Cada 16 de octubre desde el año 1979 se conmemora el Día Mundial de la Alimentación. Una celebración promovida por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con el claro objetivo de disminuir el hambre en el mundo.
En el marco de las actividades previstas para la ocasión, el Banco de Alimentos de Santa Fe (Basfe) continúa realizando el arduo trabajo de rescate de alimentos, dentro del cual se destaca lo que se lleva a cabo en el flamante Centro de Recupero de Frutas y Verduras, ubicado en el Mercado de Productores.
Este año desde enero, hasta el último día de septiembre, el Basfe rescató 261.092 kilos de alimentos, dentro de los cuales hay 66.167 kilos de frutas y verduras. Todo destinado a las a las 105 entidades sociales que atienden.
Monica Cavallero de Ringa en la actual presidenta del Basfe. “Este centro funciona desde principios de 2020 con colaboración del Mercado de Productores, y además trabajamos en red donde hay diferentes presentaciones de concursos. Entonces aplicamos en uno que era la recuperación de frutas y verduras, algo que nos permitió poner en valor este lugar para poder trabajar aquí en el Mercado, cuando antes lo hacíamos directamente en nuestro centro de Recreo”.
La tarea específica del centro de recupero es la visita a productores. De ahí se hacen rescates y también se reciben donaciones de los puestos. Luego, en el espacio específico del Basfe, se hace la clasificación y el preparado de combos de frutas y verduras. La separación es en grupos de alimentos de 10 kilos y luego en Recreo, donde también están los alimentos secos, se hacen las entregas a las instituciones.
Son todos alimentos aptos para el consumo humano. pero que por distintos motivos perdieron su valor comercial, pero no el nutricional.
Natalia Sarricchio es una de las Licenciadas en Nutrición que colabora en el Basfe. “Hacemos clasificación de frutas y verduras cuando la mercadería lo requiere y los cálculos correspondientes: pesamos, dividimos y vemos cuántos bolsones piden las entidades. En base a eso vamos tomando decisiones. No hay un día igual al otro. Las actividades rondan en relación a lo que recibimos”.
“Lo que realmente no está apto para el consumo humano, se lo dejamos a una familia amiga que tiene cría de lombrices. Entonces buscan esos residuos orgánicos y los llevan a su establecimiento. Pero la idea es que desarrollemos eso también. Porque por ejemplo las cebollas brotadas, podrían plantarse para hacer un huerta; o que sea para consumo animal; o la piel de la cebolla, que se usa para tintes madre. Son todos proyectos que se van a ir ramificando desde acá”, aclaró Sarricchio.
A su turno, Florencia Ibarra, también Licenciada en Nutrición, comentó que “la importancia de recuperar esto es lo que ofrece el Banco de Alimentos. Es decir ofrecer una variedad de alimentos. Ese alimento que se puede tirar, nosotros lo recuperamos, clasificamos y entregamos a los diferentes comedores o entidades. Algunos puesteros que ya nos conocen, nos clasifican los alimentos previamente y nos avisan para retirar lo que tienen preparado. Todo se pesa, se anota, y así sabemos cuánto se tira”, explicó.
Quienes colaboran con el Banco de Alimentos de Santa Fe, asisten al Mercado los martes y jueves, porque las entregas se realizan miércoles y viernes por la mañana, en Recreo.