La histórica bajante del río Paraná está afectando considerablemente no sólo el paisaje de Corriente, Entre Ríos y Santa Fe, sino también a la flora y fauna de sus ecosistemas.
Los ejemplares fueron encontrados en las costas de Ituzaingó. Atribuyen los sucedido a la altura del río que en esta localidad se encuentra en -0.05 metros.
La histórica bajante del río Paraná está afectando considerablemente no sólo el paisaje de Corriente, Entre Ríos y Santa Fe, sino también a la flora y fauna de sus ecosistemas.
Una de las consecuencias de la crítica situación hídrica se pudo observar en la playa La Marcelina, de la localidad correntina de Ituzaingó, donde vecinos hallaron cadáveres de peces que no lograron enfrentar la sequía.
La preocupación de la población local se extiende a las complicaciones en la extracción del agua que ya se presentaron en varias ciudades de la costa del Paraná.
Este martes a la medianoche, según los registros de la Prefectura Naval Argentina, en el puerto de Ituzaingó se sostuvo la altura de -0.05 metros. Valor aún más bajo que la semana pasada.