En Santa Fe, de un año a otro hubo el doble de vasectomías: ¿Se redefine la idea de tener hijos?
La estimación es del primer trimestre de 2020 a 2021, dentro del sistema público de salud. Y en sólo tres sanatorios privados se realizaron 170 procedimientos en lo que va de este año. Crece el número de estas cirugías anticonceptivas por las cuales una persona decide no tener hijos, o no seguir teniendo. ¿Tendencia de época?
Ser padre. La decisión de someterse a una vasectomía cada vez está más presente en los varones. La foto es sólo ilustrativa. Crédito: Pablo Aguirre
Una vasectomía es una cirugía simple que no dura más de una hora -en la mayoría de los casos, el paciente sale caminando del quirófano y se va a su casa- y que se realiza en los conductos deferentes que transportan los espermatozoides del testículo al pene. Se trata de un método anticonceptivo que la persona realiza principalmente porque ha decidido no tener hijos o dejar de tener más.
Esa es la definición técnica. Pero hay una tendencia que se va consolidando: el número de vasectomías crece año tras año, porque cada vez más personas toman esa decisión. Por ejemplo, en el sistema de salud público de la provincia de Santa Fe, si se compara el primer trimestre de 2020 (antes de la declaración de la pandemia y del ASPO) con el 2021, se duplicó el número de este tipo de cirugías realizadas.
De 2015 a 2018, el número de vasectomías realizadas en centros de salud de alta complejidad públicos era siempre menor a 25 por año. Ese número hoy es muy superior. Y otro dato: en sólo tres sanatorios privados de la ciudad de Santa Fe consultados por El Litoral, ya se realizaron casi 170 procedimientos quirúrgicos de este tipo en lo que va del 2022.
¿A qué se debe este fenómeno? ¿A la decisión de no tener hijos o hijas por las altas exigencias de la vida moderna (laborales, por ejemplo), que a su vez tiene correlación con un mayor sentido de independencia personal? ¿O quizás a una reconfiguración de la idea de paternidad y de maternidad, y de familia numerosa? ¿Acaso por la necesidad de una mujer, en matrimonio o pareja estable, de dejar de tomar pastillas anticonceptivas, que tienen hormonas artificiales?
¿Es por la situación económica del país, o por la inseguridad, por la cual una pareja razona: "Para qué tener un hijo si la pasará mal, o si siendo adulto se irá a otro país a buscar mejor suerte"? El avance en los derechos de la mujer, ¿influye en la determinación de alguien de realizarse una vasectomía? Las aristas de análisis posibles son muchas, debido a que cada decisión es personal (o consensuada con la pareja) y las motivaciones pueden ser diversas.
"Es muy frecuente escuchar a varones manifestar su compromiso con respecto a su salud reproductiva y a su pareja, en el caso de dos personas heterosexuales. La mayoría de los métodos anticonceptivos, excepto el preservativo, están orientados al cuerpo femenino. Y que ahora se empiece a ver este compromiso de parte de los varones sobre la salud reproductiva marca un cambio social y muestra más responsabilidad sobre la anticoncepción", le dice a El Litoral Paola Gross, directora de Salud Sexual, Reproductiva y Diversidad del Ministerio de Salud de Santa Fe.
El gráfico muestra adónde se realiza la intervención quirúrgica.
Sector público
"Desde el año pasado comenzamos a notar, a través de la línea telefónica nacional sobre salud sexual (0800-222-3444), con la cual la provincia de Santa Fe se articula, que llegaban más consultas de personas que requerían más información y, sobre todo, orientación sobre cómo es el procedimiento de la vasectomía", explica la funcionaria.
Aún no están los datos definitivos de 2021, "pero en los números parciales que tenemos, podemos asegurar que hubo una recuperación de estas cirugías respecto del 2020 (primer trimestre), puesto que se duplica el número de vasectomías en 2021 (respecto del año precedente)", se limita a decir la directora, sin arriesgar datos concretos puesto que aún no están los guarismos consolidados.
"Lo que pretendemos hacer desde el Ministerio de Salud provincial es que esta práctica sea cada vez más conocida por la población, y que las personas que tienen la intención de hacerlo, puedan realizársela", subraya Gross.
A una persona que consulta sobre el procedimiento de la vasectomía en un efector primario de salud de su barrio, ésta recibe de parte del equipo sanitario una orientación y una derivación a un efector de segundo o tercer nivel para garantizar el acceso a la realización de esta práctica quirúrgica dentro del sistema público.
Sector privado
El Litoral consultó a tres sanatorios privados de la ciudad de Santa Fe. Desde Grupo MIT informaron que las vasectomías practicadas fueron 28 en 2020; 74 en 2021 y, en lo que va de 2022 (al 27 de julio), 50 procedimientos. En tanto que las consultas también fueron en aumento: en 2020, se reportaron 45; en 2021, 92, y en 2022 (siempre al 27 de julio), 72. Los datos fueron provistos por el Dr. Héctor Santiesteban, urólogo e integrante del Servicio de Urología Avanzada de Grupo MIT.
En el Sanatorio Santa Fe, durante 2021 se realizaron un total de 94 vasectomías, y en lo que va de este año 85. Como se ve, los números son elevados y ratifican la tendencia. Dentro de esa institución médica, el 60% de los pacientes se realizó la práctica quirúrgica bajo cobertura de Iapos, y el resto a través de otras obras sociales y prepagas.
En el Sanatorio Garay se realizaron desde 2018 hasta lo que va de 2022 un total de 119 vasectomías. Se ve aquí también la curva ascendente en el número de procedimientos quirúrgicos por año: en 2018, 10; en 2019, 19; en 2020 (pandemia mediante), 23 vasectomías; en 2021, 35, y en lo que va de 2022 casi se iguala en número anterior (32). En 5 años, el aumento porcentual es de casi el 8% en la cantidad de procedimientos realizados.
La Ley Nacional Nº 26.130 incluyó las dos modalidades de anticoncepción quirúrgica, tanto la vasectomía como la ligadura tubaria, como prácticas garantizadas dentro de cada plan médico. A partir de esta legislación nacional, todas las obras sociales y prepagas están obligadas a brindar cobertura a sus afiliados.
Para más información, la Línea Nacional de Salud Sexual es 0800-222-3444. Email: [email protected].
Los mitos a derribar
La vasectomía es una práctica quirúrgica menor en los conductos deferentes que transportan los espermatozoides del testículo al pene. "Después de la vasectomía se sigue eyaculando como siempre. El aspecto del semen es el mismo, pero ya no contiene espermatozoides", informa la cartera sanitaria nacional. Y es, como se dijo, una opción para quienes deciden no tener hijos/as o ya tuvieron y no quieren tener más.
"Tras la cirugía, al paciente se le puede indicar analgésicos para reducir la inflamación, pero no se requiere ningún tratamiento farmacológico. Sí, para completar lo que hace a la práctica quirúrgica en sí, se hace un estudio (espermograma) tres meses después de la cirugía para chequear si se ha tenido éxito. Por lo general, la vasectomía tiene un 95% de efectividad", explica Paola Gross.
La directora provincial aprovecha para derribar algunos mitos que circulan alrededor de la práctica de la vasectomía: "Primero, no se modifica ni se reduce el placer sexual, ni el deseo ni el rendimiento físico en la genitalidad masculina (por ejemplo, no genera disfunción eréctil). Tampoco afecta en ningún aspecto la vida sexual de la persona", subraya Gross.
Cabe resaltar la otra cara de este procedimiento quirúrgico: no protege del VIH/Sida ni de otras infecciones de transmisión sexual. "Siempre, con o sin vasectomía, es necesario y recomendable en una relación sexual el uso del preservativo", enfatiza Gross.
En primera persona
El Litoral dialogó con J. R., de 42 años (se reserva la confidencialidad del nombre de esta persona), quien se practicó una vasectomía. En primera persona, este es su testimonio.
"Desde ya que fue una decisión consensuada con mi mujer. El motivo principal es haber estado seguros los dos de no querer tener más hijos. Además, a eso se le suma el "cansancio", si se quiere, de ella después de muchos años de tomar pastillas anticonceptivas, con todo lo que eso significa en el organismo de una mujer".
"Teniendo en cuenta estos motivos, y estando esta posibilidad, no hubo mucho más para hablar, y no tuve dudas en ningún momento de la decisión. Y mucho menos luego de la primera consulta que tuve con el médico donde me explicó todo: cómo era la intervención, el postoperatorio, cuidados, etcétera".
Respecto de cómo fue la intervención, respondió: "Muy sencilla. Menos de una hora y del quirófano, directo a mi casa. Dos días de reposo, pero no absoluto. Dos días sin manejar, ir curando las heridas al bañarme, y volver a tener relaciones luego de dos semanas de la operación. Además, a los tres meses de la intervención, debía hacerme un espermograma para comprobar que todo esté en orden. Una vez confirmado esto, ahí sí pudimos dejar de cuidarnos con mi mujer".
J. R admite que tras esta experiencia hoy se siente "bien, normal, igual que siempre podría decir, pero con la seguridad de haber hecho lo correcto, tanto para mí como para mi pareja. Lo recomiendo para aquellos que estén pensándolo, pero siempre consultando previamente a un médico para despejar todo tipo de dudas".
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