Un televisor, papeles de todo tipo y tamaños, botellas plásticas de todas las bebidas que uno puede imaginar, cartones. La lista de elementos parece interminable. Todos estos objetos que alguna vez fueron de utilidad, descansan como basura en un histórico zanjón del norte de la ciudad de Santa Fe.
Todo esto ocurre a pocos metros de viviendas familiares del barrio Scarafía. Un equipo de El Litoral llegó hasta el lugar, en la zona de calle Risso al 5500, recorrió la zona a pie y con un vuelo de drone. Las imágenes hablan por sí solas y están acompañadas por el testimonio de Estela Sevilla, una vecina con varias décadas en el barrio.
“Toda la vida”
Al ser consultada, la mujer manifestó: “Nos encontramos en uno de los barrios más olvidados de la ciudad. Desde que vivo acá, hace unos 60 años, esto está olvidado por todos”.
Sobre el zanjón puntualmente, la vecina señaló que “está hace más de 50 años a cielo abierto y en la Municipalidad te dicen que está entubado y no es así, porque ustedes lo vieron que está abierto”.
—¿Cómo se hace para vivir así?
—Como podemos. Somos vecinos de toda la vida. Me da pena porque estamos olvidados de todo. Si tenés que salir a la madrugada o necesitás un remís, te preguntan de qué zona sos y no vienen.
Entre los cientos de elementos arrojados al zanjón, llamó la atención un televisor. Foto: Fernando Nicola
—¿La parte entubada cuándo se hizo?
—Yo creo que lo hicieron hace unos 50 años, pero sólo desde Blas Parera hasta Risso al 5.500. Tuvimos la suerte que cerraron acá las calles, pero llegó hasta ahí. En teoría tendría que haber ido desde el complejo de Las Flores I hasta el Camino Viejo a Esperanza y quedó inconcluso entre Risso e Ignacio Crespo.
—¿Qué te gustaría para el barrio?
— Me gustaría verlo asfaltado, con una línea de colectivo como en todos los barrios.
Trabajos lentos
Sanear el zanjón y entubarlo forma parte de la segunda etapa de obras en la zona del Camino Viejo a Esperanza. Estos trabajos fueron incluidos en el Plan Integrar, cuyo financiamiento depende del Estado Nacional.
Por lo que pudo saber El Litoral, las tareas arrancaron pero van lentas. Este jueves, el intendente Jatón reconoció ante la consulta de este diario que "ha habido una ralentización y un cambio en el régimen de los pagos, por eso tenemos que ver la situación de cada obra, y a partir de allí establecer qué vamos a hacer con cada una de ellas".
En ese sentido, el mandatario local adelantó que están “pidiendo la posibilidad de reunirnos con el ministro de Obras Públicas de la Nación (Gabriel Katopodis) la semana próxima para poder evaluar obra por obra y pago por pago".
A fines de febrero de 2023, El Litoral dio cuenta que, en el marco de los trabajos en el Camino Viejo a Esperanza, el municipio finalmente entubaría este zanjón y daría respuesta al reclamo histórico de este sector de la ciudad.
"Desagüe Pluvial Colector Principal Larrea (Segunda Etapa) sobre Camino Viejo Esperanza y Obras de Descarga" se denominó a la obra y en el artículo de este diario se indicó que los trabajos fueron adjudicados a una UTE conformada por tres empresas (Mundo Construcciones S.A., Ángel Boscarino Construcciones S.A. y Larrea UT).
Sobre el zanjón puntual, el gobierno local informó que “los trabajos de la segunda etapa consistirán en entubar el desagüe actual para conseguir un superior escurrimiento del agua de excedentes pluviales, así como entubar el tramo del conducto Risso que hoy también funciona a cielo abierto”.
En el comunicado oficial con fecha 3 de marzo de 2023 la Municipalidad afirmó: “De este modo, se mejorará la situación hídrica en toda la Cuenca Flores, que tiene una superficie de 887 hectáreas”.
Según la información del gobierno local, “se verán beneficiados más de 14 mil vecinos de barrio Transporte, Belgrano, Pompeya, San José, Las Flores, 21 de Octubre, San Martín, Scarafía, El Tránsito, Juana Azurduy, Juventud del Norte, Santo Domingo y Las Lomas”.
En ese mismo parte de prensa, desde el municipio explicaron que “el canal recibe los aportes de los colectores Larrea, Ayacucho y Guanella limitando el drenaje y extendiendo los tiempos de retardo. Otra complicación se suma al analizar el material que compone el zanjón: se trata de taludes empinados e inestables que sufren constantes desmoronamientos y erosiones con las lluvias”.
“Esto provoca un progresivo ensanchamiento del canal, perjudicando el paso por Camino Viejo, único corredor que une a los barrios del área. A ello se suma el perjuicio que ocasiona la acumulación de basura, volcada en las alcantarillas de cruces, generando taponamientos constantes”, agregó el comunicado.
“La complejidad de las tareas impone un plazo de ejecución superior a los dos años. No obstante, se trata de obras que requieren un pronto inicio para mitigar el riesgo hídrico en todo el cordón noroeste de la capital provincial. Vale recordar que esa zona evidencia el constante crecimiento de los asentamientos informales”, detallaron.
Y cerraron: “Es central concretar obras de infraestructura que mejoren la situación urbana, ambiental, habitacional y social. En tal sentido, como final de obra, se agregará el ripiado y la construcción de cordón-cuneta en 1500 metros, desde calle Larrea hasta la Estación de Bombeo N° 5. El plazo de ejecución de los trabajos es de 25 meses”
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