En la tarde de este jueves, funcionarios municipales se reunieron con vecinos de los barrios Candioti Sur y Norte para avanzar en una discusión que ya vienen teniendo desde hace unos meses: acordar pautas de convivencia pacífica para regular una nueva nocturnidad en un sector de la ciudad donde, en los últimos años, explotó su oferta gastronómica.
Los temas tratados son los que quedaron pendientes de la reunión anterior, que se realizó el 3 de enero, cuando los vecinos presentaron sus propuestas para las nuevas normativas que creen que esta nueva nocturnidad debe contemplar. En tal sentido, Elsa Fernández, representante vecinal, dialogó con El Litoral tras el encuentro y admitió que “fue una buena reunión, nos informaron sobre todo lo que se ha hecho hasta ahora, la intención de seguir buscando acuerdos con todos los actores que este problema involucra y creo que se va encaminando”.
“Lo que pasa -admitió Fernández- es que al vecino que sufre permanentemente el problema del ruido, la suciedad y todo lo que traen los bares a las casas que están pegadas, esto le parece muy lento; y es verdad, es así porque los consensos son procesos de trabajo lentos para que sean buenos”. En función de esto, la referente del barrio quiso transmitir a los vecinos que “estamos trabajando y vamos avanzando, aunque no son los tiempos que a ellos les gustaría”.
Fernández también realizó un pedido a los empresarios de la noche: “Que se pongan en la piel de los vecinos para encontrar una solución. Si todos trabajamos con empatía vamos a llegar a un buen acuerdo”, propuso.
Por su parte, el secretario municipal de la Producción, Matías Schmüt, adelantó que si bien este jueves se inició el proceso, “seguramente la semana que viene seguirá con el sector privado, que también fue partícipe de una encuesta con esa mirada; y, en un tercer paso, va a haber una encuesta a los usuarios, para trabajar la normativa escuchando todas las voces y teniendo en cuenta cuáles son los padecimientos de algunos, los beneficios de la actividad y buscando puntos en común”.
El objetivo es elaborar “un borrador consensuado”, admitió el funcionario. “De la charla han salido cuestiones que desde el Ejecutivo estamos pensando y compartimos con los vecinos y muchas propuestas de ellos que también nosotros teníamos pensadas llevar adelante”, añadió.
Schmüt indicó que los cuestionamientos están en torno a tres ejes: los ruidos molestos, los horarios y el uso del espacio público. Al respecto, manifestó que “la encuesta ha reflejado que a diferencia de lo que uno tendía a percibir, el 80% está de acuerdo con la actividad en la zona”. Por eso, lo que el borrador busca “son los puntos que permitan la convivencia pacífica”.
“Después, haremos una mesa donde se puedan sentar todas las partes con el Ejecutivo para construir un proyecto que sirva y salga con una propuesta superadora a este conflicto”, concluyó el secretario.