Por la bajante del Río Paraná, se aprecia el final de la cubierta protectora del Túnel Subfluvial en el lado Santa Fe.
El director técnico del Túnel Subfluvial Uranga - Silvestre Begnis explicó la función y la importancia de la estructura y recomendó no acercarse, para no lastimarse o dañar las embarcaciones.
Por la bajante del Río Paraná, se aprecia el final de la cubierta protectora del Túnel Subfluvial en el lado Santa Fe.
La obra, que se hizo en los noventa, es una estructura de seguridad de 900 metros de largo por 100 metros de ancho, cincuenta metros aguas abajo del eje y cincuenta arriba del eje. Se trata de un espacio reservado, al que no se debe acercar para no romper las embarcaciones ni lastimarse las personas.
“Lo que se ve por la bajante es el final de la capa dos, y de ahí para abajo hay entre doce y catorce metros de profundidad, o sea está la manta, está el suelo y recién la parte más alta del túnel, aproximadamente en el tubo 25 tenemos entre siete y siete metros y medio de tapada; y en el centro del túnel con entre tres y metros cincuenta”, explicó a El Litoral Augusto Cortéz, director técnico del viaducto.
Bajante del Paraná: quedó a la vista la malla protectora del túnel
“Hacemos inspecciones quincenalmente, pero cuando hay creciente acortamos las inspecciones, porque lo que hace la cubierta es confinar y proteger la arena, aprieta hacia abajo ya que el río en el subsuelo tiene movimientos de dunas – se producen valles y crestas- que en la bajante se mueve a un metro por día pero en las crecientes, como la de 2016, se movió entre quince y dieciséis metros por día la duna, y cuando llega a la defensa le saca la energía a la duna, que copia la horizontalidad de la defensa y apenas termina la defensa vuelve a iniciar una actividad parecida a la que había abandonado cincuenta metros aguas abajo”, agregó.
Según indicó el funcionario, “este año se vio más que otros años porque tenemos 25 centímetros menos que el año pasado, con un caudal de ocho mil metros cúbicos por segundo, aunque para el túnel no tiene ningún tipo de complicaciones”. “De todos modos, nosotros el año pasado nos preocupamos para reforzar que estuviesen las dos boyas que están en el río en este momento a los fines de delimitar el lugar estratégico del cauce central del río, donde van las embarcaciones de mayor porte”, destacó Cortéz.