Taxistas santafesinos decidieron realizar una asamblea este lunes por la mañana y manifestarse contra la inseguridad, tras el ataque sufrido por uno de los trabajadores del rubro, el que permanece internado en el hospital José M. Cullen.
La expresión pertenece a uno de los taxistas que cortaron el tránsito a Santo Tomé en el "rulo" de Cilsa para reclamar mayor seguridad. Fue tras el ataque criminal que sufrió el domingo un compañero. Hartos y llenos de temor.
Taxistas santafesinos decidieron realizar una asamblea este lunes por la mañana y manifestarse contra la inseguridad, tras el ataque sufrido por uno de los trabajadores del rubro, el que permanece internado en el hospital José M. Cullen.
La concentración se llevó a cabo cerca del mediodía de este lunes en el rulo de Cilsa, sobre la ruta 11, que une las ciudades de Santa Fe y Santo Tomé. Allí cortaron el tránsito en la mano con sentido a Santo Tomé. La protesta generó inconvenientes en el flujo de movilidad en un horario pico en esa zona del área metropolitana.
"Desde la muerte de Fernando para acá, siempre esperamos una respuesta (de las autoridades) distinta a la que nos dan", dijo Francisco Ibarra, uno de los taxistas que participaron de la protesta. El trabajador hizo referencia al caso de Fernando Rodríguez (39 años), asesinado en diciembre de 2017 en inmediaciones del Parque Garay. "A nosotros no nos gusta venir acá a manifestarnos, pero no nos queda otra", agregó.
"¿A dónde hay chequeos preventivos?", se preguntó luego Osvaldo Kaufmann, otro de los taxistas manifestantes. "Te chequean a vos y nada más, o sea que nos controlan a nosotros en vez de buscar a los delincuentes", se quejó. Y también hizo un reproche puertas adentro, porque en la protesta eran pocos los taxistas que se manifestaron. "Acá deberíamos estar todos, no puede ser que seamos un puñado nomás".
-¿A quién está dirigido este reclamo?
-Primero, al señor gobernador (Omar Perotti). Y de ahí para abajo a los responsables de seguridad -contestó Kaufmann.
-¿Cómo es trabajar en el actual escenario social de inseguridad?
-Trabajás las 24 horas con una pistola en la nuca. Salís a trabajar pero no sabés si volvés. Vivís con un pánico tremendo, es muy angustiante -dijo Kaufmann-.
Sobre el mismo punto, su colega Ibarra agregó: "Subís a un pasajero y no sabés si te va a robar o no. Y si tenés dudas y no tomás el pasaje te ligás los correspondientes insultos. Pero ¿cómo sabés si es un delincuente o no? Y si lo subís y te pasa lo que terminó pasando ahora, estás condicionado. Estamos saliendo a trabajar, no de joda", reflexionó.
"Vivimos en una ciudad de 11 kilómetros por 7. Esto no es el Gran Buenos Aires, ¡es Santa Fe! No puede ser que no podamos vivir en paz", apuntó luego.
-¿Funcionan los botones de pánico?
-Tenemos dos. Uno para que cuando lo apretamos venga la policía y el otro para que vengan los compañeros. ¿Sabés cuál de los dos funciona? -contestó el taxista-. Sólo vienen los compañeros.
-¿Qué medidas se deben tomar para poder trabajar más seguros?
-Nosotros no tenemos que dar la solución, sino ellos -dijo Kaufmann-. No es tan difícil darse cuenta de que si vos ponés gente en los barrios los condicionás (a los asaltantes).
-¿No cobrar en efectivo puede ser una solución?
-No, porque te roban el celular o la ticketera y te revientan la cabeza- contestó Silvia Parra, otra de las taxistas que se manifestó.
-En su caso, por el hecho de ser mujer ¿se siente más vulnerable?
-Sí, por supuesto. Siempre van a esperar que haya una mujer al volante antes que un hombre. Aunque a veces nos asaltan mujeres con chicos. Es muy feo no saber si a la noche volvemos a casa.
Más tarde la taxista contó que el domingo "hubo más robos, aparte del caso del taxista atacado. Yo he sido robada hace un mes atrás. Pero lamentablemente no lo denuncié, porque pierdo un día de laburo y no tengo respuesta", contó. "No podemos entrar a los barrios a buscar gente que va a laburar o a estudiar. Nos interceptan y nos asaltan. Esto es tierra de nadie", reflexionó Parra.
Antes de que finalice la protesta, arribaron al lugar el secretario de Control municipal, Fernando Peverengo, junto al subsecretario, Guillermo Álvarez, y se comprometieron a "articular el diálogo" con las autoridades de Seguridad provincial, en busca de solucionar el problema.
Protestas de taxis y remis por inseguridad
Respecto del estado de salud del trabajador herido en el asalto del domingo, se sabe que su evolución durante este lunes era favorable, y permanecía internado con cuidados especiales. "Sufrió una herida transficciante en el hígado, que por suerte no dañó órganos internos, por lo que sólo fue necesario realizarle estudios y controles", dijo el director del hospital José M. Cullen, Juan Pablo Poletti. Este lunes el paciente se encontraba "en reposo absoluto en una sala general, con sonda nasogástrica, esperando su evolución para que no realice complicaciones", agregó el médico.
La víctima del asalto perpetrado el domingo por la mañana en la zona norte de la ciudad tiene 57 años y pasó toda su vida laboral como taximetrista.
El agresor tomó el taxi y le solicitó al chofer que lo lleve hasta French y Francia, en barrio Pompeya. Minutos más tarde sacó un arma blanca y bajo amenazas lo asaltó. No conforme con ello lo atacó provocándole dos heridas en el abdomen y su brazo derecho.
Tras darse a la fuga el asaltante, el chofer logró conducir su taxi hasta la Recoleta, en 25 de Mayo y bulevar Pellegrini. Allí solicitó auxilio a la policía.
Más tarde el taxista fue trasladado de urgencia al hospital José M. Cullen a donde fue atendido y se le practicaron las curaciones antes mencionadas.
De inmediato los compañeros de las distintas unidades de taxis de la ciudad se pusieron en estado de alerta y más tarde definieron la asamblea y manifestación que se realizó este lunes. "Estamos conmocionados con lo sucedido", le dijo otro taxista a El Litoral.
La investigación del caso fue llevada adelante por agentes de la Comisaría 26, que intervino por su jurisdicción, en conjunto con la Justicia.