César Caggiano: un artista de raza que exploró diversas técnicas
Nacido en Larrechea en 1894, se destacó como pintor y escultor, influenciado por maestros como Fernando Gaspary y Mateo Casella. Con menos de 20 años, fue distinguido en el Salón Nacional de Buenos Aires. Arraigado en el naturalismo académico con influencias luminaristas, destacó por su paleta de azules, verdes y violetas.
"Tierra arada", de 1927, óleo sobre cartón. Foto: Colección Castagnino Macro
Para encontrar los orígenes de César Augusto Caggiano, el pintor y escultor que los periódicos santafesinos de la primera mitad del siglo XX ubicaron como “uno de los más altos valores nacionales”, hay que ubicarse geográficamente en esa zona difuso donde, al decir de Juan José Saer, la costa no termina de perder su fisonomía para ya pasar a ser pampa gringa. El artista nació en Larrechea, un pueblo del departamento San Jerónimo de la provincia de Santa Fe que todavía sigue siendo muy pequeño (en 2010 no llegaba a los 600 habitantes) en marzo de 1894. Casi podría decirse que nació junto a su terruño, que apenas llevaba tres años desde su fundación.
Colección Castagnino Macro
Su predisposición al arte, llevó a Caggiano a iniciar sus estudios en Rosario, junto con Santa Fe capital el polo cultural más cercano a Larrechea. Allí tuvo la posibilidad de recibir los conocimientos de Fernando Gaspary, un acuarelista de origen francés que se había establecido en el país en los albores del siglo XX. También pudo aprender del napolitano Mateo Casella, un pintor, decorador y escenógrafo bajo cuyo augurio comenzaron a producirse los primeros movimientos artísticos sistematizados. Con este bagaje, Caggiano viajó Florencia donde profundizó su conexión con la plástica y así logró, con menos de 20 años, un premio en el Salón Nacional de Buenos Aires gracias al tríptico “Mi Familia”.
Arte de la Argentina
En los años posteriores, las biografías consultadas lo ubican como uno de los impulsores de una revista, resultado de sus participación juvenil en distintos espacios de encuentro atravesados por la bohemia y el anarquismo. También como uno de los escultores del Mausoleo de Enzo Bordabehere, el legislador santafesino, aliado de Lisandro de la Torre, asesinado durante una sesión de la Cámara de Senadores y como catedrático en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Nacional del Litoral. También ocupó cargos en la Asociación de Artistas Plásticos de Rosario y en la Escuela Provincial de Bellas Artes de la misma ciudad.
Colección Castagnino Macro
Azules, verdes y violetas
Respecto al estilo, las técnicas y los formatos elegidos por Caggiano, cabe citar a María de la Paz López Carvajal, quien explicita que su obra “se mantuvo dentro de los lineamientos del naturalismo académico, con influencias del luminarismo recibidas durante su formación junto a Costetti en Italia”. Para la especialista, en el caso de Caggiano “se destaca su paleta de azules, verdes y violetas, inclinación que compartió junto a los discípulos del pintor Mateo Casella, entre ellos Alfredo Guido y Emilia Bertolé”.
Escuela Provincial de Artes Visuales de Rosario
Entre las obras destacadas del pintor oriundo de Larrechea, López Carvajal destaca el óleo “Autorretrato (joven)” un trabajo de pequeño formato que corresponde a la primera etapa de producción del artista. “Concibe la figura geometrizando sus líneas, y utiliza pinceladas cuadradas que dejan la huella del pincel. Utiliza empastes rojos, negros azulados y violáceos con los que logra sombras contundentes que dan volumen a la figura, logrando una imagen sólida que no pierde frescura en la representación del carácter serio del joven retratado”, indica.
Arnoldo Gualino
La estirpe de Leonardo
Un sondeo en los diarios santafesinos de las primeras décadas del siglo pasado, permitió hallar varias referencias a César Augusto Caggiano, que fueron publicadas por el diario Santa Fe a fines de abril de 1928, como derivación de una muestra del artista plástico realizada en la capital provincial. Que, según consignan las crónicas consultadas, contó con una numerosa concurrencia. El viernes 27 de abril, el medio gráfico publicó una extensa reseña donde coloca a Caggiano como parte de la estirpe de los grandes maestros. “Hasta es tímido, como Leonardo”, dice literalmente. “Las grandes almas sienten la timidez, un segundo ritmo de su yo. Su arte no termina en ningún canon de técnica. Su estética es suave, musical, como el canto de una romanza en una mañana serena. Caggiano es un rebelde, un destructor al estilo de uno de los célebres personajes pictóricos de Zola. Destruye cada vez que se pone a crear, pero crea luego, cuando la tragedia de su espíritu artístico se eleva se encalma en ella misma”, dice el artículo.
Colección Castagnino Macro
“Sus pupilas no están de acuerdo con el boceto empezado y el boceto es roto, es hecho añicos. El recomenzar, el superarse es la línea de su esfuerzo. Pero cuando su espíritu se siente bien ante las líneas de color que traza su mano, la obra continúa por sobre una deliciosa belleza y resulta una obra de arte. Tal es este artista, emparentado con Leonardo, por su infinita apetencia superativa”, agrega.
Archivo Santa Fe / Hemeroteca Digital Castañeda
Más adelante, el cronista del diario Santa Fe coloca a Caggiano (a quien alude como “joven rosarino”) como “uno de los más altos valores nacionales”. A criterio del periodista, “pinta, esculpe y dibuja a pluma y a carbón. Su pintura no se reduce únicamente al paisaje, se extiende a la figura con igual gracia, con igual acierto, con igual maestría. Tiene esculturas admirables, una de las cuales le valió el primer premio del Salón Nacional de Bellas Artes. Sus dibujos a pluma, como sus dibujos al carbón, son obras que conquistan con insistencia, que atraen con requerimiento. Siluetas apenas esbozadas, como a media luz, imágenes que transitan y que se dibujan en espejo empañado de un día de niebla. Pero, ¡cuánta fuerza, cuánta expresión, cuánto arte! En cada una de estas obras se observa el esfuerzo, el intento superado. Ni una línea que disuene, ni un detalle que subordine, sino armonía, suavidad, ritmo”.
Archivo Santa Fe / Hemeroteca Digital Castañeda
La voz de la naturaleza
Dos días después, el domingo 29 de abril de 1928, el mismo medio difundió un artículo en el cual destaca los buenos resultados de la muestra, a la vez que destaca a Caggiano como un artista de la línea y el color, en cuyos cuadros “parece que hablara la naturaleza, tal el realismo y la habilisima técnica desarrollada”. Para el autor de aquellas líneas, Caggiano es un artista de raza. “El éxito adquirido por la exposición que ha inaugurado y las numerosas y valiosísimas felicitaciones que viene recibiendo son una amplia ratificación que consagra una vez más sus valores de artista siempre renovados en sentido ascendente”, agrega.
Colección Castagnino Macro
Las crónicas históricas señalan que un incendio en el estudio de Caggiano, fallecido en el año 1954, derivó en la pérdida de gran parte de su obra. Por lo tanto, las mismas se conservan hoy en diferentes instituciones de Rosario, entre las cuales figuran el Museo Castagnino, el Monumento a la Bandera y el Teatro El Círculo. A su vez, sobreviven en diferentes colecciones privadas.
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