El Litoral
Cada día, 520 servicios de media y larga distancia llegan o parten de la terminal de colectivos de la ciudad. La Secretaría de Transporte de la provincia sólo controla documentación y estado de los coches.
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José Curiotto - [email protected]
El país parece haberse escandalizado por el caso de los cuatro choferes que supuestamente habían consumido cocaína antes de llevar delegaciones de estudiantes a Bariloche -luego se dijo que, en realidad, mascaban hojas de coca-. Sin embargo, mucho más cerca y a mayor escala, alrededor de 8.500 personas parten o llegan cada día a la terminal de Santa Fe en servicios de larga distancia, desprotegidas frente a la posibilidad de que algún conductor haya ingerido bebidas alcohólicas.
Las cifras surgen de un cálculo simple: diariamente, llegan y salen de Santa Fe un promedio de 143 micros de larga distancia (son los que viajan a más de 300 kilómetros) y se calcula que cada uno de ellos lleva alrededor de 60 personas.
El organismo encargado de realizar estos controles es la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT). Si bien existe una oficina y personal permanente en la terminal de Santa Fe, desde hace meses el único alcoholímetro con que cuentan está roto.
En esta delegación, trabajan seis inspectores. Al día de hoy, tres de ellos se encuentran de licencia. Los que prestan servicios, no sólo deben encargarse de controlar los colectivos de larga distancia que llegan y salen de la terminal local, sino que también participan de operativos que se realizan en ruta o en terminales de la región.
A estos coches de larga distancia, se deben sumar 92 micros que realizan trayectos que van de 50 a 300 kilómetros, y otros 285 que viajan hasta 50 kilómetros. En total, suman 377 servicios por día. En estos casos, desde la empresa Netoc calculan un promedio de 40 pasajeros por colectivo, lo que arroja un total de 15.000 personas transportadas.
La Secretaría de Transporte de la Provincia de Santa Fe cuenta con una delegación en la terminal. Sin embargo, desde el organismo se informó que ellos no realizan controles de alcoholemia a los conductores, sino que se abocan a verificar la documentación y el estado de los vehículos.
En teoría, el organismo que tiene la potestad de verificar el estado de los choferes en las rutas es la Agencia Provincial de Seguridad Vial. Pero de manera permanente y sistemática, nadie controla si los conductores que llegan o parten en los 520 servicios diarios de la terminal de Santa Fe ingirieron bebidas alcohólicas. Mucho menos, si consumieron alguna droga prohibida.
En la ciudad
Más allá de esta falta evidente de controles estatales sobre lo que sucede con los micros de media y larga distancia, las principales ciudades de la provincia hace tiempo que llevan adelante operativos de alcoholemia y, tanto Santa Fe como Rosario, se aprestan a iniciar operativos de narcolemia.
En mayo de este año, el Concejo Municipal de Santa Fe aprobó por una unanimidad un proyecto de ordenanza presentado por la concejala Mariela Blangini, que autorizó la implementación de controles de consumo de estupefacientes entre los conductores de la ciudad.
Según informó la edil, en estos momentos el municipio evalúa las experiencias de otras ciudades del país y se apresta a la compra del equipamiento necesario. Si no surgen imprevistos, posiblemente los operativos de narcolemia estén en marcha durante los próximos meses. De todos modos, se implementarán de manera gradual.
Mientras tanto, en Rosario un oferente se presentó en la licitación para la compra de equipos. Se trata del mismo proveedor que opera en ciudades como Córdoba y Bahía Blanca.
La idea es realizar una prueba piloto que se prolongará durante cuatro meses. La iniciativa del concejal Jorge Boasso, apuntará a detectar en los conductores el consumo de cannabis, cocaína, anfetaminas, benzodiacepina y opiáceos con su correspondiente punto de corte, cuya medida será en nanogramos.
Durante el período de prueba no habrá sanciones. Luego, se aplicarán sanciones similares a las que se establecen para los que consumen alcohol, e irán desde multas, hasta el retiro de la licencias.