Hace poco más de un año, en abril de 2023, El Litoral contó la historia del instrumento musical más grande de Santa Fe: el órgano de la Catedral Metropolitana Todos los Santos, que se encontraba muy deteriorado y urgía repararlo.
Dos especialistas trabajan delicadamente en el gran instrumento para que vuelva a sonar como alguna vez lo hizo.
Hace poco más de un año, en abril de 2023, El Litoral contó la historia del instrumento musical más grande de Santa Fe: el órgano de la Catedral Metropolitana Todos los Santos, que se encontraba muy deteriorado y urgía repararlo.
Recuperar semejante pieza no es una cuestión simple, todo lo contrario. Por la complejidad de los componentes, su antigüedad y características, revitalizar al gran órgano es una empresa delicada y costosa. Por ello se hicieron diversas recaudaciones de fondos y a principios de este agosto comenzaron los trabajos.
Uno de los especialistas que trabaja sobre el órgano es Alejandro Galli, quien aprovechó la entrevista para contar las características del instrumento y explicar cómo son los trabajos de puesta en valor.
-¿Cuál es el nivel de complejidad de los trabajos?
- Más que complejidad nos encontramos con el nivel de trabajo anterior mal hecho. Eso hay que revertirlo y es lo que estamos haciendo. Originalmente, el vínculo entre la consola, que es el mueble donde se sienta el organista y toca, y la caja de tubos, que es donde se albergan los entre 1.200 y 1.300 tubos que tiene este aparato, era mecánica. Este mecanismo se llama tracción.
Es decir, que al oprimir una tecla, sea de cualquiera de los tres teclados (de los dos manuales o el tercero, a pedal), una varilla de madera discurría por debajo de la consola hacia la caja de tubos y abría una válvula.
Ocurre que ese sistema no está más. Se reemplazó por uno electroneumático, ahora las teclas cierran un contacto eléctrico y activan un electroimán que activa las mencionadas válvulas. Ese trabajo no se hizo bien y lo estamos eliminando. Ahora lo dotamos de materiales de mejor calidad y más duraderos.
Mientras realizan los minuciosos trabajos sobre el órgano, los especialistas abrieron gentilmente las puertas del instrumento y lo mostraron por dentro. “Realmente es muy noble”, destacó Pablo Fernández.
“Además es muy complejo y una reliquia histórica. Pasa de ser un instrumento común, como podría llegar a ser una guitarra. Pasa a ser una instalación, porque algunos órganos tienen el tamaño de un departamento de cuatro ambientes”, sumó el especialista.
En ese sentido, Fernández comentó que no sólo es algo histórico, “sino que tiene muy buena sonoridad y realmente realza una ciudad”.
En otro tramo de la entrevista, Galli hizo referencia a la puesta en valor para el funcionamiento de un recurso especial que tiene el órgano que se llamá “Súper 8va”.
- ¿De qué se trata esa novedad?
- Cuando quede habilitado, pasará lo siguiente: cuando el organista toca una tecla, por ejemplo el segundo Do también se activará el tercer Do, osea una octava hacia agudo con todas las teclas.
Es como si una tercera mano invisible estuviese tocando todo una octava más arriba. Entonces, casi duplica la sonoridad del instrumento.
Por su parte, Fernández resaltó que se trata de un instrumento para “recrear el alma y creo que la gente tiene que empezar a conocerlo. Los que están cercanos al órgano son los encargados a mostrarlo para la gente que cuando lo conocen se enamoran”.
Compromiso
En un reciente reportaje, el párroco Javier Casullo brindó detalles sobre las distintas acciones que se llevaron a cabo, y todavía continúan para recaudar fondos.
El compromiso con los trabajos se ve reflejado en las múltiples iniciativas para financiar el proyecto, desde las visitas guiadas hasta los conciertos que se organizan periódicamente. "Hemos hecho ya algunos en el primer semestre y así que se lo invita a participar a todos a estos conciertos y las visitas guiadas", señaló el religioso en diálogo con este medio.