El poco movimiento debido al aislamiento obligatorio generado por el coronavirus afecta a muchos sectores. Uno de ellos es el de los transportes escolares. Son casi 400 familias, entre choferes y propietarios, los directamente afectados por una realidad que golpea a todos. Por este motivo, Jorge Blesa, actual tesorero de la Asociación de los Transportistas Escolares y Afines (ATEA), se refirió al momento que están pasando y las ideas para contrarrestar el no poder trabajar.
“Estuvimos esperando hasta último momento con la esperanza de que se termine la cuarentena y empezar a trabajar. Pero este mes será casi imposible eso. Y empezamos a tener dificultades como cualquiera que no tienen ingresos”, comenzó diciendo Blesa, quien también agregó que “el gobierno nacional nos dio la espalda, porque somos todos de categoría del monotributo de C para arriba, y no entramos en nada. Cero ingresos, y no tenemos acumulado dinero como para solventar algunos gastos de acá en adelante”.
Por estos motivos, entre los pares, tuvieron una idea: “Pedirle a los padres, no obligarlos, que tengan consideración y puedan adelantar el pago del mes de abril. Que cada uno arregle con su transportista para poder hacerlo. Porque no es que solo tenemos gastos vinculados al transporte, sino el día a día. Como todos tenemos que hacer nuestras compras, pagar los impuestos, la cobertura de las obras sociales, todo”.
También desde ATEA tiene previsto cursarle una solicitud a la Municipalidad de Santa Fe: que los eximan de pagar la tasa de fiscalización del mes de abril, por no haber trabajado.
La última A, de ATEA es por “Afines”, que son aquellos que hacen viajes de larga distancia, que están dentro de la Asociación. “Ellos están más complicados aún, sobre todo los que compraron camionetas nuevas que pagan cuotas de entre 50 y 60 mil pesos en algunos casos. Vamos a pedir que esas cuotas se paguen más adelante, y sin intereses, porque sino es imposible. Además, los muchachos que tienen choferes, todos ya hicieron sus aportes previsionales. Sacaron plata de sus bolsillos que no saben de qué manera la van a recuperar”, aseguró Blesa.
Sobre el final, el dirigente de ATEA sentenció: “Realmente se nos vino el agua al cuello. Estoy cumpliendo 40 años en el transporte escolar y es la primera vez que paso una situación tan difícil. Porque cuando fue lo de la gripe A, más a mediados de año, teníamos juntada una plata, no para gastarla en cualquier cosa, sino por si le pasaba algo a las camionetas. Incluso cuando fue la inundación de 2003, trabajamos llevando kits de limpieza. Hoy, nada, no tenemos ningún traslado”. No obstante, finalizó con un mensaje algo más alentador pero realista a la vez: “Somos optimistas, y sabemos que nos vamos a acomodar, pero así estamos hoy”.