Foto: Luis Cetraro
Hace un año que mudaron sus puestos a un local con ingreso por la Plaza del Soldado. Este miércoles y jueves protestaron en el microcentro para que les permitan poner los puestos en la vía pública. La Municipalidad realizó una denuncia.
Foto: Luis Cetraro
De la redacción de El Litoral
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El grupo conformado por 13 vendedores que tenían sus puestos en el borde este de la Plaza del Soldado cortaron el tránsito en San Jerónimo y Mendoza. La protesta, que duró dos horas en la mañana de hoy y dos en la tarde de ayer, se hizo para reclamar ante la Municipalidad el permiso para poder volver a ofrecer sus productos en la calle, a poco tiempo de las fiestas navideñas. El mismo grupo de vendedores fue el que hace un año accedió a una propuesta de la Subsecretaría de Acción Social de la Municipalidad a dejar los lugares que ocupaban en la vereda de calle San Jerónimo entre Mendoza y Salta, e instalarse en un salón ubicado en la cortada Bustamante, que tiene el ingreso por la plaza. A cambio, el municipio se hizo cargo de abonar el alquiler del local, la energía eléctrica y pagar la suma de 600 pesos bimestrales a cada puestero. Pero, según Jorge Ruiz Díaz, un histórico referente de los ambulantes, las ventas cayeron estrepitosamente dentro de la cortada, por lo que pretenden volver a la vía pública. “Desde que nos instalamos en el salón nunca entró una persona para que le vendamos algo. El puesto que más vendió logró un máximo de 50 pesos un día”, justificó Ruiz Díaz y adelantó que hoy volverían a cortar la misma intersección al mediodía y a la tarde hasta que logren una respuesta por parte de la Municipalidad. A pesar de la protesta pública de los vendedores, la secretaria de Gobierno Municipal, Adriana Molina, adelantó a este medio que la postura de la gestión sigue siendo la misma que cuando llegaron a un acuerdo: no permitir la ocupación del espacio común. Ante la posibilidad de que la protesta se reiterara hoy en la misma intersección, esta mañana la Municipalidad presentó una denuncia en la Fiscalía de la doctora Graciela Parma por el entorpecimiento de la circulación, entre otros motivos. Asimismo, Ruiz Díaz reconoció que si bien en un primer momento celebraron el convenio, hoy es insostenible. “Si bien acordamos meternos en un lugar que no tiene ni baños, lo hicimos porque Mariano Cejas (subsecretario de Acción Social) nos pidió que lo acompañemos porque nos dijo que era un proyecto de él, pero ya no podemos más”, aseguró Ruiz Díaz. Una zona complicada Mediante el Programa Comercio Seguro, con el acompañamiento del Centro Comercial, el municipio apuntó a regularizar la actividad de los ambulantes. Además propició la creación de un registro de vendedores ambulantes, que actualmente está integrado por 103 personas acreditadas oficialmente que ofrecen diferentes productos en puntos específicos de la ciudad. “Pero son realmente ambulantes”, comparó la secretaria Molina en referencia a los de la cortada Bustamante “que pretenden instalarse con sus artículos en las esquinas o en la misma plaza”. Al respecto, Molina afirmó que no van a conversar ni negociar “a partir de medidas de fuerza como las que están realizando”. Por su parte Ruiz Díaz se defendió diciendo que “no somos delincuentes ni vendemos cosas truchas o robadas. Nos sentimos marginados cuando podemos ser la alternativa para mejorar el aspecto de la plaza del Soldado que a veces es una zona liberada”.