En el transcurso de dos años, la ciudad de Santa Fe y la región litoraleña fueron escenario de cambios en los ecosistemas producto de los fenómenos climáticos de La Niña y El Niño.
El drone de El Litoral captó imágenes de los fenómenos naturales. El estiaje de 2021 y la actual crecida del río Paraná.
En el transcurso de dos años, la ciudad de Santa Fe y la región litoraleña fueron escenario de cambios en los ecosistemas producto de los fenómenos climáticos de La Niña y El Niño.
Sequía y bajante de ríos acaecieron entre 2020 y 2022, mientras que en el tramo final del 2023 ya se siente la presencia de las lluvias y los caudales de los ríos que aumentan.
Antes y después. Contracara. Son expresiones que bien pueden ilustrar lo que pasó y lo que pasa ahora con la Laguna Setúbal. El espejo de agua por excelencia de la capital santafesina se aprecia por estos días repleto del vital elemento que llega del noreste, a partir de la creciente del río Paraná.
El drone de El Litoral hizo un seguimiento pormenorizado de ambas situaciones que la naturaleza deparó para la Setúbal.
El 25 de agosto de 2021, la bajante golpeaba fuerte en la región. De acuerdo a registros oficiales del gobierno de Santa Fe, la altura esa jornada en el puerto local fue de 7 centímetros por debajo del cero. 10 antes, el nivel fue de 19 centímetros por debajo del cero.
Como se aprecia en las imágenes del drone, la Setúbal se mostraba con poca agua, escasa vegetación e importantes porciones de tierra a la vista. Mal llamados “banco de arena”, no eran otra cosa que el piso lagunar, conformado por barro y arcilla.
La laguna quedó reducida a su mínima expresión en tiempos de bajante y hubo quienes caminaron o transitaron con algún vehículo ese suelo, desoyendo las advertencias de las autoridades por la peligrosidad que significa.
La poca agua en la Setúbal también permitió que se hagan diversos estudios científicos sobre la geografía, anteriores poblaciones de la zona e, incluso, prever lo que posteriormente fue la obra del gasoducto Gran Santa Fe.
En el segundo semestre de 2023, se dio por terminado el proceso de La Niña y se dio paso al fenómeno El Niño. Las lluvias en el sur de Brasil y el noreste argentino comenzaron a impactar sobre el río Paraná.
Como consecuencia, desde septiembre los niveles del río se encuentran en pleno crecimiento. En los inicios del citado mes, la altura fue de dos metros en el puerto santafesino. Para el 27 de octubre, alcanzó los tres metros en la capital provincial.
La tendencia alcista en el río continuó en noviembre. Para el 14 de ese mes, llegó a los cuatro metros en Santa Fe. Y el primer día de diciembre quedó al borde de los cinco metros (4,98 mts).
La llegada de más agua, indefectiblemente provocó un cambio en el ecosistema ribereño de la ciudad capital y sus alrededores. Particularmente, la Setúbal creció en cuerpo y forma y prácticamente dejó sin playas a los santafesinos.
Entre los llamados “bosques nativos” (vegetación que creció luego de la bajante en ambas márgenes de la laguna) y el agua que llega, los balnearios de la capital provincial quedaron reducidos.
Esa misma vegetación volvió a formar un embalsado y quedaba apenas un espacio para circular a la altura de los pilotes del ex puente ferroviario. Cabe recordar que a principios de año, camalotes y otras especies bloquearon el paso en ese sector de la Setúbal.
Con la laguna “llena de vida” también aparecieron especies de aves, más peces y algunas nutrias o “lobitos de río” que se dejan ver habitualmente en la zona del faro o del puente Colgante y Oroño.
Este sábado por la mañana el río Paraná se mantenía en 4,98 mts, sin cambios desde el mediodía del viernes.
En este marco, el Instituto Nacional del Agua (INA) actualizó sus pronósticos en relación a las alturas del río previstas para las próximas semanas.
En el puerto de Santa Fe, las proyecciones indican que para el martes 5 de diciembre se espera una altura de 4,80 mts. Mientras que para una semana más tarde se estima un nivel de 4,46 mts.
Al mismo tiempo, desde el organismo aclaran que “son tendencias consideradas en los valores medios diarios. Los niveles se encuentran en el rango de aguas altas, próximos a las referencias de alerta en el tramo Corrientes-Paraná, y en rango de aguas medias a medias altas, en el tramo inferior.
El informe cierra explicando que “de acuerdo con la perspectiva meteorológica y los caudales previstos desde la alta cuenca, los niveles se mantendrán en descenso en el tramo superior y definiendo pico en el tramo inferior”.
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