de 1962 y El Litoral lo informó de la siguiente manera: “La intensificación del tránsito de vehículos en las principales calles y avenidas, creó la necesidad de regular y ordenar el movimiento mediante sistemas adecuados que ofrece la técnica moderna”.
Tal como recordó la crónica de Mariano Rinaldi, ese dispositivo se instaló en la intersección de avenida General López y 9 de Julio. “En sus combinaciones de luces de colores, indica a los conductores cuando debe avanzar si la luz verde se lo permite y cuando frenar ante la orden de la luz roja”, expresó El Litoral en aquellos tiempos.
“Hemos observado que en los primeros momentos del ensayo que se viene realizando, no todos los conductores respetan las indicaciones del semáforo. Pero lo más preocupante es que los peatones tampoco lo tienen en cuenta, esperemos sea solo momentáneo y por desconocimiento”, sumó vespertino el 13 de abril del ‘62.
El tránsito denso se convirtió en un problema para la normal circulación del puente.
El tránsito
Hasta la inauguración del Puente Oroño, el Colgante resistió todo el tráfico en su espalda. La situación provocaba problemas en la circulación por lo angosto de la calzada en el viaducto y por la creciente cantidad de vehículos que por allí pasaban.
No en pocas oportunidades, las autoridades tomaron cartas en el asunto. La instalación de los semáforos es prueba de ello. Cinco años más tarde a la puesta en funcionamiento de los dispositivos, El Litoral volvió a tocar el tema.
“Deben hacerse cumplir las normas respecto a tránsito de vehículos por el Puente Colgante”, tituló el diario el 18 de diciembre de 1967. La nota ponía el foco sobre la falta de consideración a la norma de respetar unos 50 metros entre vehículos, como así también a la velocidad de circulación sobre el viaducto.
Dos años más tarde, la habilitación del túnel subfluvial generaría más flujo de vehículos por la ya problemática zona. Un mes antes del gran acontecimiento, las autoridades locales definieron una serie de cambios en la circulación para ingresar al Colgante.
Además, se estableció un régimen de control vehicular en ese sector con días y horarios preestablecidos, a fin de una correcta coordinación de quienes transitaban por la ciudad y quienes entraban y salían de Santa Fe.
El Colgante viendo cómo terminaba la obra de su compañero, el Oroño. La foto esta fechada en los años '70 previa a la inauguración del nuevo viaducto.
¿Hasta cuándo?
Sin la certeza de saber hasta cuándo funcionaron los semáforos del Puente Colgante, se puede intuir que la vida de estos dispositivos terminó con la llegada del Oroño. Por ejemplo, en una foto de 1970, previo a la inauguración del nuevo viaducto se puede apreciar que ya no estaban las garitas instaladas en 1962.
95 años
A modo de resumen histórico, El Litoral presenta un informe audiovisual sobre los 95 años que cumple el Puente Colgante.
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