Todavía conmocionados con el brutal asesinato del almacenero Julio Cabal, los miembros de la Red de Vecinales de la ciudad, Madres del Dolor y Vecinos Autoconvocados, se reunieron este jueves a la mañana junto a los representantes del Centro Comercial de Santa Fe, en la sede de la institución ubicada sobre calle San Martín al 2800.
Cada representante de las vecinales expuso sobre la mesa de discusión las distintas problemáticas que imperan en los barrios de la ciudad. El eje de la discusión fue la creciente inseguridad y sus distintos aspectos.
A propósito de ello, hubo un punto de acuerdo en darle un mayor impulso al pedido concreto al gobierno provincial para que declare el estado de emergencia en materia de seguridad en Santa Fe. Desde las vecinales y las redes como los autoconvocados vienen juntando firmas en cada barrio. “La meta era alcanzar las 50 mil firmas, hoy estamos en más de 25 mil”, mencionó José Cettour, vecinalista de barrio Centenario. “Faltan, pero vamos a presentarlas, para poner sobre el tapete lo que está pasando en la ciudad”.
“Debemos involucrar no sólo al gobierno provincial y a los legisladores, sino también a la Municipalidad, porque la realidad es acuciante”, advirtió Cettour. En la última década la provincia tuvo la tasa de homicidios más alta del país, en algunos casos duplicando la media nacional. La ciudad de Santa Fe registró en el 2018 una tasa de 14,6 de homicidios cada 100 mil habitantes, según los datos oficiales del Ministerio de Seguridad de la Nación.
La implementación de la emergencia en seguridad implicaría otorgar un mayor poder para que se tomen todas las medidas necesarias encaminadas a tratar de pacificar una sociedad que incrementó los índices de violencia. “Que pongan luces, cámaras donde haga falta, más alimentos para los comedores comunitarios y educación”, enumeró a modo de ejemplo Cettour. “Ya tuvimos una muy buena experiencia en su implementación entre 2012 y 2016”, dijo el vecinalista, “pese a que se implementó sólo el 10 por ciento”.
Una primera medida tomada por el gobierno provincial fue la intervención de la Unidad Regional I de Policía. Este punto no fue debatido en la mesa de diálogo. Sin embargo, para Cettour se trata “sólo de un cambio de figuras, para contener el malestar ciudadano”, dijo. Cabe mencionar que este miércoles por la noche unas 5 mil personas se movilizaron desde el almacén que atendía Cabal en Urquiza al 2200 hacia el Ministerio de Seguridad, la Legislatura y la Casa Gris. “La seguridad no se da con un cambio de policía”, insistió.
—Los vecinos pidieron en la marcha más “mano dura” y la renuncia del ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro. ¿Es lo que se necesita?
—Pullaro debe terminar su gestión. Y lo de “mano dura” no lo comparto. Esa frase y “justicia por mano propia” son negativas. Estamos en una sociedad
civilizada que tiene las herramientas democráticas, la justicia y los valores, que no se pueden perder.
En el mismo sentido se expresó durante la marcha la madre de Cabal. “Mi hijo no hubiese querido eso. No quería mano dura”. María Inés describió al joven como “un soñador”. “Él quería justicia, pero de verdad. Luchaba por la igualdad. Era su sueño‘.
Otra de las participantes de la reunión fue la madre de Marianela Brondino, una joven víctima de un asalto callejero. Graciela atravesó el dolor, “el mismo que hoy le toca a los familiares de Julio”, dijo. Ella integra una asociación que congrega a familiares de víctimas. “Hasta que no nos reunamos todos y exijamos a las autoridades que hagan lo que tienen que hacer vamos a estar cada vez peor”, advirtió.
Y desde el Centro Comercial, su presidente, Daniel Bustamante dijo: “Ya hemos alertado suficientemente sobre la situación que vive la ciudad. Lo que estamos exigiendo ante esta ola de violencia e inseguridad es una respuesta inmediata”.