Redacción El Litoral
El predio interior de Gral López al 3600 está lleno de basura de todo tipo.
Redacción El Litoral
Cartones, pañales pudriéndose, botellas de plástico, montículos de más basura quemada, ropas viejas y trastos que indican que allí duermen por la noche personas en situación de calle, una chapa retorcida, restos de cajas y bolsas, verduras pudriéndose, vidrios rotos, bolsas de arpillera, una media sucia, estropajos. Un preservativo usado, tirado allí.
La instantánea al entrar en la parte interior de la ex Estación Mitre, en el suroeste a la ciudad, es ésa: mucha basura diseminada, tanta que ya las viejas vías están casi del todo tapadas por la tierra, la mugre, el tiempo y el abandono, y hasta acaso la omisión política. Así está la ex Estación, en Gral. López 3685, gloria ferroviaria que quedó en recuerdos nostalgiosos.
La estructura edilicia presenta muchas falencias: el techo de chapa en muchos sectores está roto, semicaído —quizás en riesgo de caída de partes—. El revoque de columnas, tan carcomido que se ven los ladrillos vistos; las paredes rotas, llenas de telarañas a lo alto, y en lo bajo pinturas murales, grafittis y sténciles que se empecinan de embellecer algo se sucumbe en el abandono. Las calles que la circundan están todas rotas, llenas de baches.
Todo esto surge de un relevamiento propio que hizo El Litoral en la zona, motivado por varios mensajes de vecinos que llegaron a la redacción del diario y que advertían el mal estado del predio. Uno de los vecinos apuntó a este medio la falta de iluminación en el predio. “A La Redonda y a la Estación Belgrano sí, allí se hizo de todo; pero aquí hubo promesas de arreglos integrales que nunca llegaron. Esto es puro abandono”.
La falta de bacheo en las calles aledañas a la ex estación es “lamentable”, dijo el vecino. “Es una lástima que en semejante edificio está tan mal en su estructura edilicia. Los vecinos estamos muy cansados, nos juntamos hace tiempo con concejales para que hagan algo. También con un diputado provincial. Desde el Ejecutivo, bien gracias... Todo quedó en la nada, siempre”, se lamentó.
Si bien falta iluminación, con el destacamento de policía muchos problemas de inseguridad no hay, aseguró el vecino consultado. “Pero da bronca, impotencia que ese predio esté en el estado en que está: calamitoso. Pareciera que priorizan otras zonas de la ciudad antes que el suroeste. Acá, esto está abandonado. En este predio hasta se podría hacer hasta un paseo cultural para las familias”.
Juegos en buen estado
Afuera de la estación los juegos están en buen estado, al igual que los bancos: hay mamás y papás con su hijos jugando y disfrutando del sol. Una posta de seguridad de la Policía de Acción Táctica de la provincia. Dos baños químicos más allá. El césped está cortado.
Sobre calle Zavalla, cerca de la entrada de la vieja estación, funciona el Centro de Distrito Municipal Suroeste. Se alcanzan a ver oficinas bien acondicionadas, aunque hasta el propio cartel oficial —afuera— de la sede del Distrito esta carcomido con óxido en su base, y pintarrajeado. Más allá, la entrada a la asociación cultural y social El Birri. Ese centro sigue reclamando obras de restauración del predio.
Pedido de El Birri: “No más dilaciones”
El 2 de noviembre del año pasado, Centro Cultural y Social El Birri (que realiza una profusa cantidad de actividades artísticas y culturales por año) emitió un comunicado donde se recordó una visita de funcionarios del área de Planeamiento Urbano municipal ese día. La visita ocurrió “con posterioridad a que presentáramos una nota de reclamo al Ejecutivo por la dilación en los tiempos de ejecución de los acuerdos firmados en la Mesa de Gestión Conjunta (MGC).
En esa Mesa, “ambas partes abordamos las obras necesarias para el mantenimiento edilicio y que ha sido motivo de denuncias públicas por nuestra parte”, dice el parte. Obras que aún no llegaron. En el texto, el centro cultural pide enfáticamente por el cumplimiento efectivo de los compromisos asumidos por la Municipalidad. “Es entera responsabilidad del municipio que estas obras se realicen en tiempo y forma. Basta de dilación”, advierten.
En noviembre de 2013, se firmó el convenio de comodato entre El Birri y el Municipio y se creó la MGC, espacio en el que ambas partes coordinaron tareas de mantenimiento mayor para garantizar el cuidado del edificio. En diciembre de 2016 se firmó la primera acta-acuerdo donde “el Ejecutivo se comprometió por escrito a colocar de luminarias antivandálicas en el andén y columnas de alumbrado público en el predio (interiores y perimetrales); finalizar las obras de restauración e impermeabilización; ejecutar la obra de instalación eléctrica de la planta alta”, entre otros, dice otro comunicado de la agrupación.