-Vecinos, recién en Pasaje Parpal y San Martín me acaban de intentar robar, pero estoy bien. Tengan cuidado, por favor.
Todos los días se repiten este tipo de alertas entre quienes viven en el “laberinto de las diagonales” y muchas veces, con el hecho consumado. La policía parece no encontrarle la vuelta a la inseguridad en el barrio. ¿Qué más hace falta?
-Vecinos, recién en Pasaje Parpal y San Martín me acaban de intentar robar, pero estoy bien. Tengan cuidado, por favor.
El mensaje es un audio de whatsapp de una mujer indefensa que salió a trabajar temprano, todavía de noche, desde una de las viviendas de barrio Jardín Mayoraz, en el corazón geográfico de la ciudad. De inmediato sus vecinos activan el alerta, preguntan si está bien y se solidarizan.
-Aparte de tener cuidado hay que llamar a la policía. Es el mismo que me robó a mí -dice otra vecina en un segundo audio enviado al grupo de vecinos de Mayoraz-. Y tenemos que insistir con los medios de comunicación, la ciudad tiene que saber lo que nos pasa -agrega.
Minutos antes del primer audio mensaje, la víctima del intento de asalto (se reserva su identidad) corrió para escapar de un hombre que, a bordo de una moto, intentó robarle la cartera. Ella gritó fuerte y salieron al cruce a ayudarla las maestras del jardín de infantes ubicado en la esquina de San Martín y Diagonal Martínez. “Así que me metí en el Jardín y pude escapar… Se debe haber despertado todo el barrio del grito que pegué”, dirá más tarde en diálogo con El Litoral. El barrio es un laberinto y muchos de quienes cometen a diario estos delitos ya conocen sus vías de fuga a través de las diagonales para perpetrarlos.
El drama que viven los vecinos de Mayoraz parece no tener solución. La inseguridad es latente en toda la ciudad. Pero en particular en este barrio sus características urbanas lo hacen más complicado a la hora de brindar seguridad. “La policía viene y se pierde”, dice una kiosquera.
Por estos días las vecinas -porque sobre todo las víctimas son mujeres- hablan de un sujeto que se maneja a bordo de una moto roja, es de baja estatura y viste de negro. Pero no es el único. “A veces aparecen en dos motos, para escapar”, cuenta la vecina.
“Como vecinas y vecinos autoconvocados de barrio Mayoraz queremos denunciar una vez más que estamos en situación de alerta ya que todos los días, cotidianamente y en cualquier momento sufrimos alguna situación de violencia a mano armada, ya no el manoteo de la cartera”, expresó otra mujer.
Y más tarde contó la misma vecina que el martes tuvieron “una situación de abuso, cuando un pervertido manoseó a una menor que bajaba del colectivo y se dirigía al colegio Verna”, ubicado en el centro del barrio de las diagonales.
“Esta realidad viene desde hace mucho tiempo, ya hicimos infinidad de reclamos, denuncias, pedimos colaboración junto a las fuerzas policiales al Ministerio de Seguridad, elevamos notas, y ya no sabemos qué hacer para pedir más seguridad en un barrio en el que es muy fácil escabullirse debido a las diagonales y es elegido por la delincuencia para robar y escapar”, dijo la vecina.
“Entendemos que estamos en una situación de crisis, en la que la carencia de la gente es una realidad. Nosotras estamos expuestas, no sólo nosotras y nuestra integridad física y psicológica, sino también los bienes materiales, por lo que necesitamos una solución urgente, que se actúe de manera inmediata”, finalizó la vecina.