“Cualquier ciudadano espera el fin de semana para poder descansar, nosotros nos preparamos para pasarlo mal y no podemos vivir así continuamente”, con esa contundente frase, una vecina del club Villa Dora expone la realidad del barrio en relación a los bailes de todos los domingos.
Hace un mes, el municipio y el ministerio de seguridad comenzaron con operativos en conjunto para intentar ordenar las situaciones que quienes viven en cercanías al lugar plantearon. Sin embargo, lejos de solucionarse los inconvenientes persisten y peor aún, se ampliaron a más cuadras y vecinos.
La novedad de esta semana, es que los propios damnificados juntaron firmas y buscaron el patrocinio de un abogado local para hacer una presentación en la Municipalidad. “Se originó por el hartazgo”, remarcó la consultada. “Sólo se quedó en el vallado y lo que hizo fue trasladar el problema a más gente; ahora a los problemas los sufren quienes están fuera de las perímetro. Estacionamiento, picadas de motos, bocinazos, orín en veredas, suciedad, peleas, todo eso quedó fuera del vallado”, remarcó.
Además de lo citado, los habitantes del barrio aseguran que la salida es un desmadre. “Desde que termina el baile, unos 15 o 20 minutos antes hasta que se van los últimos, es todo gritos y un descontrol total”, aportan. En ese sentido, agregan que los ruidos molestos continúan, por lo que sospechan que no se invirtió en insonorización por parte de los organizadores. “Un vecino hizo la denuncia, dejó entrar al inspector y se constató que los decibeles estaban por encima de lo permitido. Pero queda una multa, solamente”, aseguraron.
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Los vecinos acudieron al abogado local Domingo Rondina para que los represente en su reclamo ante el municipio. “Se inició formalmente un reclamo administrativo previo. Los vecinos vienen hace muchos meses hablando con autoridades municipales, con los distintos bloques del Concejo. Han sido muy bien atendidos por casi todos los concejales, con excepción del oficialismo y Barrio 88”, fundamentó el letrado en diálogo con CyD Litoral.
En ese sentido, el abogado explicó: “A fines de 2009, la Municipalidad dictó una ordenanza disponiendo que los bailes sólo se pueden hacer en determinadas zonas de la ciudad. El club Villa Dora realiza bailes y no está en un sector permitido, por lo tanto no lo pueden hacer. Sin embargo, el municipio no lo impide y permite que se siga realizando; lo cual genera graves disturbios para los vecinos y hechos de inseguridad como los que vimos en los últimos días”.
Al ser consultado por sobre los alcances del petitorio presentado, Rondina señaló: “Como medida urgente, para poder seguir en la normalidad que manda la Ordenanza, estamos pidiendo que se clausure el club de manera nocturna; es decir que durante el día se hagan las actividades sociales y deportivas que corresponden a la institución. Ahora, a la noche, para evitar discusión que directamente se clausure”. Y agregó: “En primer lugar, tienen (la Municipalidad) 30 días para darle trámite, de acuerdo a la ley. Si no lo hacen, los vecinos podrían iniciar acciones judiciales”.
“Si para todas las empresas de baile, se estableció la regla de que se tenían que ir a zonas alejadas, no es justo que el municipio haga oídos sordos y permita que se realice en algunos lugares que no son espectáculos de beneficencia, son negocios encubiertos bajo la fachada de una entidad de club”, cerró el letrado.
Deporte sí, baile no
Como lo aclararon en todas las oportunidades en la que la prensa los consultó, los vecinos volvieron a asegurar que buscan que se terminen los bailes nocturnos en el club Villa Dora.
“Nosotros nunca pedimos la clausura del club, sí el cierre temporario del baile hasta su traslado a otro lugar donde las normativas los habiliten y puedan seguir haciendo los que les parece bien, sin perjudicar a nadie. No estamos en contra del club porque brinda un bien social durante el día”, expresó otra damnificada.
“Ahora tenemos dos bailes. El viernes 8 en vísperas del feriado con horario de finalización a las 5 del sábado;y el domingo 10 con cierre a las 4 del lunes. Cualquier ciudadano espera el fin de semana para poder descansar, nosotros nos preparamos para pasarlo mal y no podemos vivir así continuamente”, reflexionó.
El petitorio presentado
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