Domingo 8.9.2019
/Última actualización 17:18
A pesar de haber sido reconocida como pueblo en 1872 y como ciudad en 1962, la localidad de Santo Tomé no tiene, aún hoy, un pabellón que la represente. Cuenta con su escudo y con himno propio, llamado “Himno canción a Santo Tomé” —que tiene letra de María de Fuga y música de Juan Carlos Dávila—, pero carece de bandera oficial. El concejal radical Martín Giménez ha intentado subsanar dicha carencia en varias ocasiones, con la presentación de diferentes proyectos en el Concejo Municipal, pero sin poder lograrlo. Sin ir más lejos, en la pasada sesión del Cuerpo legislativo volvió a intentarlo, elevando un proyecto de ordenanza que por ahora fue derivado a las cuatro comisiones internas: Salud y Medioambiente, Educación y Cultura, Hacienda y Presupuesto y Gobierno y Obras Públicas.
En diálogo con El Litoral, Giménez destacó que en épocas de crisis económicas como la que se vive, “proyectos como estos pueden parecer de poca importancia”, porque “puede creerse que no sirven para cambiar la realidad de la gente”. Pero el edil está convencido de que “en un momento de tanta división entre los mismos argentinos, como es éste, apelar al espíritu de identificación y de solidaridad, así como a una historia en común, en nuestro caso la de Santo Tomé, podría servir para unirnos, o al menos para generar un sentido de unidad y pertenencia, que en algunos aspectos nos está faltando”.
“Una bandera municipal, en cuyo diseño participe la ciudadanía, implica una manera de fomentar ese espíritu ciudadano y es un aporte al proceso histórico de la localidad”, agregó el radical, para quien dicho emblema deberá contener en su seno aquellos elementos que representen la historia, la cultura y la idiosincrasia de la comunidad santotomesina.
“Cuando nos enfrentamos con posicionamientos tan absolutos, como los que se escuchan en términos de la famosa ‘grieta’ —dijo el legislador—, lo que hacemos es no reconocernos como parte de algo que es mayor o superior”, como por ejemplo la posibilidad de sumar otro símbolo que identifique en forma cabal a los santotomesinos. Al hacerlo, “nos estaremos reconociendo como partes de algo más importante, el pueblo al que pertenecemos: su historia, su gente, las anécdotas vividas en conjunto”. Todo ello, insistió, “por más que estemos de un lado o del otro”, es lo que nos permitirá “ver las cosas que nos unen y no las que nos desunen”.
Guillermo Di Salvatore - Archivo Persistencia. Es la tercera vez que Martín Giménez presenta un proyecto para la creación de la Bandera Oficial de Santo Tomé. El concejal cree que trabajar por un emblema identificatorio podría servir como gesto de unidad y solidaridad.Persistencia. Es la tercera vez que Martín Giménez presenta un proyecto para la creación de la Bandera Oficial de Santo Tomé. El concejal cree que trabajar por un emblema identificatorio podría servir como gesto de unidad y solidaridad. Foto: Guillermo Di Salvatore - Archivo
En su proyecto para la creación de la futura Bandera Oficial de Santo Tomé, Giménez propone que se organice un concurso abierto de ideas. Y la enseña seleccionada a través del mismo, no sólo presidirá, junto al emblema nacional y el de la provincia de Santa Fe, los actos protocolares que se realicen en el distrito, sino que, además, será portada en todo evento formal al que acuda una delegación deportiva, cultural, social o institución que represente a la comunidad santotomesina, incluso en el exterior. El concurso, como describe el legislador en su propuesta, tendrá el objetivo principal de seleccionar la propuesta de estandarte “que identifique a todos los vecinos de Santo Tomé, convirtiéndose en el emblema de esa identidad, del arraigo y de la pertenencia a nuestro suelo”.
El edil resaltó la concreción de una instancia abierta, como el concurso citado, porque entonces la insignia elegida habrá surgido de la participación, la pluralidad y el consenso de distintos sectores que hacen al quehacer comunitario local. “En ese sentido está planteada la creación de una bandera propia”, añadió Giménez, quien insistió en la necesidad de implementar un proyecto como este en los tiempos que corren. Además, destacó que podría ser una buena oportunidad para que los chicos y los jóvenes, a través de las escuelas, participen “para conocer y estudiar nuestra historia”, así “como cada lazo que hemos tenido y tenemos como comunidad a lo largo del tiempo”.
Del concurso podrá participar toda persona, instituciones intermedias y vecinales, organizaciones no gubernamentales y la comunidad en general, los que deberán cumplimentar las Bases del Concurso Abierto “Bandera Oficial de Santo Tomé”, dispuestas en el Anexo I que complementa el proyecto. En el texto puro de este último queda establecido que el Poder Ejecutivo local será el encargado de formar la comisión organizadora del concurso y de designar, a través de la Dirección Municipal de Cultura y Educación, al jurado del mismo. También que, previo al certamen, se dará amplia difusión a la convocatoria, con campañas de concientización acerca de la importancia y trascendencia de este emblemático símbolo. Igualmente, finalizado el concurso, se dará a conocer el trabajo seleccionado, reconociendo a sus autores y menciones especiales a todos los participantes.
Pasado, presente y futuro
Según lo detallado en las Bases del Concurso “Bandera Oficial de Santo Tomé”, el pabellón propuesto deberá reflejar, ante todo y fundamentalmente el pasado (milenario), presente y futuro de la ciudad. Sin olvidar que, como símbolo o emblema, por semejanza o correspondencia, deberá facilitar a los santotomesinos que participen la posibilidad de “concebirse como seres sociales y colectivos”, sin perder de vista que deberá representar, de aquí en adelante, tanto la identidad, como la unidad, solidaridad, sentido de pertenencia y corazón del pueblo de Santo Tomé.
Por eso mismo, como la confección de la bandera surge como una instancia de reflexión histórica, cultural y social (inminentemente representativa), en el Anexo I del proyecto de ordenanza figura que tendrá que ser sí o sí “distinta de cualquier otra existente”. También están reglamentadas otras pautas y cuestiones, como ser la prohibición del uso de escrituras, letras, timbres, escudos o sellos de organizaciones, algunos simbolismos (los discriminatorios por ejemplo), o bien el uso de ciertos colores.