Los vecinos de la Costa santafesina están preocupados por las demoras en el inicio de la obra de reparación de un terraplén contra inundaciones que fue erosionado por el río y se transformó en un riesgo hídrico para la zona.
La obra se licitó y se adjudicó. Pero todavía no iniciaron las tareas. Es una curva donde el río erosiona la defensa y ya fue reparada varias veces. Reclaman la solución definitiva.
Los vecinos de la Costa santafesina están preocupados por las demoras en el inicio de la obra de reparación de un terraplén contra inundaciones que fue erosionado por el río y se transformó en un riesgo hídrico para la zona.
Se trata del denominado Terraplén Garello, construido originalmente en el año 1992. Está ubicado a la altura de la toma de agua, en la confluencia de los ríos Ubajay y Colastiné, en jurisdicción del barrio Colastiné Norte, del distrito de la Costa.
En esa zona hay un problema recurrente. La fuerza del río choca contra la defensa y la desmorona. La misma fue reparada en reiteradas oportunidades en 2009, 2011, 2014 y 2016, con refuerzos de hierro y hormigón. Pero siempre se volvió a dañar. Y hace unos años que se viene desmoronando cada vez más.
Por sus características naturales, el suelo es arenoso. Está parcialmente protegido por un sistema de tablestacado de hormigón de 260 metros de largo y un sistema de protecciones de colchonetas de alambre rellenas con piedra, mantas de bloques de hormigón adheridos a geotextil y roca suelta. Actualmente, la obra de tablestacado está colapsada en un tramo de unos 60 metros.
La preocupación crece entre los vecinos debido al repunte de la altura del río, que permaneció por varios años en niveles muy bajos y ahora crece caudaloso y con toda la fuerza. Esto ocasiona un mayor daño a la zona ya afectada por la erosión, la que debe ser reparada. Porque en caso de ceder afectaría a unos 10 mil habitantes.
Mientras se espera la solución que los vecinos quieren que sea definitiva, el gobierno provincial reforzó en 2021 la zona para evitar que se siga desmoronando. Además, en noviembre del año pasado se licitó la obra definitiva y más tarde se adjudicó a la unión transitoria de empresas UTE Mundo Construcciones S.A. - Pentamar S.A. por un monto de contrato de $ 1.827.065.017,58 y un plazo de ejecución de 12 meses.
De acuerdo a los plazos, dicha obra definitiva ya debería estar en marcha. Pero hasta el momento no se instaló ni el obrador en el lugar. ¿Qué pasa? Esa es la pregunta que elevó este lunes El Litoral al Ministerio de Inraestructura, Servicios Públicos y Hábitat de la Provincia.
Y la respuesta llegó. De acuerdo a lo informado por el secretario de Recursos Hídricos, Roberto Gioria, hubo "algunos problemas técnicos, que ya hemos resuelto". Se trata de permisos que la empresa a cargo de la obra había solicitado a la Prefectura Naval Argentina. "Fuimos nosotros a la Prefectura para agilizar los trámites", dijo Gioria, "y la empresa ya tiene el permiso para que trabaje la draga, tarea que debe supervisar la Prefectura", explicó el funcionario. "Así que está todo listo para que la obra comience la próxima semana", anunció.
La obra se divide en tres partes. Lo primero es la reconstitución del talud húmedo y protección del terraplén con bloques de hormigón adheridos a geotextil. Esta protección tendrá una longitud de 260 metros, paralelo al curso, y unos 50 metros hacia el centro del río, llegando hasta el thalweg del mismo. Se colocarán mantas de bloques de hormigón sobre geotextil en una superficie de 15.000 m².
Lo segundo es un muro pantalla de hormigón armado, de 100 metros de longitud, que cubrirá el sector colapsado más una revancha, con una profundidad de 20 metros. Se ejecutarán 153 pilotes de hormigón de 80 centímetros de diámetro, de una longitud de 19.50 metros.
Por último, está previsto también el dragado de margen izquierda del río Colastiné, aguas debajo de la curva del río, interviniendo también, parcialmente, el albardón. El volumen total a dragar será de 360.000 m3.
Solución final
Si bien la naturaleza puede presentar problemas futuros en cualquier tipo de obra de infraestructura, los vecinos de la costa están cansados de que las reparaciones que se hacen en ese lugar siempre se dañen. Por ese motivo es que le solicitaron al gobierno provincial que el Organismo Regulador de Seguridad de Presas (ORSEP) sea quien controle que lo que se haga sea una solución definitiva.
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