Hace más de dos meses que los vecinos de Villa Minetti no cuentan con el servicio de agua de red en sus domicilios a causa del colapso que generó la sequía en el canal a cielo abierto que les provee agua desde Tostado y solicitan una solución definitiva para este problema recurrente.
"El problema es que ese canal provisorio terminó siendo para siempre", explicó a El Litoral María José Menichelli. "Son unos cuantos años en los que no se hizo nada para dar una solución definitiva, que sería el entubado de ese canal", añadió, en referencia a que la obra se realizó en 2008 para superar una situación coyuntural sin que se hagan nuevos trabajos para consolidarla y garantizar la provisión a la ciudad, ubicada 85 kilómetros al norte de la cabecera del departamento 9 de Julio.
Menichelli, quien nació y se crió en el pueblo y volvió hace 20 años tras recibirse de médica porque decidió apostar por su tierra natal, hoy admite que piensa en irse junto a su familia por no estar garantizadas las condiciones mínimas de salubridad.
Relató que son varios factores los que complican el funcionamiento del canal a cielo abierto: la infiltración hacia la napa, que se agravó con la sequía; algunos productores linderos desvía el curso para llevar agua a su campo o absorben el líquido con motobombas; y la pendiente contraria que tiene la obra desde Pozo Borrado en adelante. "Se pusieron estaciones de bombeo, que también son un gasto, para la provincia y las comunas; hay que destinar personal de control, porque se rompen, no alcanza el combustible y no se puede bombear todo el día; sumado ahora a la temperatura y la pérdida por evaporación", completó.
La vecina explicó que cuando baja el río Salado, como ahora, en Tostado dejan de bombear y el canal se seca. "Entonces siempre estamos en esta época en esta situación", afirmó. Pero "esta vez es la más severa", ya que el año pasado también ocurrió pero fue un tiempo más corto. "Ahora la situación está muy agravada", dijo, porque hace más de dos meses que no llega el agua.
Sin agua de red, los vecinos tienen que ir a buscar el líquido para consumo a la planta potabilizadora en bidones. Por semana llegan 3 camiones de 30.000 litros que envía la provincia. Pero en una población de 8.000 habitantes, la segunda en importancia del departamento, "no alcanzan para hacer higiene de la familia, la casa, los utensilios, la ropa; son un montón de cuestiones básicas, esenciales, que se están vulnerando".
Como alternativa, los pobladores han recurrido a la construcción de aljibes, aunque necesitan que llueva para llenarlos y hace meses que eso no ocurre. Y a perforaciones subterráneas, pero el agua que logran extraer tiene alto contenido de sales que no sólo impide su consumo sino que destruye la grifería de los hogares. Además, advirtió que la perforación tiene que estar a una distancia mínima de 10 metros de un pozo negro. "Hay personas que tienen terrenos compartidos, que a lo mejor no respetan esa distancia pero perforan igual porque no tienen de donde sacar agua".
Menichelli explicó que con el agua de la perforación se tienen que realizar tareas de higiene elementales como lavar una mamadera, lavarse los dientes o bañarse. "La cantidad de parasitosis que hay en la población es impresionante, porque hay un riesgo aumentado", sostuvo. "Tenemos giardias y amebas como parásitos intestinales que generan diarrea con sangre y en un chiquito pueden llevarlo a la deshidratación e incluso la muerte si la familia no se da cuenta que está parasitado".
Además relató: "incluso estos días tuvimos varios pacientes con garrapatas", que se contagiaron de sus animales, imposibilitados de higienizarlos. "Por la tierra que hay en el ambiente la garrapata prolifera un montón y ese parásito genera un montón de enfermedades".
La médica se preguntó: "las carnicerías, las rotiserías, los supermercados, la gente que cocina para vender ¿cómo higieniza, cómo limpia, en qué condiciones está trabajando"? También aseguró que "hay gente que tenía vivero que dejaron de trabajar porque no tenemos agua".
A la descripción sumó que, desde la provincia, enviaron recientemente una planta de ósmosis al Hospital para que pueda mejorar el agua de perforación para consumo e higiene. "El único lugar para internar en el pueblo no tenía agua buena", dijo.
"Somos habitantes de la provincia y aportamos impuestos; esta es una zona agrícolo ganadera por excelencia, que aporta una cantidad importante de fondos, el abandono y la falta de empatía del gobierno molesta demasiado", protestó Menichelli, quien añadió que "el senador (Raúl Gramajo, PJ) hizo poco por defendernos".