Debido al aumento de casos de Covid-19, las llamadas para atención médica a domicilio crecieron más de un 200%, lo que generó lógicas demoras en la respuesta a dicha demanda. Así lo hizo saber a través de un comunicado de prensa la Federación de Cámaras de Emergencias Médicas y Medicina Domiciliaria de Argentina (FEM). El documento, fechado el 4 de enero pasado, habla de 345.000 contagios en catorce días, situación que "expone al sistema de atención primaria y prehospitalaria a una tensión que genera demoras" -preferentemente en el tratamiento de los casos no urgentes-, y algún enojo de parte de los pacientes.
A raíz de lo informado por la FEM, El Litoral dialogó con el cardiólogo Pablo Gaggiamo, director médico de Unisem, quien aseguró que el servicio de emergencias médicas domiciliarias santafesino se cubre con diez médicos durante el día. Dos de ellos están para hacer las emergencias en coronarias, pero también hay pediatras y médicos para atender adultos, que son los casos mayoritarios.
"Más allá de la demanda y de las demoras, estamos preparados para afrontar esta situación, porque tenemos móviles de refuerzo", agregó Gaggiamo. "Además, hay más médicos haciendo domicilios que los que habitualmente tenemos para esta época del año", amplió. Por otra parte, si bien no considera que haya colapsado el sistema, el cardiólogo reconoció que está más lento, en especial porque "no es para nada habitual" este movimiento a principios de año. "Jamás hemos visto algo así en enero".
En relación con lo anterior, Gaggiamo explicó que en Santa Fe las condiciones hasta la tarde del domingo 2 de enero no eran distintas a las de otros años. Para esta época, dijo, sacando las dos semanas de las fiestas (en los que los llamados aumentan), la cantidad de emergencias tiende a bajar, siempre en comparación a los días previos de diciembre.
Una "explosión" de llamados
El director médico de Unisem aclaró que a esta época del año la llaman "temporada baja", porque en lo que respecta a servicios de emergencia disminuyen muchísimo. Pero este año fue distinto. Si bien enero de 2022 empezó parecido a otros inicios de temporada -los llamados respecto a las últimas semanas de diciembre solo experimentaron un leve incremento-, a partir del lunes 3 de enero todo cambió.
"Ese día hubo una explosión de pedidos del servicio, que se profundizó el martes 4 y el miércoles 5. Ello repercutió en la cantidad de consultas, y elevó la demanda en un 200%, o quizás un poco más, porque fue muchísima la gente que llamó", subrayó Gaggiamo, sin dejar de resaltar que ellos cubren todo el espectro de las prácticas a domicilio, desde las más comunes hasta las emergencias con las ambulancias.
A las primeras tratan de resolverlas con médicos domiciliarios que realizan ese servicio con un automóvil y buscan una solución a través de la medicación, o con indicaciones prácticas. También aclaró que la gran mayoría de las llamadas son para atenciones más comunes, como pacientes sospechosos de Covid-19, muchísimos de ellos confirmados, porque ya se habían hecho los test.
"La gente consulta sobre qué medicación tomar, o porque necesita algún tipo de contención, o porque el servicio del 0800 está desbordado", dijo. En ciertas ocasiones, acotó el médico, "no nos queda otro remedio que avisar que hay demoras, pero es algo que no nos gusta hacer".
Después, Gaggiamo explicó que si son inquietudes o planteos simples hasta buscan resolverlos por teléfono, ya que muchas veces llaman para que un médico vaya al domicilio a explicar cómo proceder ante la enfermedad, o cómo prevenir el contagio. "Vamos a los domicilios de los pacientes que ameritan ir, a los que no podemos les hacemos atenciones telefónicas, como para disminuir la sobrecarga de gente en espera", completó.
"La gente consulta sobre qué medicación tomar, o porque necesita algún tipo de contención, o porque el servicio del 0800 (provincial) está desbordado. En ciertas ocasiones no nos queda otro remedio que avisar que hay demoras, pero es algo que no nos gusta hacer", advirtió el director médico de Unisem.
"Esta vez son más jóvenes"
El doctor Pablo Gaggiamo explicó que una característica de la tercera ola de coronavirus es que los pacientes sospechosos o positivos de Covid-19 "son personas más jóvenes", con un promedio de 45 años para abajo, la mayoría vacunados con dos dosis. "Los jóvenes de entre 20 y 30 años son los que más están haciendo consultas", remarcó.
"Muchos de los casos son cuadros banales, sin complicaciones, salvo algunas excepciones con síntomas más importantes pero leves", amplió. "Ese tipo de atenciones fueron las que aumentaron, no como en la primera y la segunda ola de la pandemia, en las que eran más los cuadros respiratorios y los pacientes mayores".
"En la parte respiratoria, aparte de tos, anosmia, expectoración o dolor de garganta, no se están viendo cuadros respiratorios graves, algo que para nosotros es bastante esperanzador", concluyó.