Esta nota bien pudo titularse: El terror llegó por el balcón.
La dueña de casa despertó con un ladrón en su dormitorio. El rufián sustrajo varios elementos y escapó.
Esta nota bien pudo titularse: El terror llegó por el balcón.
Y es por lo que esta madrugada le tocó vivir a María Laura (43), una profesional de la salud que vive en un departamento de Mayoraz; un barrio que en los últimos días viene siendo castigado por la delincuencia. (ver recuadro).
Pasada la medianoche la mujer, junto a sus dos hijos menores, dieron por terminada sus actividades y se dispusieron para dormir, sin imaginarse que estaban en la antesala de una pesadilla.
Eran cerca de las 2 cuando la dueña de casa despertó y fue entonces cuando no pudo creer lo que estaba ante sus ojos. Dentro de la habitación había un individuo que caminaba con sigilo.
Superando el pánico de la situación, María Laura optó por simular que estaba dormida; decisión que con el transcurso de los hechos, resultó muy inteligente.
En los minutos siguientes "que fueron eternos", según narró a El Litoral, la mujer observó como el intruso recorrió el departamento hasta que finalmente escuchó que se escapaba por el balcón.
"Esperé un rato para asegurarme que se había ido. Me levanté y lo primero que hice fue ir a ver a mis chicos. Por suerte estaba todo bien. Le agradecí tanto a Dios que no se hayan despertado cuando el tipo estaba adentro", sostuvo.
Con lo poco que le quedaba de tranquilidad la mujer inspeccionó el departamento. Allí se dio cuenta que el rufián se había llevado dos celulares Samsung; dos Tablet´s de igual marca, de color blanco; una Notebook Dell con pantalla táctil y una Netbook.
Cruel paradoja. Todos los objetos robados el ladrón los cargó en una mochila escolar de color rojo (propiedad de unos de los chicos de la casa), que tiene estampada la figura de El Hombre Araña.
El departamento donde vive María Laura, se ubica en la planta alta, de un inmueble ubicado en pasaje Rawson al 6100, esto es, en el corazón de barrio Mayoraz.
Según se supo el malviviente ingresó al inmueble por la puerta-ventana de un balcón, que había quedado abierta.
Para llegar hasta allí antes subió por la reja de un templo lindero, luego trepó por una columna hasta alcanzar una cornisa, por donde caminó hasta el balcón de su objetivo.
"La verdad que no sé cómo fue que me desperté, porque el tipo era increíblemente silencioso. No sé si estaba descalzo, pero no hacía ningún tipo de ruido al caminar. Se movía como un gato", comentó la víctima.
"Todo esto fue una verdadera pesadilla… jamás pensé que podía vivir algo así. Sé que dentro de todo terminó bien, pero ahora estoy muy asustada pensando en todo lo que pudo pasar. Si yo gritaba o algún chico se despertaba. El tipo nos pudo haber golpeado o matado. Es horrible todo", dijo apenada.
"Por lo que pude ver, en medio de la oscuridad, el aspecto del ladrón es muy parecido al que robó hace unos días acá cerca, en San Martín al 6100. Es una persona joven, delgada, con cabellos cortos".
"Su modo de robar es selectivo. En mi caso se llevó todos esos objetos que estaban a mano, sobre la mesa. Pero desechó otros. Estaba también mi cartera, incluso con la billetera, y no le dio importancia".
Por último María Laura imploró para que refuercen la seguridad en el barrio. "Es increíble la cantidad de robos que hay en este sector. En casas de familia, en comercios o en la calle. No se puede seguir viviendo así", sentenció.
Un barrio en jaque
Este martes, El Litoral dio cuenta de un robo similar, ocurrido en un inmueble de San Martín al 6100, en barrio Mayoraz. En ese caso también un delincuente ingresó a una vivienda, previo haber escalado un tapial del frente, y robó una motocicleta. Lo increíble de este hecho es que minutos después el propio ladrón se comunicó con las víctimas y pidió un rescate: "¿cuánto pagás por lo que te robamos", dijo.